Un normie entre excluidos- Miércoles x Tn

20-La pasión de la loba (+18)

La obra en cuestión fue montada y preparada tras varias revisiones. Miércoles saludó a Tn cuando llegó, realmente estaba impaciente por ver a su chico actuar. Quería ver su faceta artística y mirar de lo que era capaz.

Tn era el protagonista, un príncipe enamorado de una bella dama que era Enid. Realmente fue algo entretenido de ver. Bianca hacia de malvada, Xavier era el ayudante de la sirena mientras que Tn contaba con la ayuda del torpe Eugene.

—Oh bella dama, al fin juntos—dijo tomando sus manos—os amo desde el primer día que os vi.

—Mi corazón es vuestro noble príncipe—se besaron ante los aplausos de la gente.

Fue una típica historia de amor. La mejor parte para Miércoles fue ver la muerte de Bianca y Xavier, algo normal en ella.

Terminaba la obra, salieron los actores a dar las gracias por todo el apoyo recibido y saludar a todos. Se hicieron muchas fotos e incluso tras marcharse el público salvo la gótica, se pusieron a jugar con las espadas.

—Has estado muy bien—felicitó la pelinegra a su chico.

—Gracias—aún llevaba puesta la ropa de la obra.

Charlaron un rato mientras los encargados de la obra desmontaban todo. Tn bebía agua, estaba muy cansado pero satisfecho de haberlo hecho muy bien. Encima se había divertido.

Pero todo lo bueno se acaba y tenía que regresar a casa. Así que se cambio y se marchó no sin antes despedirse de su amada.

Unos días pasaron y la tienda de los padres de Tn se tomaron unos días de vacaciones. Ellos se marchaban a un pequeño viaje de pareja dejando a este solo. Cuando se fueron, al cabo de un buen rato llegaron Miércoles y Enid.

—Tenemos un problema—dijo Miércoles.

—¿Asesinatos?

—No, pero ojalá fuera eso. Se trata de Enid.

Este le miró una vez estuvieron en su cuarto.

—Estoy pasando por una etapa...de celo—dijo finalmente ruborizada.

—Si, y es insoportable. Así que te pido que te hagas cargo de ella

—¿Eh?

—Piensa que es como cuidar de una mascota

—Ya...pero yo no lo hago con mis mascotas...

Enid se acercó y le rogó con los ojos. Le lamió las mejillas mientras acariciaba su pecho. Este suspiraba con cada caricia, mimo o beso de la loba.

—He aprendido donde tienes tus puntos débiles...—agarró la entrepierna del chico—piensa que es un trabajo...poner la barra de pan en el horno—le dio un mordisco en la oreja.

—Enid...Miércoles...no sé si...esto es buena idea...

—El otro día en la mansión no tuviste reparos, por no hablar de que tus hormonas están por las nubes—comentó la pelinegra quitándose la ropa.

Enid se separó un poco, se quedó desnuda y se puso sobre la cama en cuatro mientras movía sus caderas.

—¿No te importa que muerda la almohada verdad?—preguntó en un tono tan erótico como irresistible para Tn.

—¡A la mierda!.

Tomó las caderas de la joven con sus manos antes de meter su miembro en ella. Enid dio un gemido de placer antes de morder la almohada. Miércoles besaba la espalda del chico mientras veía las fuertes embestidas de este.