Capítulo XX

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Decir que Yeonjun estaba desesperado era poco. El celo de Soobin había comenzado hace unos días atrás y por más que el estuviera tentado a ir a su departamento, hacerlo suyo y marcarlo respetaría la decisión que habían tomado los dos una semana atrás.

Ambos habían estado de acuerdo que pasar un celo juntos aún era demasiado pronto y su celo estaba a dos meses de distancia, tenía pensado proponerle finalmente el cortejo cuando el celo del omega terminara y concluir con su celo en ese momento.
Estaba planeando todo tan meticulosamente, extrañaba dormir nuevamente con el omega, esa noche había descubierto que el aroma de Soobin por las noches se vuelve muchísimo más dulce y empalagoso y un detalle más, el omega tenía el sueño pesado. Por más que intentó conciliar el sueño no podía, tener a la fuente del aroma que más amaba oler día con día a su lado, cerca de su nariz y a su total disposición lo torturó durante la noche por que si, el omega con tímidez, lo había invitado a quedarse a dormir.

Pudo conciliar el sueño por fin cuando tuvo su rostro en el cuello del del omega inspirando su aroma por completo. Por la mañana siguiente el omega se sorprendió por esa acción, sin embargo sonrió con tranquilidad y volvió a arrugarse pues el aroma de Yeonjun era bastante fuerte por la mañana.
Justo en ese instante Yeonjun estaba buscando un lugar especial donde poderle pedir un cortejo a su omega, debía ser un lugar especial. Soobin no se merecía cualquier cosa, se merecía lo más especial y hermoso que pudiese recibir.

Unos toquesitos a su puerta lo sacaron de su tarea por un momento antes de decir un "pase" regresando su atención a la pantalla. Sin embargo al distinguir el aroma de su padre y el de Jungwoon se levantó inclinando hacía el alfa con respeto, se alejó de su asiento para ofrecerle su silla. Tras ver que el alfa tomaría su lugar se apresuró a intentar cerrar la página que estaba viendo deteniéndose en la vista de un restaurante que no había visto anteriormente y guardó la página.

–¿Que haces viendo restaurantes Yeonjun?

–Quiero llevar a mi omega a cenar, no hemos podido salir y quiero recompensarlo–menos mal había pensado en una excusa con anterioridad.

–¿Sigues con la idea de cortejar a Soobin? ¡Ese omega no te conviene Yeonjun!

–¿A que viniste? Que yo sepa no tienes nada que hacer aquí.

–Dijo que tenía que hablar de algo muy importante contigo. Pero siendo sincero, hasta me parece una falta de respeto para ti y para ese omega que estas cortejando.

–Señor Choi...

–¿Una falta de respeto?

–Yo... Quería... Pedirte si podías pasar mi celo conmigo... Es en el mismo tiempo que el tuyo y sería una ayuda mutua y...

–No. Por supuesto que no–respondió con seriedad, su alfa gruñendo con enojo–, por supuesto que no pasaré mi celo con el tuyo. Ya tengo un omega con el que pasarlo.

–Pero Yeonjun...

–Ya lo escuchaste. Ahora retirate que debo hablar un asunto importante con mi hijo.

–Si señor Choi–con una reverencia temblorosa salió de la oficina. Yeonjun se sentó en una silla frente a él acercandola hasta apoyar sus brazos sobre el escritorio.

–Estoy cansado de él... No deja de rondar y...

–Su padre lo mandará de regreso a Inglaterra, no debes preocuparte por él más.

–¿De verdad?

–Por supuesto. No te mentiría con algo así, tu madre y la suya se opusieron por supuesto pero ambos estuvimos firmes en nuestras decisiones, tu te ves feliz con ese omega al que quieres cortejar y no quiero arruinar tu felicidad cachorro.

Un alfa para SoobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora