Umbra | Sombras [Jasper Hale]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 ２４

☆⋯⋯✬⋯⋯ ↠ ✫ ↞ ⋯⋯✮⋯⋯★

𝐒𝐡𝐞⁂

La primera vez que vio la nieve caer era una niña pequeña y apenas podía entender el por qué era tan frío y, sobre todo, el por qué su ropita no alcanzaba para abrigarla por completo. Y la última vez que vio la nieve, había sido cuando visitó el Bósforo y a lo lejos, la ciudad se alzaba en medio de la noche. Cada vez que la nieve caía, el ambiente se pausaba. Ya no había ruido, solo paz.

Por lo tanto, no se sorprendió cuando en medio de su carrera, divisó en el suelo un manto blanco y que crujía con cada paso que ella daba.

Los árboles estaban congelados, a tal punto que su misma corteza se había endurecido por el frío. No había hojas nuevas ni secas. Solo árboles pelados cubiertos de espesa nieve que amenazaba por romper sus ramas.

Pero para la vampiresa, que corría a toda velocidad y teniendo el viento en contra, no se dejó maravillar por el entorno invernal. Tampoco se permitió reflexionar sobre sus vidas pasadas y su experiencia con el invierno. En ese momento ya nada más importaba.

Corrió a tal velocidad que su propia figura se volvió casi imperceptible para el ojo humano, pero aun así no era suficiente. Sentía que estaba corriendo a ciegas, pues no veía por ningún lado a Victoria, y no quería llegar al campamento de Bella por temor a que la pelirroja estuviera utilizándola como cebo.

Bris se detuvo en medio de su carrera y miró en dirección a la batalla. Las nubes todavía cubrían el sector y como ella era un imán, varias nubes se formaron en todas las partes donde la vampiresa estuvo, haciendo que pequeños copos de nieve cayeran desde el cielo.

El ambiente se pausó. Era mágico y tranquilo.

La muchacha ni siquiera pensó en lo hermoso que era presenciar la caída del primer copo de nieve, pues se concentró en encontrar el puente que unía a sus hermanos, ya que al estar lejos de Nur, se le dificultaba esa labor.

Si era capaz de encontrarla mentalmente, podía dar con sus hermanos, y sobre todo con Ölek. Lo necesitaba para encontrar a Victoria.

Ölek

Llamó, pero no hubo respuesta.

Su voz fue como un eco, que se perdió en la inmensidad de su mente, pero cuando estuvo a punto de volver a llamarlo, sintió una caricia familiar que la recibía. Nur.

Bris no necesitó pedirle a Nur lo que estaba buscando, pues rápidamente escuchó la voz de su hermano por toda su mente.

¿Sí?

La vampiresa sonrió para sí misma.

Necesito que encuentres a la pelirroja. No logro dar con ella.

No hubo respuesta.

Pasaron dos segundos y luego diez, hasta que Ölek volvió.

Al noroeste. Esta cerca del refugio.

Bris le agradeció, sobre todo cuando en su mente un mapa se dibujó. Ölek siempre era preciso con la información que daba, y la vampiresa rápidamente estudió el mapa antes de que la conexión mental se rompiera. Tenía que darle un descanso a Nur.

Una vez estudiado, la muchacha inició nuevamente la carrera. Atravesando a gran velocidad el bosque, precisamente en dirección a Victoria.

Olfateó el aire y escaneó la zona hasta que finalmente la pudo encontrar. Estaba demasiado cerca del refugio, pero a medida que se acercó, dio con la presencia de otro neófito mayor. Era joven, pero para un vampiro era simplemente un niño que apenas estaba aprendiendo a caminar. ¿Qué hacía él ahí?