¿Por qué Ella? [Dark Noremma]

☆ Capitulo 02

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Mientras que ambos jóvenes estaban en su momento, las mayores los contemplaban con una tierna sonrisa, se notaba el inmenso cariño que sentían el uno por el otro y la gran cercanía y conexión que tenían, pese a los numerosos años sin verse y hablando ocasionalmente.
Yugo solo los veía con una pequeña sonrisa que trataba de ocultar, si su hermana lo veía, estaba seguro que sería motivo de burla.
Pero además de todos ellos, alguien no estaba viendo la escena, o más bien, la veía a ella.

Norman se encontraba viendo a la chica mientras la analizaba de pies a cabeza. No era ni muy alta ni muy baja, llevaba puesto un hermoso vestido color negro ajustado que revelaba parte de su espalda y sus piernas, parecía ser unos 4 dedos por encima de la rodilla. En los pies traía unas hermosas sandalias del mismo color con detalles en plateado.

En cuanto a su físico, tenía rasgos bastante destacables. Sus grandes y hermosos ojos verdes, que rápidamente llamaban la atención, eran muy hipnotizantes, tenían un brillo especial en ellos. Y ni mencionar su hermoso cabello naranja ondulado, lo tenía suelto por encima de los hombros, dando una mejor vista a su espalda.
El chico quedó atontado por aquella chica, y eso que solo la había visto de lejos.

Un ruido fuerte retumbó por aquella habitación, Yugo soltó una carcajada al ver lo que había pasado.

—Eres un idiota Ray, juraste que seguiríamos en contacto!—Efectivamente, aquel sonido fue la bofetada que el azabache se había ganado por parte de su prima.

Las mujeres no tardaron en soltar una pequeña risa, ese comportamiento era digno de Yugo, no era ninguna sorpresa que Emma también lo tuviera.

—Esta bien, la tengo merecida—Se reincorporo, observando su mejilla en el espejo colgado en la pared—Olvide lo bruta que sos, pero que mas se puede esperar si sos hija de esta cosa—Hizo alusión a su tío, la menor sacó la lengua, divertida, mientras Yugo le acariciaba la cabeza.

En cuanto desvió su mirada, sus ojos verdes se encontraron con unos ojos azules, los cuales sorprendió viéndola fijamente.
La chica, inocente, se acercó a el chico de hebras platinas.

—Un gusto! Mi nombre es Emma y soy la prima de Ray—Se acercó a él con una pequeña sonrisa en su rostro.

Norman solo pudo sonreír, mientras hablaba la observaba, era mucho más hermosa de cerca.

—Un gusto Emma, mi nombre es Norman y soy el mejor amigo de Ray—El chico simplemente se acercó a saludarla con un beso en la mejilla.

—Ray, si quieren vayan al cuarto en lo que llega Leslie y hacemos la comida—El azabache asintió y le hizo seña a ambos chicos para subir.

Una vez que los tres estaban arriba, Ray miró a su prima y habló con la obvia intención de molestarla.

—Por lo que veo te llegó la pubertad—Obviamente se estaba refiriendo al físico que Emma tenía, provocando que esta aparte la mirada.

—Lo sé, tengo un grano horrible en la frente y—Hizo un poco de silencio, entendiendo a lo que verdaderamente se refería—Cállate—Ray recibió un codazo por parte de su prima que lo hizo reír, siempre fueron de molestarse en ese sentido.

Por otro lado Norman aprovechó la distracción de ambos y confirmó lo que Ray había dicho. Sacudió su cabeza al ver lo que estaba haciendo, ¿Que pensaría su mejor amigo si se enterara?

Luego de eso, el silencio inundó aquella habitación, por lo que Emma decidió preguntar algo, con la obvia intención de romper el hielo.

—Y bien Ray, ¿Tienes novia, verdad?—Al notar la cara de su primo y la risa que soltó el albino, no le costó mucho deducir lo que pasaba—¿AÚN NO?—

—No me presiones que ya bastante tengo con mamá—Norman estaba llorando de risa, a los pocos segundos la risa se Emma se sumó.

—Esta bien, lo siento—Habló la pelinaranja aún con la voz temblorosa, con su pulgar comenzó a secar sus lágrimas a causa de la risa.

—¿Y que hay de ti? ¿Yugo ya mató a alguien? NO NO ESPERA, ¿El idiota de Oliver aún gusta tuyo?—Norman se sintió Molesto en el momento en que Ray mencionó eso, ¿Por qué? Ni él lo sabía, o bueno, no quería aceptarlo.

—En primer lugar, no llames idiota a Oli, y respondiendo a tus preguntas, nop, no tengo novio por lo que Papá aún no mató a nadie—Norman sintió un gran alivio al escuchar aquellas palabras.

—¿Y Oliver aun sigue como perro atrás tuyo?—Nuevamente esa molestia invadió su interior, pero al menos sabía que no tenía novio.

—Deja de llamarlo así, idiota, pero supongo que ya no gusta mío—Ray solo la miró, aguantando la carcajada sarcástica que quería soltar.

—Emma, tu jamás te diste cuenta que el tonto ese gustaba tuyo y era la cosa más obvia del mundo, seguro aún lo hace—Ray amaba molestar a Emma.

—Si tú lo dices... Y deja de insultarlo!-Emma solo rodo los ojos mientras Ray soltaba una pequeña risa—¿Aún tienes mario kart?—Ray asintió y vio como los ojos de su prima se iluminaban.

—Tienes suerte que tenga tres controles, ¿Norman, juegas?—Al llamarlo el albino solo asintió.

-Claro-Vio como Emma le regalaba una cálida sonrisa y no pudo evitar voltear la cara rojo, ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué se sentía tan nervioso cuando se trataba de Emma?

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El tiempo se pasó volando, cuando quisieron acordar, Leslie ya había llegado y la cena se encontraba lista.

—Chicos, ya está la cena!–Isabella gritó, casi al instante se escucho la escalera sonar.

La cena se pasó volando entre charlas, peleas estúpidas entre Yugo e Isabella, Risas y demás.
Norman solo reía cada que Emma opinaba, pero siempre que lo hacía, una extraña sensación lo invadía. Era tan solo fijar su mirada en ella y una sensación de que alguien tenía una pesada mirada sobre él se hacía presente, siendo que cada que volteaba, nadie se encontraba viéndolo.
Decidió ignorar aquello, supuso que, tal vez, era tan solo un producto de su imaginación.

—Ray, tendrás que compartir habitación con Emma por esta semana, el cuarto de invitados lo van a usar Yugo y Dina—Ray solo miró serio a su madre mientras la chica le hacía una cara burlona.

—No se lo deseo ni a mi peor enemigo—La menor se tapó la boca en señal de molestia y le dio una "suave" patada por debajo de la mesa—EMMA!—

—Oye! El problema es dormir contigo no conmigo, el que ronca eres tú!—El azabache se levantó, ofendido.

—Tenia 8 años y estaba resfriado!—Los dos chicos comenzaron una tonta discusión que terminó en ambos riendo.

Cuando terminaron de cenar, Ray dijo que acompañaría a Norman a su casa ya que no vivían tan lejos.

—¿Vamos Norman?—El chico de ojos azules asintió mientras se acercaba a despedir a la última persona que le quedaba.

—Fue un gusto conocerte Norman!—La niña lo saludo alegre mientras se despedía.

—Lo mismo digo, Emma—Norman se acercó a su amigo, quien ya se encontraba en la puerta junto a sus padres.

—Fue un gusto que vinieras Norman, vuelve cuando quieras!—Norman agradeció y finalmente salió de aquella casa con el azabache.

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