Lo Que El No Conoce

Capítulo 33 - El Cáliz de Fuego

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Harry Potter.

Capítulo 33 – El cáliz de fuego

Durante los siguientes seis días, la gran mayoría de los estudiantes pasaron el tiempo libre que tenían en el gran salón, queriendo ver quién se inscribía en el torneo. Harry y Ginny habían estado allí cuando Angelina y Alicia, cuyos decimoséptimo cumpleaños fueron a finales de septiembre y principios de octubre respectivamente, pusieron sus nombres, así como Roger Davis de Ravenclaw, Cedric Diggory de Hufflepuff y Terrence Higgs de Slytherin. Todos los estudiantes de Beauxbatons y Durmstrang habían puesto sus nombres juntos, Beauxbatons en una fila ordenada y Durmstrang aparentemente en orden de importancia del estudiante para Karkaroff, terminando con Viktor Krum que se quedó atrás hasta que sus compañeros terminaron y puso su nombre cuando no había nadie más alrededor de la copa. Por supuesto, también estuvieron allí cuando Fred y George intentaron burlar la línea de edad alrededor del Cáliz de Fuego que impedía la entrada a cualquier menor de diecisiete años.

"Bueno, muchachos", dijo.

"¡Lo hemos logrado!"

"Lo preparé esta misma mañana". Cantaron mucho para diversión de todos los que estaban a su alrededor. Los dos habían estado alardeando en la sala común durante los últimos dos días de que pasarían la línea de edad. Anoche no habían anunciado tan sutilmente que iban a poner sus nombres hoy después de clases, por lo que prácticamente todo Gryffindor estuvo presente para ver esto, junto con un buen número de las otras casas que, por supuesto, habían oído hablar del intento a través de La fábrica de rumores de Hogwarts.

"No va a funcionar". Hermione se burló. Ella había estado tratando de convencer a los gemelos de que no lo hicieran, pero aparentemente no escucharon una sola palabra de lo que ella dijo.

"¿Ah, sí?"

"¿Y por qué, Black?"

"¿Ves esto?" Hermione señaló el círculo blanco alrededor de la copa. "Esta es una línea de edad que el mismo Dumbledore trazó".

"¿Y entonces?"

"Entonces, un genio como Dumbledore no podría dejarse engañar por algo tan tonto como una poción envejecida". Fred y George sonrieron.

"Pero por eso es tan brillante".

"Debido a que es tan patéticamente tonto, ustedes, ratones de biblioteca, no pensarían en protegerse contra él". Estaban tan convencidos del éxito de su plan que voluntariamente se enfrentaron a la bruja más inteligente de su época (y de muchas otras épocas) con un aire de superioridad que no sentó bien a todos los presentes.

"Cuiden su tono, Weasleys". Theo Nott, uno de los pretendientes de Hermione que todavía se creía en la carrera, gruñó. "Debes tratar a la señorita Black con respeto". Fred y George le lanzaron una mirada.

"¿Y qué vas a hacer al respecto, Nott? ¿Hacernos?”

"No tienes la habilidad".

"O el cerebro".

"Además Hermione es nuestra amiga."

"Y Hermione también puede cuidar de sí misma." Disfrutaban incitándolo y, para cualquiera que los conociera, lo estaban disfrutando demasiado.

"Ya basta, comadrejas." Draco intervino, dándoles su mejor mueca de desprecio que después de los últimos años de conocerlo ahora podían ver claramente. "Amiga o no, la señorita Black merece su respeto. Y puedo hacerte las cosas muy incómodas si piensas lo contrario." Los gemelos sonrieron al escuchar el desafío alto y claro.

"Adelante, Malfoy." Dijeron juntos y ahora Draco sonrió, pero por lo demás los ignoró por completo.

"Señorita Black, aléjese de estos rufianes". Draco le ofreció la mano a Hermione. "Nosotros en Slytherin sabemos cómo tratar apropiadamente a una hija de una casa noble y antigua, te lo aseguro. No es necesario que nos acompañe, señor Potter. Se dirigió a Harry aunque no se había movido. "Simplemente estaremos en la mesa de Slytherin. La señorita Black estará completamente segura y bien a la vista de su hermano. Sin otra palabra, se llevó a Hermione.