¿Quién eres?

CAPITULO 3

"Regalos"

WeiYing había seguido manteniendo contacto con HuaiSang, ZiXuan y WangJi, se enviaban cartas y ocasionalmente algún objeto, todos conocían la afición de HuaiSang por los abanicos y la pintura, así que era fácil enviarle algún regalo sólo porque sí, a diferencia de WangJi, a quien era muy difícil decidir qué enviarle, pero eso nunca los detuvo, o al menos a WeiYing, cualquier cosa que a él le gustara o llamara la atención, quería que WangJi la viera; seguramente la desecharía diciendo "aburrido", pero al menos la habría visto y eso alegraba el corazón de WeiYing.

A veces se reunían para ir de cacería o a pescar, algo que WeiYing les enseñó, cuando estudiaron juntos en Receso de las Nubes; YunMeng era conocido por su variedad de peces, así que cuando pasaban por ahí era casi un ritual para ellos ir a pescar, aunque a Jiang Cheng no le gustaba mucho ir con ellos cuando iba Lan WangJi, porque WeiYing lo ignoraba y no le regalaba sus peces, ya que siempre quería mostrarle a LanZhan lo excelente pescador que era; no es que sintiera celos de él, realmente no, es más LanZhan le caía muy bien y más cuando parecía que todo lo que hacía WeiYing le parecía aburrido, eso era un cambio refrescante, porque para todos WeiYing era... bueno ya sabemos como era, simplemente que no le emocionaba que WeiYing lo ignorara.

WeiYing comenzó a enviarles bocadillos y galletas, cualquier postre que resistiera un viaje de días para llegar en buen estado. La tercera vez que les envió algo, les comenzó a parecer extraño que les mandara cosas hechas por YianLi, pues nunca aclaró que él lo había preparado y lo más lógico era que provinieran de la dulce señorita YanLi, ninguno de ellos sabía que los demás recibían lo mismo, bueno excepto LanZhan, el siempre recibía algo más, o más elaborado, así que comenzaron a pensar que estaban siendo favorecidos por la hermosa heredera de Muelle de Loto y sin darse cuenta, pasaban parte de su día perdidos en sus pensamientos y conflictos, sí, conflictos, las delicias que les enviaba WeiYing comenzaron a conflictuar los pensamientos y sentimientos de sus amigos, ¡que complicación!.

HuaiSang que siempre había querido ser tan coqueto como WeiYing pero le era imposible porque era terriblemente penoso y se quedaba mudo ante cualquier chica que le gustara, se sentía muy extraño al darse cuenta que empezaba a pensar con mucha frecuencia en la hermana de su amigo; si bien de niños jugaban juntos y podría decirse que se habían hecho amigos también, pues no eran tan cercanos como para eso, ni aún el año que estuvieron juntos en Gusu estudiando los había acercado más, pero así era, cuando HuaiSang comía esas galletas su corazón sentía mucha alegría.

ZiXuan no sabía qué hacer, el siempre se había sentido atraído por Jiang Cheng y sabía que en el fondo era correspondido y ahora cuando veía una hermosa flor solo podía pensar en YianLi, él no entendía en qué momento YianLi había comenzado a gustar de él si él nunca le prestó atención, él sólo tenía ojos para Jiang Cheng.

LanZhan, ay, pobre LanZhan, él siempre estuvo enamorado de YianLi desde que eran pequeños, recordaba con un sentimiento muy cálido a esa niña que aún siendo tan pequeña como él lo consolaba cuando se sentía sólo o extrañaba a su madre y recibir esas cosas lo llenó de preocupación. Y fue ahí, en sus horas de meditación —qué recientemente habían sido deficientes—, que se dio cuenta que algo estaba pasando en su corazón; si bien el siempre se sintió enamorado de YanLi, pensar en ella siempre traía una segunda figura a su mente, una con la sonrisa más espectacular que hubiese existido, una que le traía calidez y paz, se dio cuenta que se había acostumbrado a recibir constantemente cualquier cantidad de cosas extrañas, hermosas, pequeñas, horribles, enormes... por parte de Wei Wuxian y que extrañaba no recibirlas más, en cambio, ahora recibía esas delicias por parte de YanLi y eso había volcado su corazón, pero el espacio dedicado a guardar todos y cada uno de los objetos que Wuxian enviaba, no había crecido y eso le hacía sentir tristeza y algo más... ¿soledad?, ¿abandonó?, LanZhan no sabía bien que era y vamos, ni siquiera se había dado cuenta de ello, hasta que todos esos pensamientos y sentimientos se empezaban a agolpar en su mente cuando trataba de meditar. Se dio cuenta que cuando comía esas delicias su corazón se sentía cálido y sin saber por qué, lloraba silenciosamente; cualquiera con un poco de sensatez habría dejado de inmediato de comerlas, mira que llorar así nada más y sin saber por qué, no era natural, pero, LanZhan no era que digamos alguien normal, ese llanto era reconfortante, y de verdad luego de comerlas se sentía ligero y alegre, hubo quien hasta le pareció que LanZhan sonreía ocasionalmente de la nada.
En fin, ¿qué iba a hacer?. Cada vez deseaba más ver llegar al mensajero de Muelle de Loto con algo para él, cada vez deseaba más comer una galleta o un bollo, cada vez deseaba más ir a YunMeng; las dos personas que se habían vuelto más importantes para él estaban allá y deseaba verlas. Sí, LanZhan estaba enamorado de ambos, deseaba sentir nuevamente las manos de YanLi en su rostro como cuando limpiaba sus lágrimas de niño; deseaba preguntar a WeiYing por qué lo había abandonado, por qué había dejado de enviarle cosas, por qué ya no lo quería más, deseaba mirar su hermoso rostro y su sonrisa, perderse en sus ojos y sumergirse en los cálidos sentimientos que experimentaba al pensar en él. Su corazón latía con tanta fuerza, y sentía tanta desesperación al mismo tiempo, cada día que pasaba se inquietaba más, se estaba empezando a volver alguien errático, un vicioso se podría decir. En una ocasión hasta salió herido en una cacería con su clan, por estar con la mente ausente, la luna lo había hecho voltear inexplicablemente, como si le hablara y terminó muy lastimado en un ataque.

Cuando se corrió la voz entre los clanes, que el segundo jade de Gusu había sido herido y que hacía tiempo se le veía extraño, Wei Wuxian perdió la cabeza, debía ir a cuidar a WangJi mientras se recuperaba, pidió permiso al líder Jiang y se alistó para partir lo más pronto hacia Descanso de las Nubes, no quiso que ninguno de sus hermanos le acompañaran, estaban a mitad de entrenamiento y era importante que los más jóvenes del clan terminaran ese curso, no podían quedarse sin maestros.

Una vez que se subió a la barca, sintió un vacío extraño y se dió cuenta que se alejaría de su amada YianLi, quien ahora ocupaba sus pensamientos constantemente, algo lo sacó de balance, extrañaba a YianLi pero no podía dejar a WangJi herido y lejos de él, el deseo apremiante de protegerlo era más fuerte que cualquier otro sentimiento. Wuxian sólo sabía que en el primer instante en que se cruzaron sus miradas por primera vez siendo aún pequeños algo había pasado en todo su ser, había sentido un cosquilleo por todo su cuerpo, su corazón se había acelerado, su mente extraviado y su mirada anclada a ese hermoso ser pequeñito como él, pero que parecía un ángel bajado del cielo, en definitiva, su alma ya no le pertenecía más, pero Wuxian era aún muy niño para entender todo eso, él simplemente no pudo dejar de sentir el impulso de querer estar junto a él todo el tiempo posible, necesitaba ser su amigo.
Era demasiado para analizar y él no era alguien que se sentara a meditar sobre sus pensamientos o sentimientos, rara vez lo hacía, así que durante todo el camino hacia Gusu, sólo se dedicó a admirar el paisaje y disfrutar de la brisa y el aire fresco que bajaba de las montañas llevando un suave aroma a flor de durazno y poenia blanca. WeiYing perdió la noción del tiempo sumergido en sus sentidos y le pareció que había llegado a ciudad Caiyi en un abrir y cerrar de ojos, desembarcó y rápidamente tomó rumbo a Receso de las Nubes. Su corazón se aceleraba cada vez más y no era por el empinado camino que seguía, él, realmente estaba ansioso de ver a WangJi.

Tras los saludos de cortesía fue llevado a la habitación de WangJi, no sin antes ser advertido de su estado delicado y sus extraños cambios de carácter.
Al abrirse la puerta recibió de golpe el anhelado aroma a sándalo y durazno y sintió que todo él era invadido por una sensación cálida y excitante. WangJi se encontraba dormido con una casi imperceptible expresión de dolor, su rostro estaba golpeado y en su blanca piel resaltaban los tonos morados y rojizos, su frente perlada por la fiebre y una mano vendada reposaba sobre su pecho; su respiración era agitada y se revolvía intranquilo. WeiYing sintió que apretaban su corazón ante la dolorosa vista de su "amigo", sacó unos pequeños paquetes de entre sus ropas y los entregó al discípulo que lo había llevado, dando indicaciones para preparar las medicinas; sabía que WangJi ya era tratado por el médico del clan Lan, pero en YunMeng producían unas plantas medicinales especiales y claramente él no iba a ir sin llevarlas. Se acercó a la cama y tomando el paño comenzó a limpiar cuidadosamente la frente y el rostro de WangJi
—LanZhan, ¿cómo te metiste en esta situación?... —murmuró.
Sin darse cuenta acercó tanto su rostro al de WangJi mientras lo limpiaba, que podía respirar su mismo aire... cerró sus ojos... se sentía embelesado por el exquisito aroma de su piel. «LanZhan...» —pensó en un suspiro—. Sus ojos seguían cerrados, respiraban el mismo aire..., sus labios... estaban... tan... cerca...

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...podía sentir su calor en los suyos
que tras decir su nombre habían quedado entreabiertos...
«—LanZhan...»