" Una extraña en Summer Beach "

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POV JESSICA

Volví con Lara y me senté. Ella sonrio y dio otro sorbo a la bebida.

- ¿O tu hermano es un capullo o ha pasado algo?- dijo mirándome de reojo.

- Ambas- respondí.

- ¿Y si nos vamos? Después de terminar eso, claro- me miró- Necesitas un poco de aire fresco y yo prácticamente soy nueva aquí, así que me podrías hacer un tour-

- Acepto, me tenias con lo de irnos- sonreí.

Nos tomamos el batido, cogimos nuestras cosas y nos fuimos. De reojo vi como Carla nos miraba, su expresión de dolor me hizo sentir mal por como la hable, pero sigo dolida y enfadada, si vuelvo a hacercarme a ella lo más probable es que vuelva a hablar la mal.

- Paso por casa a dejar esto y vamo, ¿te parece?- asintió.

- ¿No crees que vamos muy rápido? Ya a ti casa...invita me a un café o algo- bromeó.

- Es que yo suelo ir al grano- ella rio.

Seguimos caminado entre risas hasta que llegamos a mi casa. Abrí, deje la tabla en el garaje y subí a quitarme el neopreno y ponerme otra ropa.

- Pasa tranquila- dije yendo al armario.

- Pedazo cuarto- comenzó a mirarlo.

- Es normalito- para mi lo era.

- Lo decía por los instrumentos- los miró.

- ¿Tocas alguno?- cogí un pantalón y una camiseta.

- El piano- se scerco a el- ¿Puedo?- asentí.

Comenzó a tocar algunas teclas sin sentido, pero poco a poco comenzó a sonar una melodía.
La deje ahí me fui a cambiar al baño. Cuando termine volví, ella seguía en la misma posición de antes.

- Estoy lista- la mire- ¿Vamos andando o en coche?-

- Mi casa está en Lake Park- contesto.

- Coche, hay que pasar el lago. ¿Has venido desde allí andando?- negó.

- Me trajo mi hermano, para que lo tengo si no- reímos.

- Pues vamos- ambas bajamos.

Cogí las llaves de mic coche y nos montamos. Conduje mientras que aproveche para hacerle algunas preguntas más, la mayoría de sus abuelos. Fue agradable saber algunas historias, aunque se me hizo raro no verla por aquí. La mayoría nos conocíamos entre unos y otros. Muchos de ellos llevaban viviendo aquí más de ochenta años, como mis abuelos.

Me crié aquí y la única vez que salí fue para celebrar el cumpleaños de mis tíos, que decidieron mudarse a la ciudad.

Veinte minutos después estábamos pasando el lago. Reconozco que era uno de los lugares más bonitos de aquí. Seguí sus indicaciones hasta que llegamos a la casa que mis hermanos y yo la llamábamos " la casa del fantasma". Siempre estaba limpia y arreglada, pero nunca vimos a nadie vivir ahí. Era una de las casas más bonitas de la zona.

Abrió la puerta con un mando y entramos, aparqué el coche delante de la puerta del garaje y bajamos. 

- ¿Estas nerviosa?- preguntó con una sonrisa.

- Si- respondí- Mis hermanos y yo solíamos pasar por aquí y llamarlo la "la casa del fantasma"- reí- Siempre estaba impoluta, pero nunca veíamos a nadie-

- Sería el jardinero y los del servicio que la cuidaban mientras mis abuelos no estaban. Ven, vamos- comenzó a andar hacia la puerta.

Entramos y era más grande por dentro que por fuera, pero con un gusto exquisito, justo el que tenía sus abuelos. Mire todas las fotos, los cuadros y las pequeñas figuras que habían por las mesas del amplio pasillo.

Verano con los DaltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora