Capítulo 3

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—¿Y tú? ¿Quién eres? —le preguntó el chico viéndola de pies a cabeza—

|Ella temerosa dio dos pasos hacia atrás sin saber que responderle, se sintió intimidada y algo nerviosa.|

—¿Te pregunté quién eres? ¿Acaso estás sorda?. —insistió—

—Veo que ya se conocieron, ella es Sarita y va a viajar con nosotros a Estados Unidos al igual que su compañera. —mencionó César ingresando con Larissa y una mujer del servicio

—¿Aún no te comprendo papá?

—Las muchachas cayeron en manos equivocadas imagino que ya sabes a qué me refiero, son estadounidenses y las voy a llevar de regreso ¿Qué es lo que no entiendes?.—preguntó—

|El joven muchacho solo vio de pies a cabeza a la muchacha de ojos verdes en eso Sarita le dedicó una sonrisa tierna y él también le sonrió ya que era imposible dejar de admirar lo bella que era.|

—En un momento les van a asignar una habitación y en 10 días vamos a viajar a Estados Unidos, quiero que se sientan cómodas. Cualquier cosa que necesiten la pueden pedir, ahora sí me disculpan tengo cosas que atender, Ángel puedes mostrarles la casa. —mencionó César—

|Su hijo afirmó con un movimiento de cabeza viendo a su padre salir de ahí.|

—¿Entonces tú eres Sara? ¿Y tú cómo te llamas?.

—Larissa. —pronunció la rubia coqueta—

—¿Entonces tú eres hijo del señor César? —le preguntó Sarita interesada—

—Sí, me llamo Ángel.

—¿Tú mamá no se va a molestar porque estamos nosotras aquí?

—Mi madre murió hace muchos años cuando yo todavía era un niño. Así que no se preocupen aquí en esta casa el único que manda y dispone es mi padre y si el las quiere tener aquí nadie las va a molestar ni siquiera yo, ténganlo por seguro. —dijo Ángel con una amplia sonrisa—

|Los tres avanzaron por el amplio pasillo yendo rumbo al jardín, mientras platicaban animadamente.|

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—Káiser... ¿Estás ocupado? —preguntó su hombre de confianza ingresando al despacho.

—No pasa ¿Ya hablaste con los contactos de Alemania? —le preguntó sin dejar de observar a su hijo por el amplio ventanal con las dos chicas—

—Sí... por eso vine a buscarte pero las cosas están muy complicadas.

—¿Complicadas? ¿En qué aspecto?.

—Tom está apoderado de todo el territorio alemán, incluido parte de Estados Unidos no hay modo de ingresar ahí.

—Siempre hay un modo solo hay que encontrarlo. —pronunció girándose hacia el hombre—

|Buscó su cajetilla de cigarros encendió uno y se sentó en el sillón frente al escritorio para observar a ese hombre que llevaba casi más de 20 años a su servicio.|

—No hay manera de negociar con el. —pronunció el hombre—

—Hazme una cita con el. —mencionó dándole una jalada a su cigarro desviando su mirada hasta el ventanal y observó de nuevo a los muchachos—

—Son muy hermosas ¿Por qué no te las quedas?.

—No digas tonterías son unas niñas son menores que Ángel.

—Y eso que! Tú eres un emperador puedes tener lo que quieras ellas deberían sentirse alagadas. ¿O al menos quédate con una?.

—He dicho que no, no voy a terminar haciendo lo que más aborrezco.

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora