The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2)

Capítulo 41

—César es para mí un honor que haya aceptado venir a cenar a mi casa. —pronunció Matus ofreciéndole su mano para saludarlo—

—El placer es para mí. —le respondió con educación recibiendo su mano en saludo—

—Lamento mucho lo sucedido con su esposa me disculpo por no ir a visitarlo pero me imagino que en este tipo de situaciones lo que más se desea es no ser molestado y vivir el duelo con tranquilidad, eso me sucedió cuando perdí a mi esposa, fue difícil para mí y más teniendo a una hija de solo 10 años.

—En eso tiene usted razón y se lo agradezco.

—Le ofrezco una copa antes de empezar a degustar la cena. —le ofreció—

—Me parece perfecto.

—¿Qué le apetece? un whisky un tequila, vodka, tengo lo que guste.

—Con un whisky está más que bien. —respondió—

|El hombre mayor se dirigió hacia la cantina tomó una botella de whisky escocés de las mejores marcas, buscó unos vasos de cristal y colocó unos cubos de hielo, sirvió dos whisky y se dirigió nuevamente con César y se sentaron los dos en la sala de cuero negro.|

—Sé que le ha ido muy bien en los negocios y me alegra saber eso, estoy a punto de cerrar mi sociedad con Los Kaulitz y quisiera invertir una buena cantidad en sus negocios si usted me lo permite por supuesto. —propuso el hombre dándole un trago a su vaso—

—Cualquiera que no trabaje con Los Kaulitz es bienvenido, estoy dispuesto hacer negocios, no entiendo porqué dice que va a cerrar la sociedad con Los Kaulitz, hasta dónde se Tom tiene una relación con su hija. —le preguntó recordando lo que le había dicho John ya que habían seguido muy de cerca los pasos de Tom

—Cómo le había comentado la última vez que nos vimos esa relación no tiene futuro, para desgracia mi hija ha perdido el tiempo con él, es un chico que ni siquiera sabe lo que quiere y no ha sabido apreciar a mi hija, se de buena fuente que desfilan una gran cantidad de mujeres en su casa creo que mi hija merece algo mejor que eso.

—En eso tiene usted razón, su hija es una mujer muy bella y creo que puede encontrar un buen marido.

—Tania al ser mi única hija será la herédera de toda mi fortuna y déjeme decirle que no es cualquier cosa, y casarla o relacionarla con Tom Kaulitz es darle más poder y para ser sincero no quiero eso, he hablado con mi hija y le exigido que termine esa relación, ella a recapacitado y aceptó darle fin a ese asunto es la mujer de la mafia y otro hombre podrá apreciarla mejor

—Estoy seguro de eso. —alcanzó a mencionar César, en eso se puso de pie para recibir a Tania que llegó enfundada en un vestido rojo ajustado al cuerpo que le hacía resaltar sus exquisitas curvas y su piel blanca—

—¿César cómo estás? —preguntó Tania avanzando hacia él coqueta con una enorme sonrisa en su rostro y colgándose de su cuello, dándole un beso en su mejilla—

—Muy bien gracias, me disculpo por no haberte recibido la última vez que fuiste a buscarme estaba en un mal momento. —pronunció con educación, pasando su mirada por todo su exquisito cuerpo ya que no se podía negar que la mujer de la mafia era hermosa—

—No tienes nada que disculparte puedo comprenderte me da mucho gusto que estés aquí, cuando papá me dijo que ibas a venir a cenar no te imaginas el gusto que me dio saber que ya te encuentras mejor de ánimo. —
pronunció con vos dulce y coqueta colgándose de su brazo sacándole una sonrisa al emperador

—Pasemos al comedor entonces. —propuso Matus—

|Los tres se dirigieron hacia el comedor donde la mesa ya estaba elegantemente servida, con una cena exquisita al igual que varios vinos de las mejores marcas.|