Un normie entre excluidos- Miércoles x Tn

1-Beso

En el instituto, ninguno se metía ya con Tn pues los abusones dijeron que se habían cansado de acosar al joven cuando en realidad tenían miedo de que la chica les diera otra paliza. Habían aprendido por las malas y ahora estaban asumiendo que era mejor no meterse con él.

Tn disfrutaba por fin de una buena tranquilidad en clases, se iba con sus amigos que eran pocos pero lo pasaban muy bien. Tras estar con ellos tomando algo regresó a casa. No había ido a comer pues la comida fue en una cafetería.

—Mamá—dijo—ya estoy.

Al entrar en las pastelería vio a su madre quien le dio la bienvenida y allí parada estaba Miércoles, la chica que le salvó la vida.

—Hola—saludó alegre—¿qué te trae por aquí?.

—Enid me ha pedido más pasteles, esa loba no para de zampar—explicó la chica relajada.

—Ya veo—rió divertido este—¿sabes?, desde lo del otro día, ya no me intentan atacar en el instituto, realmente eres buena peleando y muy dura.

—Lo sé—dijo en su tono habitual y recogiendo la bolsa.

Cuando iba a salir por la puerta, este le detuvo.

—Oye, ¿te puedo invitar a algo por lo del otro día?.

Ella le miró durante unos segundos.

—Tengo tiempo hasta que llegue el autobús, supongo que aceptaré tu oferta—respondió.

—Dame unos segundos que deje la mochila.

El chico fue a su cuarto, dejó las cosas del instituto y se cambió.

—Ya estoy—dijo—adiós mamá.

—Hasta luego, tened cuidado.

Los dos empezaron a caminar hasta la cafetería más cercana, la única que había en el pueblo sino se contaba la del instituto. Miércoles no tenía muy buenos recuerdos del lugar, pero la situación mejoró cuando tomó el lugar como una forma de afrontar el error de haberse enamorado. Se juró que no volvería a cometer ese mismo error y ser tan débil.

Se sentaron y pidieron un café. El chico le preguntó que tal era estar en Nevermore y ese tipo de cosas para saber más sobre ella. Miércoles mantuvo los ojos puestos en él un poco, seguía notando en su interior algo, no sabía muy bien el que era.

—Me recuerdas a Enid, optimista y sonriente—este se rascó la mejilla.

—¿Es un halago?

—No exactamente...bueno...según como lo mires.

Dicho esto, le contó cosas de Nevermore mientras tomaba su café. Cuando terminó de contarle, para su sorpresa vio que había estado atento, sin beber y mirándola con esa sonrisa suya. 

—¿Y qué clase de poderes tienes?—preguntó este.

—Tengo visiones...sobre el futuro...y suelen ser negativas—respondió relajada.

—¿En serio?.

Ella le contó como ocurría.

—A ver, tócame—extendió su mano.

Ni ella misma supo porque accedió pero lo hizo y al hacerlo, tuvo una visión.

En ella se veía a sí misma sentada encima de Tn y besándose con pasión. Le acariciaba la cara mientras jadeaba y susurraba su nombre. 

—¿Estás bien?—por suerte nadie se fijó en ella y regresó a su estado—que susto me has dado.

Ella respiró varias veces antes de volver a la calma.