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Emma amaneció adolorida, como siempre desde que estaba allí, dormir en aquel frío suelo apenas cubierto por una fina alfombra no era para nada agradable. Era su quinto día allí, cinco días teniendo que aguantar los caprichos de Norman, sus besos y toqueteos que tanto repudio le generaban y, como no, los golpes que recibía al no hacer lo que él quería.
Ella aún no perdía las esperanzas, sabía que sus padres jamás se rendirían con ella, mucho menos sus amigos y Oliver, eran capaces de mover cielo y tierra por ella. Solo esperaba que el momento en que la encuentren llegue pronto, sus energías cada vez eran menos y estaba teniendo una muy mala alimentación.La chica escuchó un ruido en la puerta, sabía lo que significaba, Norman estaba entrando con su desayuno o simplemente para divertirse un rato con ella.
—Buenos días! ¿Como amaneció la chica más linda?—No obtuvo respuesta alguna por parte de la chica, estaba negada a hablarle—Responde mierda!—La tomó por las muñecas, obligándola a pararse, y la tiró bruscamente contra el suelo.
Emma, débilmente, trató de levantarse, intento que fue en vano ya que el albino le dio una fuerte patada en su estómago, haciéndola caer nuevamente.
Emma escupió un poco de sangre mientras respiraba agitada, mantenía su mirada baja, no podía ni verlo, su estómago se revolvía cada que lo hacía. Tenía miedo, pero la impotencia que sentía la estaba matando, no aguantaba más sin poder reaccionar en su contra cada que la tocaba.
—Repito, ¿Cómo estás, linda?—Norman la miraba con la misma cara dulce que cuando entró, ignorando todo lo que había pasado.
—¿C-Cómo crees t-tu?—Emma trataba de levantarse, lo hacía lento y con cautela de no forzar mucho sus manos, estaba débil.
—Pues, yo creo que si comieras más estarías mejor, ¿No lo crees?—Soltó esa maldita risa que Emma tanto odiaba.
—(Estaría mejor si me liberaras y no me golpearas todos los días, creo yo)—Pensó para sí misma.
—Como sea, aquí está el desayuno!—Le extendió una bandeja, Emma negó—No me hagas hacerlo Emma, si no comes por las buenas, sabes lo que pasa, ¿No?—Asintió temerosa y casi al instante, no soportaría una próxima vez.
Comenzó a comer un poco, sabía que si no lo hacía había dos opciones, Norman la golpearía, o, la tomaría como su juguete sexual para satisfacer sus putas fantasías. Llegó un momento que simplemente no pudo más y se negó a comer, estaba cansada y le costaba mucho moverse, inclusive su mandíbula le dolía de solo masticar a causa de la debilidad que tenía.
—Bueno, supongo que te toca un castigo, ¿Verdad?—Norman hizo una sonrisa perversa, Emma sabía cuál de las dos opciones estaba por pasar.
El albino atacó los labios de la menor con mucha brusquedad, generando que Emma suelte un jadeo que fue ahogado en el beso.
—Creo que hoy podríamos llegar a más, no simplemente a besos en los labios, tú me entiendes—Emma se paralizó por completo, no estaba preparada para ese momento, pero si lo estuviera, tampoco quería que fuera con el.
El albino fue descendiendo por su rostro, llegando así a su cuello. No lo pensó dos veces, beso este con mucha intensidad, lamiendo y dando mordidas por este, dejando pequeños moretones que demorarían en irse.
Emma reprimía sus jadeos, eran dolorosos, los dientes de Norman marcaban su piel con tanta violencia que le era imposible no soltar pequeños quejidos.—Deja de callar tus gemidos, son lo que más estuve esperando desde que estás aquí—Norman continuó marcando el cuello de Emma, cuando considero que ya tenía las suficientes marcas para que cualquiera entendiera que le "pertenecía", comenzó a levantar su remera, dejando una mejor vista de su abdomen.
Emma trató de alejarlo, Norman, al notar sus intenciones, presionó más contra ella, deteniéndola.
—Deja de resistirte, sabes que te gusta—Levantó por completo su remera, al estar Emma con sus manos atadas, no pudo quitársela, pero con levantarla le bastaba.
Al continuar subiendo más la prenda no solo veía su abdomen, también veía su brasier y sus hombros ya desnudos. Norman relamió sus labios y continuó esparciendo y dejando marcas en estos. La chica contenía las lágrimas, quería detenerlo, golpearlo y huir de allí, pero simplemente no podía. Sintió como las manos de Norman se acercaban al enganche de su brasier mientras veía su pecho.
Afortunadamente, el timbre sonó, deteniendo al chico y logrando que la chica suspire, más aliviada.
—Justo en este momento—Bufo molesto—Debe ser la criada que viene a limpiar la casa, yo saldré y ella se quedará aquí, ni se te ocurra gritar por auxilio, sabes las consecuencias que tienen tus actos—Norman acomodo la remera de esta y comenzó a alejarse, dejándola recuperando el aliento.
Al escuchar la puerta cerrarse comenzó a llorar desconsoladamente, el dolor en su abdomen cada vez era más fuerte. Con un poco de dificultad logró levantar un poco su remera, al hacerlo, noto los múltiples golpes que tenía en este y lo lastimado que se encontraba.
Sintió pasos cerca de su puerta, era su oportunidad de ser libre... ¿No?Al notar como se alejaban no lo dudo más, comenzó a gritar con todas sus esperanzas, y sus últimas fuerzas.
—AYUDA POR FAVOR! AYUDA! ESE MONSTRUO ME TIENE ENCERRADA!—Los pasos se detuvieron, por un segundo, Emma se llenó de esperanzas al notarlos acercarse a la puerta con una gran rapidez—(Finalmente! Podré ser lib)—La puerta se abrió de un portazo, sus pensamientos se vieron totalmente interferidos al ver de quién provenía aquella silueta frente a la puerta.
—Vaya vaya, parece que no entiendes nena, déjame enseñarte tu lección de una buena vez—Se adentro en la habitación mientras cerraba la puerta.
—¿Q-Que?—Emma estaba jadeando exhausta.
—Linda, no creerías que te dejaría sola ¿Verdad?—La mano del albino recorría la mejilla contraria—Solo había pedido que traigan algunas cosas, para tu desgracia, el repartidor no llegó a escucharte—Sonrió simpático al ver lo ingenua que era, ella solo trago en seco—Esta vez te daré una lección que ambos disfrutaremos, ¿En dónde nos habíamos quedado?—
Norman volvió a levantar la remera de Emma, depositaba besos desde sus hombros hasta su clavícula, de ahí continuaba al otro hombro y así fue su recorrido, dejando nuevas marcas y remarcando las anteriores, asegurándose que demoren en irse. Emma contenía sus jadeos, estaba dispuesta a aguantar lo que sea con tal de que este no cumpla su prometido.
—Detente, por favor...—Suplicaba entre susurros, sabía que era en vano, pero no podía hacer nada más.
—Vamos Emma, no te hagas la difíci—Poso sus dedos en su entrada y comenzó a frotar con delicadeza.
Para tratar de escapar de aquella realidad, trató de imaginarse que por lo menos fuera con su novio y no que fuera con el. Sabiá que, si pasaba lo que precisamente ella no queria, Norman se detendría, pero claro, todo tenía un costo, y estaba segura que sería mucho peor.
—Oliver~—Quedó pálida al escuchar aquello provenir de ella, apenas pensó en que no debía hacerlo, lo hizo, al parecer su idea no salió como ella esperaba...
Norman la fulminó con la mirada mientras clavaba sus uñas por aquella zona tan delicada, llegando a dejar marcas y que inclusive le sangrara un poco, aún siendo provocadas por encima de su pantalón.
Emma soltó un jadeo doloroso, ese dolor, definitivamente, había sido de los peores. Norman sin previo aviso introdujo uno de sus dedos en ella, generando dolor a la chica.—No te preocupes, créeme que después de esto te olvidarás por completo de ese idiota.—
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1280 palabras.Pequeña nota:
No saben cómo estaba llorando mientras escribía esto, posta estoy quedando mal (más de lo normal🤓)
El siguiente capítulo, no va a ser un nuevo día, va a ser este mismo, únicamente que desde la perspectiva de los demás (Gill, Oliver, Ray, Yuugo...)
Yo sé que el capítulo estuvo horrible (no solo por lo que pasó, mi narración también pero bueno)Los tkm🤓💗
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¿Por qué Ella? [Dark Noremma]
Fanfiction──★ ˙ ̟ !! Norman Ratri es un joven de 18 años, estudia en la facultad de derecho junto a su mejor amigo desde la infancia, Ray Grace, que tiene su misma edad. Proviene de una familia millonaria a causa de su exitosa empresa, la cual actualmente per...