Capítulo 31

174 22 4
                                    

—¡Ves lo que has provocado! todo esto es por tu culpa. —gritó Ángel enfrentando a su padre sin importarle el dolor que estaba pasando—

—Cállate Ángel no sabes lo que dices. —lo enfrentó John—

—Solo estoy diciendo la verdad, a mi madre también la mataron por su culpa. Ahora Sara está entre la vida y la muerte también por su culpa porque estamos cargando con sus enemigos. —volvió a gritar—

—Lo mejor es que te vayas de aquí y dejes a tu padre solo. ¿Por qué no tienes un poco de consideración con él en estos momentos difíciles? —lo cuestionó—

—Quiero que se vayan los dos y me dejen solo. —gritó César limpiando con sus manos su rostro bañado en lágrimas—

|Ángel volteó a observar a su padre con rabia, limpió también las lágrimas de su rostro y salió de ahí enfurecido apretando sus manos en puños ya que también le estaba doliendo todo lo que estaba pasando solo de imaginarse que la mujer que el amaba estaba en peligro de muerte.|

—Lamento mucho lo que está pasando. —mencionó John cabizbajo ya que se podía imaginar el dolor que estaba padeciendo—

—Por favor quiero estar solo. —volvió a repetir el emperador dándole la espalda—

|John con tristeza comprendió que lo mejor era dejarlo solo y se fue de ahí dándole la privacidad que tanto necesitaba.|

|César al darse cuenta que ya estaba solo, dejó salir nuevamente el llanto amargo por el sufrimiento que estaba sintiendo al saber que había perdido a su hijo y que la mujer que tanto amaba estaba al borde de la muerte.|

|Lloró en silencio unos minutos más para desahogar todo el dolor que sentía en su pecho, respiró profundo acomodó su ropa y trató de calmarse.|

|Después de unos minutos ya un poco más tranquilo avanzó rumbo a dónde estaba siendo atendida Sarita, nadie le podía impedir que entrara para estar con su esposa, la emperatriz de México su deber era estar a su lado.|

|Cruzó un par de palabras con el doctor, él le dio unas instrucciones que tenía que seguir y lo dejaron entrar haberla.|

|Una vez que ingresó las dos enfermeras que estaban ahí salieron para darle privacidad.|

|A César se le hizo un nudo en la garganta cuando la vio sobre la cama, con su piel pálida, rodeada de aparatos, con oxígeno y medicamento colocado vía intravenoso.|

|Se acercó temeroso hasta ella y no pudo evitar que las lágrimas escurrieran por su rostro, la tomó de una de sus manos y pudo sentir la calidez de su piel, se acercó hasta ella y le depositó un dulce beso en la frente, agarró un pequeño banco que se encontraba cerca de ahí para estar un poco más a la altura de dónde se encontraba ella acercándose lo más que podía.|

|Con mucho cuidado se acercó su pequeña mano y le depositó varios besos tomándola entre sus dos manos, lamentándose por todo lo que estaba pasando, sentía impotencia desesperación y preocupación pero también en el fondo sentía rabia y esa rabia tenía nombre y apellido y lo haría pagar.|

—Sara, se que me escuchas mi amor no quiero que te preocupes por nada, todo va estar bien, tú vas a estar bien. Te amo. —mencionó besando su mano, colocándola sobre su mejilla para sentirse cerca de ella—

|Se acercó lo más que pudo y recargó su cabeza a la altura de su hombro, iba a permanecer el tiempo que fuera necesario a su lado, demostrándole todo el amor que le tenía.|

★—★—★—★—★

|Los gritos se escuchaban en toda la propiedad, al igual que los golpes de las cosas que quebraba mientras que avanzaba rumbo al salón.|

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora