¿Quién eres?

CAPÍTULO 16

Despedida

Xue Yang se abalanzó delante de YanLi apenas a tiempo de detener el ataque del ghoul que iba directo a ella desde un costado.

—¡Espabílense chicos que son demasiados! ¡Feng Ke ve a buscar otra salida o mira si puedes hacer un hueco más grande por la entrada! ¡Aprisa muévanse! —gritaba Yang mientras espalda con espalda se defendían él y YanLi de una nube de espectros que los tenían rodeados.

Obviamente Xue Yang no esperaba que YanLi fuera tan buena en combate, quien se iba deshaciendo de los espectros rápidamente hasta quedar lado a lado con él, sus saltos y volteretas eran tan gráciles que parecía un hada danzando; Xue Yang estaba embobado admirándola «acabo de conocer el amor», pensaba mientras seguía peleando al lado de sus compañeros.  Parecía que ya no salían más espectros del fondo de la cueva, al fin tendrían un descanso.

—¡Xue Yang! —gritó Feng Ke—, ¡suban, encontré una forma de salir pero necesito su ayuda!

—Espere aquí señorita Jiang —dijo Xue Yang con amabilidad—, puede ser peligroso, vendré por usted cua...

—Por supuesto que no, vamos —dijo YanLi con determinación dirigiéndose a las rocas para trepar siendo seguida por la asombrada mirada de los 4 chicos detrás de ella.

—¿Cómo pudo caer en la trampa tan fácilmente? no es ninguna tonta ¿por qué nos siguió el juego? —decía en voz baja uno de los chicos.

—Pues que bueno que se lo creyó porque si no habríamos sido almuerzo de piraña de río en dos segundos —respondió otro.

—¡Sshhh! cállense nos puede escuchar, yo no quiero tener que pelear con ella —dijo el tercero visiblemente temeroso.

Xue Yang sólo volteo a mirarlos un segundo y se adelantó para tratar de ayudar a YanLi a trepar por las piedras, sin embargo, YanLi ya había comenzado a subir y lo hacía con una agilidad increíble, era como ver trepar a una ¿pequeña araña vestida de rosa? «ja, ja, ja, que idea más tonta acabo de tener» se dijo Yang a sí mismo sacudiendo la cabeza y sonriendo. YanLi volteó a ver si la seguían y se topó con la sonrisa de Xue Yang, algo en su interior se inquietó.

—«Para ser un chico malo tiene una sonrisa muy encantadora» —Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por lo que notó a lo lejos, en la profundidad de la cueva.

—Miren allá —dijo YanLi señalando el fondo.

Los cuatro voltearon.  El brillo verdoso que habían notado antes, ahora se veía más intenso, pero eso no era lo peor, parecía que se movía, no estaban seguros si se acercaba o crecía, pero de cualquier forma no era nada bueno.

—Apresúrense —instó Xue Yang.

Cuando llegaron con Feng Ke vieron que al igual que en la entrada de abajo, las rocas que habían caído tapaban una péquela salida, pero había una grieta lo suficientemente grande para dejarlos pasar si tan sólo midiera unos pocos centímetros más de ancho.

—Ayúdenme a mover esas rocas de ahí para poder empujar esta, con eso podremos salir —dijo Feng Ke señalando cuáles y hacia dónde.

Los chicos comenzaron a concentrar su energía en el montículo que había que mover cuando se escuchó un rugido como el primero pero mucho más fuerte y por supuesto, un temblor, que hizo caer rocas justo donde ellos estaban; cuando el polvo se disipó no entendían por qué no les había caído nada encima, voltearon mirando sorprendidos a YianLi quien sostenía un rayo que formó una cúpula de energía protegiéndolos del deslave.

«Wow que fuerte» fue el pensamiento de todos.

—Mala suerte —dijo sacudiendo sus manos—, no alcancé a cubrir la grieta —señaló la pared donde ya no había ni una sola abertura.