Capitulo 6

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—No tienes nada que agradecer, lo mejor es que nos vayamos. —dijo César sin apartarse de ella, podía sentir su frágil y cálido cuerpo mientras que ella se aferraba a el—

|Poco a poco ella se fue alejando de él quedando con sus rostros muy juntos se observaron por unos cuantos segundos y se sonrieron pero sin moverse ninguno de los dos, en eso el celular de César empezó a sonar nuevamente con insistencia haciendo que los dos se apartaran de golpe.|

|El buscó su celular en el bolso del interior de su saco, vio con atención el mensaje que había recibido.|

—Ángel nos está esperando, hay que irnos. —mencionó poniéndose de pie, la ayudó tomando su mano como todo un caballero y salieron los dos rumbo a la camioneta donde las escoltas de César esperaban por ellos—

|El camino no fue muy largo pero se llenó de silencio, solo se compartían miradas y sonrisas cómplices|

|Cuándo llegaron Ángel estaba muy impaciente, de inmediato tomó a Sarita del brazo ignorando por completo a su padre llevándola con el hacia el fondo del avión para mostrarle unas cosas de la universidad.|

|César solo los vio alejarse, viendo el entusiasmo de su hijo hacia con ella, el se fue a su lugar privado a dar unas instrucciones para el próximo vuelo.|

|Después de una hora el avión mexicano de lujo despegó directo y sin escalas a Atlanta Estados Unidos. Era 1:40 minutos lo que iba a durar el viaje hasta esa ciudad.|

|Una vez que llegaron, salieron de ahí en una camioneta con las escoltas de los Montiel y unos hombres extras que iban a permanecer con Sarita a la distancia, hasta que César  estuviera seguro que la muchacha estaba fuera del alcance de su madre.|

|Llegaron a una colonia de clase baja, eso se podía apreciar con claridad, César no dejaba de observar todo alrededor.|

|Mientras que los dos muchachos seguían conversando sin parar entregándose entre ellos mismos sus números personales para seguir en contacto.|

|Ángel le había prometido a Sarita que teniendo vacaciones y tiempo tomaría el avión y vendría a visitarla.|

|La muchacha emocionada parecía estar feliz por todo lo que Ángel le estaba prometiendo.|

|Ella y César solo se dedicaban breves miradas y unas ligeras sonrisas hasta que la camioneta se detuvo.|

—Hemos llegado. —mencionó John bajando del lado del copiloto para abrirle la puerta a Sarita y a sus dos jefes—

—En realidad no sé qué decir... estoy feliz de estar nuevamente en mi casa pero para ser sincera creo que los voy a extrañar mucho. —dijo Sarita haciendo pucheros a querer llorar—

—Pero no vamos a estar muy lejos, solo son unas ciudades de distancia. Además nos vamos a hablar a diario. —le dijo Ángel emocionado lanzándose a sus brazos—

|Ella correspondió a ese abrazo con el mismo cariño qué Ángel le ofrecía. Levantó su mirada verde y se encontró con la mirada de César que también le sonrió.|

|En eso una lágrima empezó a rodar por su mejilla, se separó del menor de los Montiel y se lanzó a los brazos de César con un nudo en la garganta.|

|El la recibió con gusto viendo la cara de sorpresa de su hijo por la actitud de la muchacha, en eso reaccionó y trató de apartarla de él pero sin que ella lo sintiera como un rechazo.| 

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora