Capítulo 21:
En mi cabeza se quedó su perfume y el sabor de sus besos. Me estaba enloqueciendo por alguien que no era mi novio. Es estúpido vivir lo mismo dos veces, pero siento que esta vez vale la pena. Pablo se atrevió a hacer lo que Mario nunca supo hacer. Quizás solo soy su juguete, me gusta como juega y al final me es conveniente.
Bailaba al compás de una música que sonaba en mi cabeza. Mi hermana estaba tomando una taza de café caliente, estaba perpleja. Ella no sabe que en mi mente me imagino bailando pegadita a Pablo una melodía de esas como las de Disney.
Estar enamorado es una droga, nunca ves el peligro que puede ocasionarte. Solo disfrutas sus efectos al inicio, pero nadie habla del final cuando te gusta vivir eso.
—¿Estas bien?— mi hermana me despertó de mi sueño— .Pareces una tonta, seguro tiene que ver con ese chico que te gusta. ¿Pablo?
—Para nada—mentí avergonzada. Le dije a mi hermana que no tendría una relación con él y solo seríamos amigos— .Solo somos amigos.
—¿Mientes?. Tú no eres así, eras más de música oscura y estas tarareando la canción de la bella durmiente— bromeó y se levantó a abrazarme— .Cuéntame Vicky, sé que es ese chico.
—No—dije fríamente. Ella no se dará cuenta de que rompí la promesa. Bueno, no tanto, un amigo con derecho no se cuenta—.Hoy no lo vi. Estaba en casa de un amigo. Yo solo canto esa canción.
—Ahora sí, hablando serio—su cara y tono comenzaron a preocuparme— .Nuestra madre llamó—no, ese tema no. Mi mente cree que era un tormento menos—. Ella quiere que regreses, dice que su casa tiene mucha suciedad. Ella no tiene tiempo, ni ganas de hacerlo.
—¿Es un chiste?— emití un sonido de frustración. Eso no podía estar pasando— .Ella quiere una esclava y para su mala suerte yo solo su hija.
—Amenazó con venir a buscarte por las greñas— mi cuerpo se tensó. Ella es esquizofrénica y además, estos hematomas son una prueba de lo que ella es capaz.
—Yo no me quiero ir. Mi cara comienza a sanar y ella de seguro va a golpearme otra vez— mi tono era de una leve súplica. Solo quería quedarme con mi hermana.
—Yo no quiero que te vayas, me hace muy bien tu compañía. Me siento mal cuando tienes que dormir escuchándome gemir por dinero.
No era mentira, en el tiempo que llevo aquí escuchar a mi hermana me daba tristeza. Estaba fingiendo orgasmos solo por un par de dólares. Quisiera ayudarla a salir de esa vida, pero solo sabe trabajar con pacientes y en los hospitales fue prohibida su presencia como trabajadora. Su otra opción son cursos de superación, pero son muy caros y ella no tiene buena posición económica.
No queda de otra, volveré a las noches de terror. Ahora al menos tendría donde jugar baloncesto con Pablo. También un cuarto donde escondernos. Una madre que a veces ni siquiera duerme en casa, eso ya era una ventaja. Nada quita el hecho de que tengo miedo. No quiero sentir que en cualquier momento me pueden dar una paliza. Tenía que ser fuerte, no quedaba de otra hasta que mi hermana pueda irse conmigo. Vivir con miedo es un tormento del que pocos hablan.
Fui hasta el pequeño cuarto donde dormía encima de un colchón y un par de sábanas. Mis cosas estaban en una mochila, no quise sacar ninguna hasta que tuviese un espacio para hacerlo. Me iba a ir hoy, no iba a esperar más.
…
La casa estaba solitaria. No había rastro de la bruja Hailey por ningún lado. Entré con los cachetes inflados, me frustraba estar aquí. Una ducha solucionaría todo y ponerme el abrigo de Pablo. Aún había rastro de su perfume, ese olor a él era perfecto.
Llamé a mi madre. Ella me comentó que estaría un tiempo fuera de casa, unos tres días aproximadamente. Era algo realmente perfecto, así iba a estar sin tanta tensión. Podía llegar tarde de jugar baloncesto, después de él ese deporte tiene más sentido. Me puse unos jeans y unos zapatos. Tomé mi pelota y fui hasta la cancha.
Comencé a picar la pelota de un lado para otro. Intentaba recordar los consejos de Pablo. Mirada fija a la cesta, buena postura y una distancia no muy lejana del objetivo o eso creo. La verdad es que estando con él no me concentro. Piqué la pelota en el suelo. Elevé mis brazos en un buen ángulo y tiré la pelota, pero fallé.
Tomé mucho aire y lo retuve en mis pulmones para después soltarlo. Volví a colocar mis brazos en su lugar e hice el ángulo que creí más cercano al que Pablo me indicó. Por un momento quería que él estuviera ahí. Tengo deseos de que sepa que volví a la casa de mi madre y ya tenemos la cancha solitaria. Quiero que nos reunamos y pasar la tarde jugando. También quiero que entre en mi casa y en mis sábanas, desnudo si no es mucho pedir.
—¿Te volviste loca?—sentí la voz de mi mejor amigo detrás de mí.
Le lancé la pelota y solo la esquivó. Camilo odia los deportes, desde pequeño era malo en eso.
— Pensé que ibas a atraparla.
—Sabes que eso es imposible— afirmó buscándola.
—¿Quieres jugar?—negó— . ¿Qué haces aquí?
—Tu hermana me dijo que volviste con tu madre, solo quería saber cómo te sentías con eso.
—Aterrada. Espero que Pablo no sepa el motivo porque el que viví en casa de Sofía.
—No, ni siquiera sabe que tú te irás en unos meses— me tranquilizó eso, era mejor así—. Es una mentira, tarde o temprano lo va a saber.
—Quiero estar lejos cuando eso pase— miré a mis zapatos desanimada— .Es mejor así— trataba de convencerme.
…Narra Pablo…
Estaba junto a mi mamá esperando en el súper porque había mucha gente delante de nosotros, no le gusta venir sola. Mi hermano mayormente es quien la acompaña, pero Max tenía entrenamiento de natación. Carolinita miraba para todos lados, al parecer ella estaba tan aburrida como yo. Me prohibió usar el móvil, le sigue mucho el juego a internet.
Tomé uno de los envases para mirarle la etiqueta, estos capitalistas si saben ganarse los clientes. Era solo un plástico grande con una etiqueta rara que decía “leche”, pero en inglés. “Con milk quería llenar a Victoria” contuve un poco la risa.
—¿Por qué te ríes del envase?— preguntó mi madre confusa.
—Solo recordé algo— confesé dejando la leche en la cesta.
—Evita hacerlo en público o te llevaran al hospital psiquiátrico—bromeó y comenzó a mirarme de una forma extraña—. ¿Quién es Victoria?
—¿Beatriz te contó? Menuda psicóloga traicionera—bufé.
—¿Por qué ella sabía y yo no?— reclamó molesta, hacía berrinche como una niña.
—Porque tú le pagas para escucharme— respondí risueño.
—Pero yo soy tu madre. Yo lo hago gratis—dijo abrazándome.
—Madre, mejor detente o quien terminará en el hospital psiquiátrico serás tú. Yo te hablaré de ella, pero solo es mi amiga.
—Es la primera vez que dices dormido el nombre de solo una amiga— hizo énfasis en la palabra "amiga" y su mirada era pícara. Ella no es alguien de esperar.
—¿Entraste a mi habitación?—asintió— .Bueno, ella me gusta. Solo somos “amigos” y seremos— hice énfasis en esa palabra, que se notara que había algo más.
—Quiero conocerla, si no es molestia para ella.
—De hecho, quería meterle en casa sin tu presencia—dije burlón, o eso fingí hacer.
—No te golpeo porque hay personas y no quiero ir a la cárcel.
—No te preocupes, yo le diré que vaya a la casa. Le gustan las galletas, quizás deberías hornear algunas.
—¿Ella será mi nuera?— negué—.Entonces le tocará comer cualquier postre.
…Nota de la autora…❤️
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo… Besos.....................................
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No hay diferencias en el amor©️ [Completo]✔️
RomanceLa historia de dos chicos que creían ser diferentes, pero juntos eran la pareja ideal, la pieza que necesitaba el rompecabezas de sus vidas. Romance y enseñanzas de vidas, pero ¿Tendrá está historia un final feliz?