Capituló 8

287 23 4
                                    

—¿Todo bien? —le preguntó su hombre de confianza que aún se encontraba cerca de ahí—

—Sí... pero creo que necesitamos una manta más para cubrirla. —respondió sacando un cigarrillo—

—No te preocupes voy a ir a conseguir otra. Ya me comuniqué con el médico para que esté listo con todo lo necesario y la atienda cuando lleguemos a casa.

—Gracias. —mencionó todavía algo nervioso dándole una jalada a su cigarro—

|John no tardó mucho en regresar con una manta afelpada, se la entregó a César, que rápido ingresó a la habitación junto con él y la cubrió, viendo que ya estaba un poco más tranquila casi no temblaba y estaba empezando a agarrar un tono rosado en sus labios y en su piel.|

|En eso sintieron donde la aeronave iba despegando.|

—Quédate con ella yo me encargo de estar pendiente de todo, en un par de minutos estaremos en casa. —le dijo el hombre saliendo de ahí dejándolo solo con Sara—

|El se acercó hasta ella y con cuidado llevó una de sus manos hasta su frente para tomar su temperatura, dándose cuenta que ya no estaba tan helada aún seguía dormida y un poco temblorosa.|

|Se sentó en un lado de ella ya que la habitación a pesar de que era de lujo no era muy espaciosa, sacó su móvil y empezó a revisar algunas cosas de trabajo mientras llegaban de nuevo a Alemania.|

|En todo el camino Sara se la pasó dormida, las últimas horas había vivido emociones demasiado fuertes y estaba sumamente cansada no solo del cuerpo sino también de la mente y de su alma, había perdido todo en menos de 3 días.|

|Después de varias horas por fin el avión aterrizó de madrugada en Alemania, el clima era totalmente diferente, no estaba cayendo ni una sola gota de agua y la temperatura era cálida.|

|Todos se dispusieron a bajar, Montiel con mucho cuidado tomó a Sara entre sus brazos que aún seguía dormida enredada en una manta afelpada y suave.|

|Bajó con ella de la aeronave, yendo directo hacia una camioneta de lujo que esperaba por ellos, todo al lado de su hombre de confianza qué siempre estaba al pendiente de cualquier cosa que el necesitara.|

|Una vez que ya habían abordado la camioneta salieron de ahí rumbo a la propiedad de máxima seguridad de The Káiser dónde ya estaban siendo esperados por el médico de cabecera de la familia Montiel.|

|Cuándo llegaron de inmediato el se hizo cargo de Sara, no permitió que nadie la tocara, la cargó nuevamente en sus brazos y avanzó con ella.|

|Ingresó a la gran mansión yendo directo hacia la habitación principal que era la suya, dejando a la muchacha que seguía dormida sobre su cama.|

|El médico ya se encontraba ahí, qué de inmediato al verlos llegar se puso a trabajar para atender a la joven.|

|César dio la orden de que le prepararan ropa limpia a Sarita, también que estuvieran pendientes de cualquier cosa que ella pudiera necesitar, entregándole a una de las mujeres de su servicio una lista de alimentación ya que la podía ver bastante decaída.|

|Aún no sabía bien que era lo que había pasado, los hombres que la cuidaban solo la veían a lo lejos pero no estaban enterados realmente de qué era lo que pasaba.|

|Solo sabían que la muchacha había permanecido en su casa esos días y la habían visto ir solo con su vecina, después que esos hombres la visitaron y la arrojaron a la calle.|

|El médico se quedó con ella y la empezó a revisar minuciosamente dándose cuenta que traía un poco de fiebre, anotando todo en una receta médica, lo que le iba a realizar entre estudios, y medicamentos que le iba administrar.|

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora