Un alfa para Soobin

Capítulo XXV

Los días habían pasado con bastante rapidez para el omega, desde el momento en que había llegado a casa esa tarde para hacer sus maletas, hasta los días posteriores al aterrizaje en Venecia.
La despedida había algo dolorosa para Soobin pues JinYoung no había querido despegarse de él ni un segundo y cuando era momento de abordar se aferró al omega con fuerza llorando por que no quería que se alejara de él.

Durante los primeros minutos de viaje él omega lloró desconsolado al recordar él llanto de su pequeño, pero las caricias y él confort que Yeonjun le daba sirvieron para tranquilizarlo y que disfrutara de los siguientes minutos abordo del avión. Cuando logró ver por la ventana el suelo italiano su emoción se desbordó y no podía creer lo bella que era la ciudad vista desde arriba y se moría por ver cómo era la ciudad completa. Y ahora que estaba caminando entre las calles de la ciudad estaba tan maravillado con la belleza natural de ella, sus casas tan coloridas y la gente tan alegre y amable con él a pesar de no conocer el idioma.

Ahora mismo se encontraba recorriendo las calles por su cuenta mientras hacía vídeollamada con Yeonjun, ese era el día que el alfa tendría la reunión con los inversionistas y no había podido acompañarlo a recorrer esa zona de la ciudad. Soobin había tenido la brillante idea de hacer vídeollamada y mostrarle esa zona de la ciudad a Yeonjun en lo que comenzaba la junta con los inversionistas. Soobin le mostraba pequeñas cosas que luego planeaba regresar a comprar cuando el alfa tuviera tiempo disponible.

A través de la pantalla el omega pudo notar el suave tono carmesí que cubría las mejillas del alfa, de igual manera las veces que había acomodado su corbata quejándose del calor que sentía que hacía. Para Soobin, esto era bastante extraño, la temperatura estaba bastante agradable e incluso consideraba que estaba un poco frío y una sudadera que usaba era prueba de ello. Por lo que detuvo su andar atento a las reacciones del alfa.

–¿Sucede algo Soobin?

–Eso quería preguntar, ¿estás bien alfa? Te ves..

–Estoy bien Binnie, no te preocupes ¿si?

–¿No puedes posponer la reunión alfa?

–Binnie, estoy bien. De verdad. Tengo que irme, los inversionistas están llegando.

–Voy para allá alfa, te veré en...

–Binnie, tu disfruta lo que queda de la ciudad y nos veremos cuando termine ¿si?

–Te veré allá alfa. Estoy lejos, puedo llegar para cuando termines. Y no, no voy a seguir, estoy preocupado y mi omega está tratando de hablar con tu alfa así que no. Te veré allá y es mi última palabra.–la risita soñadora del alfa no se hizo esperar y asintió.

–De acuerdo omega, te veré aquí. Nos iremos a comer después de eso.

–Esta bien amor. ¡Ahora suerte en tu reunión!

–Gracias amor~

La llamada término y Soobin guardó su celular a la par que regresaba su camino para poder tomar un taxi que lo dejara frente al edificio donde su alfa estaba en ese momento. Durante el trayecto estuvo distraído recordando pequeños detalles de esa mañana,  como el hecho de que Yeonjun quisiera evitar usar el saco de su traje o su corbata por que decía que el calor que sentía era insoportable. Incluso el incremento del aroma por un momento fue lo que lo sorprendió, incluso el alfa se quejó del fuerte mareo que había sentido y a pesar de las súplicas del omega de quedarse en la habitación que habían rentado se negó a hacerlo y dejar en mal su trabajo.

Sentía que algo iba mal, su omega había comenzado a ponerse ansioso conforme se acercaban a la dirección a la que llegaría. La idea de que el celo de Yeonjun se hiciera presente en ese momento lo aterraba. No había una marca de por medio y cualquier omega que estuviera cerca aprovecharía cualquier oportunidad para acercarse y ser reclamados por el aunque sabia que su alfa no lo haría y esperaría por él.