Capítulo 12:
...Narra Victoria...
No podía concentrarme en el experimento que estaba realizando junto a Sarah, la chica de cabello lacio color rubio y piel como papel, se esforzaba mucho en lo que hacía. Prácticamente ella lo estaba haciendo todo sin mi ayuda. Yo tenía la cabeza en las nubes.
No se escapaba de mi cabeza esa escena donde casi logro besar a Pablo. Ha pasado un tiempo desde que nos llevamos mejor. En vez de verlo como un amigo, lo estoy mirando con los ojos del corazón. Quisiera no ilusionarme tan rápido. El chico de los espejuelos negros había logrado que ya no pensara en la persona que creí amar de verdad.
Observaba por la ventana, estaba en cualquier lugar mentalmente, menos en la clase de física. Las hojas de los arboles bailaban gracias a la brisa que estaba haciendo. Muchas de esas hojitas iban cayendo marchitas, casi llegaba el invierno y se esperaba que este año hiciera mucho frío. Redondo Beach suele ser así según la época del año. Incluso, en verano hace mucho calor.
—¿Estás bien?— sentí a Sarah preguntar— .No te ves bien desde que llegaste.
—A parte de que llegué tarde, un poco entretenida—bromeé tratando de forzar una sonrisa.
—Tu eres muy loca— dijo ella agitando su cabeza— .Por eso nos llevamos bien.
Sarah y yo nos llevábamos bien siempre. De mi salón de clases era alguien que tenía fama de tranquila, pero cuando ella se siente segura con las personas a su alrededor saca la fiera que lleva dentro. Además, nuestros padres trabajaron juntos y nuestra amistad es algo vieja.
—Tengo ganas de que acabe esta clase—dije apoyando mi cabeza en el hombro de Sarah.
—Imagínate yo las ganas que tengo. Tú al menos llegaste veinte minutos tarde. Este profesor nuevo es algo aburrido.
El nuevo profesor parecía una sábana de poliéster mal tendida en una cama. Su vestuario era algo anticuado y lo único que me gustaba de él eran sus espejuelos negros, muy parecidos a los de Pablo. El señor era algo aburrido, aunque se notaba que era muy noble. Esperaba el final de la clase para acercarme y pedirle perdón, mi ausencia no fue a propósito.
Sonó el timbre y esperé que todos se marcharan para acercarme al señor ¿Suárez? ¿Rodríguez? O ¿quizás González? No sé su nombre, me he perdido la presentación.
—Buenos días profesor— dije educadamente, trataba de buscar su atención— .Quería disculparme con usted por llegar tarde a su turno de clases.
—Puedo creerte cualquier justificación extraña, pero prefiero que me digas que no querías venir a que me mientas.
—En realidad, no me ausenté porque me guste hacerlo. Como sabe nuestra escuela no tenía profesor de física y casi siempre este turno era sustituido. Supe que usted estaba aquí porque mi compañera de laboratorio me envió un mensaje preocupada.
—¿Tienes como mostrarme?— asentí y comencé a buscar mi móvil—. No tienes que mostrarme el mensaje, vi que estabas firme en todo momento. Mi nombre es Fernando, espero llevarme bien con usted.
—Soy Victoria. Es un placer conocerle— estiré la mano que tenía libre y él cortes me respondió el saludo— . Gracias por entender.
— Solo espero que no vuelva a suceder, puede marcharse.
Pablo me esperaba a la salida del laboratorio. Estaba apoyado a la pared con sus brazos cruzados y su mirada fija en el suelo. Estuve unos minutos observándole, de vez en cuando pasaba la mano por su cabello y entendí porque siempre estaba despeinado.
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No hay diferencias en el amor©️ [Completo]✔️
RomanceLa historia de dos chicos que creían ser diferentes, pero juntos eran la pareja ideal, la pieza que necesitaba el rompecabezas de sus vidas. Romance y enseñanzas de vidas, pero ¿Tendrá está historia un final feliz?