Verano con los Dalton

" Primera comida con los Dalton "

POV CARLA

Termine de cambiar me y baje. Al pasar por el pasillo que daba a las escaleras, pude escuchar la música que salía del baño junto con la voz de Jess cantando.

- Deja de gritar, que va a llover- bromeó su hermano Abel.

El salió de su habitación, esta vez con ropa puesta. Me miró con una sonrisa.

- Se llama cantar, como tu no sabes hacerlo, no lo conoces- grito desde dentro.

- Carla opina lo mismo que yo- paso su brazo por mis hombros.

- Mentira- volvió a gritar.

- No le hagas caso Jess, cantas increible- le empuje sutilmente, sandandole una pequeña risa.

- No tardes, que todos estamos esperando por ti- comenzamos a andar escaleras abajo.

Las risas comenzaron a escucharse por todo el lugar. El olor a comida llegó a mi nariz cuando nos adentramos en la cocina.

- Hasta que bajas- dijo su padre- Coge los platos y ves poniendo la mesa- le entego todo y el se lo llevó.

- ¿En que puedo ayudar?- pregunte, apoyando mi mano sobre la mesa.

- En nada- sonrió- Tenemos tres hijos para algo- rió.

- Y mi hermano- añadi, con una sonrisa.

- Oh vamos, si le he dado- grito mi hermano desde el salón.

Oliver me dio una mirada, que entendí como un aviso para que fuese a decirles que apagarán la play. Fui al salón, Mi hermano y Tristan estaban jugando, ambos parecían superconcentrados que ni notaron mi presencia.

- Ir apagando chicos- dije detrás de ellos.

- Un...molento- dijo mi hermano, al mismo tiempo que movía el mando en sus manos.

- Ya..casi...esta- añadió Tristan, imitando el mismo gesto que el.

- ¡SII!- gritaron ambos.

Chocaron los cinco con emoción y me miraron.

- Ya esta- dijo Tristan.

Ambos dejaron los mandos encima de la mesa y fueron hacia el patio. Ayudaron a Abel con los vasos y servilletas. Yo me acerque a Rebeca para ver si necesitaba ayuda con la comida.

- ¿Necesitas alguna mano extra?- ella negó con una sonrisa.

- Pero gracias por tu ayuda- me miro- Aunque, lo que si puedes hacer el coger los panecillos del hornillo. Tienes los guantes ahí encima- los señaló con la mirada.

- Voy- agarre los guantes y me los puse.

Tome la barra del hornillo y tire de ella hacia abajo, dejando que el poco humo que se formó saliera. Tome la bandeja que contenía los panecillo y, al arrastrarla hacia mi, el olor a los parecidos lleno mis fosas nasales. Saque del todo la bandeja.

- Espera que traigo un cueco- dijo Jessica al verme con la bandeja.

Agarró un cuenco del armario y lo puso enfrente mio. Con una de sus manos tomó la punta del papel de horno.

- Cuidado no te quemes- ella sonrio.

- No lo hare- con un tenedor, fue cogiendo los parecidos y los dejó en el cuenco.

El vapor comenzó a salir por los agujeros que dejó el tenedor. Su color tostado indicaba que estaban perfectos, reconozco que eran mis favoritos y, las ansias de tomar uno me mataban por dentro.

- Te han quedado estupendas Rebeca- ella me miró.

- Gracias, pero no las hice yo- miró a su hija.

- ¿Tu?- pregunte sorprendida- Si no sabes ni abrir un huevo- su madre rió.