☆ Capitulo 01

174 17 103
                                    

── ˙ ̟ !!

—Norman!—Una chica corrió en dirección al de ojos azules mientras se aferraba a el, se notaba que era, por lo menos, 2 años menor que él.

—¿Quien eres y qué es lo que quieres?—Norman estaba tratando de separarse de aquella chica, bastante incómodo por la situación.

—Soy dos cursos menor, pero no es importante, lo único que importa es lo mucho que me gustas, ya quiero que seas mi novio!—La chica sonreía ilusa sin imaginarse lo que seguiría.

—Te ves tan patética, aléjate de mí y no vuelvas a hablarme en tu mísera vida—La contraria noto como aquel rostro que veía a los demás con una cálida sonrisa, se veía asqueado, asqueado de ella.

—P-pero yo—Su voz comenzó a quebrarse, sus ojos se comenzaron a poner llorosos, tratando de ser fuerte y contener sus lágrimas.

Quiso continuar hablando, lástima que fue interrumpida por el albino, quien la veía con repulsión.

—Pero nada, vete y no me vuelvas a hablar—La chica comenzó a correr por el lado que vino, liberando finalmente las lágrimas que trato de contener anteriormente.

Mientras lágrimas brotaban de sus ojos y caían por sus mejillas, ella comenzaba a desaparecer de la vista de ambos jóvenes. Quién imaginaría que el podía ser una moneda de dos caras.

Norman era uno de los chicos mas aclamados en su institución, era amable, inteligente y lindo, cualquiera caería a sus pies ¿No? Lo malo es que siempre que alguien se confesaba la rechazaba de una forma sumamente grosera. No era la primera chica que lloraba, ni tampoco sería la última.
Estas chicas habían generado que, tanto el autoestima como el ego del albino, esté por los cielos, llegando a tener la típica personalidad arrogante de su tío, por algo era odiado.

—¿No crees que fuiste muy duro? Podrías simplemente responderle que no y evitar la parte de hacerla llorar—El azabache solo miró a su amigo con una expresión de confusión.

—Es que cuando no lo soy piensan que simplemente no quiero aceptar sus sentimientos y siempre vuelven, tratarlas cortantes es lo mejor así entienden que no tengo ningún tipo de intenciones con ellas, de todas formas no importa que tan malo sea ni cuánto lloren, siempre estarán detrás mío—Ray solo se encogió de hombros mientras retomaban el camino a su casa en total silencio, tratando de ignorar el último comentario dicho por el albino.

[──]

Ya eran las seis de la tarde, Norman y Ray habían terminado las tareas y, como no, se pusieron a jugar algún videojuego, como hacían desde pequeños. Un golpe en la puerta los sacó a ambos de su trance, poniéndole pausa y volteando a verla.

—Adelante—Ray gritó observando quien se asomaba.

—Ray, olvidé decírtelo—Hizo una pequeña pausa antes de seguir—En una hora vienen Yugo, Dina y Emma, se quedarán una semana en casa, quiero tu habitación ordenada—Su madre, Isabella, noto la alegre expresión del chico, al igual que Norman.

—¿Emma? Hace años no la veo—Norman jamás en todos sus años de amistad vio a Ray tan sonriente como en ese momento, ni tampoco escuchado el nombre de esa chica.

—Si, Norman, ya eres parte de la familia, si gustas quedarte a cenar sabes que no hay ningún tipo de problema, yo le aviso a James—El albino asintió agradecido, y sin más que decir Isabella se fue de aquella habitación.

—Oye Ray, ¿Quienes son? Creo que jamás los mencionaste—Posó su mirada en la televisión, esperando que el contrario diera play al juego.

—¿No lo hice?-El albino negó—Que raro, bueno, ellos son mis tíos, Yugo es el hermano de mi madre, Dina su mujer y Emma su hija. Ellos viven en otra ciudad alejada de aquí y son unas cuantas horas de viaje, por eso hace tantos años que no la veo, además que Emma está ocupada los siete días de la semana—Norman volteó a ver a su amigo-En fin, me iré a duchar, no tardo.—

—Espera, ¿Me vas a dejar solo?—

—Norman no seas idiota, tenes 18 años y ya sos parte de la familia, ¿Que te sorprende?—El azabache solo lo ignoro, tomando su ropa y dirigiéndose al baño.

Norman solo atinó a seguir jugando con la consola de Ray mientras esperaba a que este saliera. Para su suerte era de bañarse muy rápido y no demoraba más de 10 minutos.
Así fue como, tal y como dijo, en menos de 10 minutos Ray ya había salido aún con el pelo húmedo.

No le importó mucho, así con el pelo húmedo, tomó lugar junto a su amigo mientras que se sumaba a la partida.
Siguieron jugando hasta que Ray escuchó el timbre, bajó lo más rápido que pudo, siendo seguido de Norman.

—Isabella!—Una hermosa mujer rubia se acercó a abrazar a la azabache.

—Dina! ¿Cómo estás? Que gusto verte después de tanto tiempo!—Se abrazaron unos largos segundos y se pusieron a hablar, hasta que fueron interrumpidos por alguien.

—Hola bruja—Un hombre morocho con algunas canas se acercó a saludar a Isabella.

Los tres adultos se adentraron en la casa, posando su mirada en los dos jóvenes más alejados.

—¿Ray? Que grande estás!—La mujer rápidamente abrazó al chico, notando que incluso la había pasado.

—Hola tía—El azabache no dudo en corresponder al abrazo.

—Cíclope—Como era costumbre Yugo intentó levantarle el cerquillo a Ray, lo hacía ya que sabía que le molestaba, pero no tuvo éxito alguno.

—Hola viejo—Lo miro victorioso mientras el mayor solo rodaba los ojos.

—Norman, ellos son mis tíos, Yugo y Dina—El albino los saludo—El es Norman, mi mejor amigo.—

—Un gusto, Norman—Dina lo saludo alegre, Yugo solo le hizo seña con la mano.

—¿Y Emma? ¿Dónde está?-Observo por todos lados, más la cabellera naranja no estaba por ningún lado.

—Cuando veníamos por la esquina vio una tienda de animales, le fue inevitable no entrar, nos dijo que fuéramos mientras que quedaba jugando con—Dina no pudo terminar, el timbre había sonado—Debe ser ella.—

—Emma!—Isabella abrazo alegre a aquella dulce niña.

—Tía! Te extrañé mucho! Además te traje esto—Sacó la mano que estaba escondida en su espalda revelando un hermoso ramo de flores violetas, unas que Isabella adoraba.

—Ay tesoro, no tenías que! Y por lo que veo la tienda de animales era mentira—Dina aparto su mirada en otra dirección, haciéndose la desentendida.

—Idea de tu sobrina, que decirte—Ambas adultas soltaron una pequeña risa.

Cuando Isabella se alejó a colocar las flores en agua, Emma escuchó una voz muy familiar.

—¿A mi no me vas a saludar o tengo que ir yo?—Apenas vio de quien se trataba corrió en su dirección y se abalanzó, aferrándose a él como un koala.

El chico perdió el equilibrio y ambos terminaron cayendo, aunque realmente no les importaba mucho, solo querían estar ellos juntos de nuevo.

—RAY!—Rápidamente el chico correspondió al abrazo de su querida prima, la había echado mucho de menos.

── ˙ ̟ !!
1171 palabras, actualización los jueves.

¿Por qué Ella? [Dark Noremma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora