Capítulo I

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2 años después

–¡Buenos días señor Kang, señor Choi!–ambos omegas le sonrieron a la chica detrás del mostrador.
Hace dos años había recibido aquella visita de Taehyun y su vida había dado un giro de 360° grados. Aún así, sentía que era poco lo que podía relatar de lo que había sucedido.

Una semana después de la visita de Taehyun había tomado la decisión de ir a Seúl con el, conocer a sus abuelos y darse una oportunidad. Por supuesto, Beomgyu tenía que viajar con el, había sido una persona importante en su vida y ambos omegas no podían estar separados tanto tiempo.
Su vida en Seúl era tranquila y bastante cómoda. Sus abuelos, tal y como había dicho Taehyun lo recibieron con los brazos abiertos y con muchos regalos para su pequeño. Amaban a su pequeño y el de igual manera los amaba.

Se quedó un tiempo en casa de ellos hasta que pudo conseguir lo suficiente para comprar un departamento para el y Beomgyu, fue cuando, en una noche de desvela, decidieron abrir una pequeña pastelería. A ambos les gustaba cocinar postres y siempre habían cocinado para sus familias y amigos antes del embarazo de Soobin.
Consiguieron un lugar cerca de la empresa de Taehyun para cualquier emergencia y ahora, un año y medio después la pastelería había rendido frutos y era una de las pastelerías-restaurantes más visitadas de aquella zona.

Al omega le encantaba lo cálido que había quedado aquel lugar, era acogedor y te invitaba a regresar una vez más.
Se adentraron en las cocinas donde saludaron al resto del personal antes de lavar sus manos y colocar su mandil para comenzar con el labor de aquella mañana.

–¿Como está el día de hoy? ¿Como está el pequeño JinYoung?

–Emocionado por su primer día escolar, aunque después no se quería desprender de mis piernas. Fue adorable–el omega sonrió tiernamente recordando a su cachorro aferrado a su pierna, era una linda imagen que lo acompañaria el resto del día. Había sido difícil dejar a su bebé en ese lugar, nunca había estado separado de el tanto tiempo, supuso que era algo normal debido a que su omega y su cachorro eran muy apegados el uno con el otro.

–Yo también quiero mi propio cachorro. ¡Prestame a JinYoung un día completo Soobin hyung!

–Dile a Taehyun que te haga tu propio cachorro y deja al mio tranquilo–las mejillas del menor se colorearon de un tono ligeramente carmesí ante la mención del alfa.

¿Olvidamos mencionar que Beomgyu y Taehyun se habían estado viendo? Beomgyu había quedado enamorado de la belleza del alfa la primera vez lo que vio, hizo todo lo que podía para captar la atención de aquel alfa despistado con su aroma tan atractivo para el omega de limón y eucalipto. Amaba esa combinación que desprendía el alfa y quería tener ese aroma cerca, por lo que Soobin solía tomar prestadas algunas prendas de su hermano para el menor.

Taehyun por su parte estaba curioso por aquel omega, era alguien divertido, cariñoso y simpático. Además de que su aroma a naranja y manzanilla lo relajaba bastante, solía ir a la pastelería de su hermano solamente para poder tener el aroma del omega cerca y poder relajarse cuando tenía un día pesado en su trabajo. Ambos estaban hechos el uno para el otro pero aún no sabían de ello.

La charla entre los omegas término en ese momento y se dedicaron a continuar con su labor de hornear los pasteles. Era la primera mañana sin JinYoung en el lugar y se sentía bastante la diferencia, el pequeño cachorro comenzaba a soltar pequeños cambios en su aroma, desprendía por momentos un ligero aroma a cítricos cosa que a Soobin no le agradaba demasiado. El aroma de Yewon era precisamente de cítricos acompañado de jazmín, le traía malos recuerdos, pero era su cachorro y su aroma lo calmaba.

–Señor Kang, lo buscan en la barra–el mencionado limpio sus manos en el mandil que traía extrañado. Nadie lo buscaba tan temprano por la mañana.

Un alfa para SoobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora