Capítulo 9

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|La luz del nuevo día se empezó asomar por el gran ventanal de cristal de la habitación principal de César.|

|El poco a poco empezó a despertar de ese sueño profundo y reparador en el que se encontraba.|

|Pudo sentir la cercanía de alguien muy pegado a su cuerpo, se aclaró su vista y encontró el delicado y frágil cuerpo de Sarita junto a él que se aferraba con fuerzas con sus brazos a su torso.|

|César algo confundido y sin comprender como era que había llegado hasta ahí, pero de todos modos eso le sacó una sonrisa.|

|Llevó un mechón de su cabello hacia un lado para despejar su hermoso rostro encontrándola completamente dormida, podía sentir su aliento tibio en su pecho.|

|Se empezó a mover despacio para tratar de salir de su agarre sin despertarla, pero ella de inmediato sintió donde se empezó a mover y lo apretó más a ella sacándole una sonrisa a César.|

|Sarita abrió los ojos llevando su mirada hacia el rostro de Montiel, encontrándolo con una amplia sonrisa.|

—Buenos días Sarita, no entiendo cómo llegaste hasta aquí —pronunció nervioso al sentir la cercanía de la muchacha que no se apartaba de el—

|Sara se separó de su cuerpo tímida y avergonzada tratando de acomodar su cabello.|

—Bueno... en realidad desperté de madrugada y me asusté porque no sabía dónde estaba después me acerqué a usted. Y bueno... me sentía sola, perdón por molestar. —respondió con su voz dulce poniéndose de pie empezando a sonrojarse, sintiendo la mirada de Káiser sobre ella—

—No te preocupes, me hubieras hablado. —mencionó con una sonrisa—

—No quise molestarlo señor discúlpeme.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó poniéndose de pie, viéndola de pies a cabeza ya que la bata de seda le quedaba algo corta y podía apreciar sus hermosas piernas—

|En eso reaccionó y llevó su mirada hacia otro punto que no fuera ella sintiéndose un acosador, pero era imposible no observar la belleza de la joven muchacha.|

—Ya me siento bien, gracias por ayudarme, no sé que hubiera hecho sin usted.

—No tienes nada que agradecer Sarita, lo importante es que ya estás bien, tuve que traerte para acá estamos en Alemania pero si quieres regresar a tu casa te puedo llevar a la hora que tú gustes.

|En eso Sarita empezó a hacer pucheros a querer llorar, el se dio cuenta y se acercó hacia ella.|

—¿Qué pasa linda —preguntó tomando una de sus manos con dulzura, viendo que empezaba a derramar lágrimas—

—Es que ya no tengo casa... mi... mi... mi papá murió. —respondió soltando el llanto amargo—

|César al escuchar su respuesta y ver la condición en la que se encontraba se acercó a ella y la abrazó a su cuerpo, dándole el consuelo que tanto necesitaba, ella se aferró a él sintiéndose protegida.| 

—Linda... no lo sabía lo lamento tanto ¿Quieres contarme qué fue lo que pasó? —dijo acariciando su cabello, escuchando su llanto—

|Ella se separó un poco de él pero sin dejar de abrazarlo y mencionó...|

—Mi padre sufría de una fuerte depresión por la muerte de mi madre, jamás se recuperó de su pérdida y después de lo que pasó conmigo se volvió loco, eso fue lo que me dijo una vecina. Se tomó unas pastillas como estaba solo, no se dieron cuenta, y no logró sobrevivir. Después fueron unos hombres a mi casa me dijeron que mi padre debía mucho dinero de la hipoteca y me echaron de mi casa, ahora no tengo dónde vivir y tampoco tengo a nadie. —pronunció limpiando con una de sus manos las lágrimas que corrían por sus mejillas—

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora