7-Dejarse llevar...

2.2K 200 57
                                    

Miércoles estaba allí parada. No creía que aquello fuera real, ¿acaso era una visión?. Las sabía diferenciar cuando podía distinguir algo real de lo que no era, pero en este punto...era tan real.

—Yo...iré—dijo finalmente.

La cara del chico cambió radicalmente a una sonriente. Y de nuevo, el cuerpo de la joven empezó a sentirse más cálido, más...¿alegre?. Tn le dijo la hora pero como el autobús tenía que ponerse el marcha acordaron hablarlo por teléfono.

Se quedó allí mirando al vehículo marcharse hasta perderlo de vista. Luego regresó al interior hasta llegar a su habitación. Sentada sobre el borde de la cama permaneció pensativa, las cosas habían cambiado tanto que no se lo terminaba de creer. Cosa le preguntó que le ocurría y si podía ayudar en algo, o mejor dicho, echar una mano.

—Estoy pasando por esa fase de adolescente que se enamoran volviéndome débil...merezco ser torturada y asesinada de una forma cruel—respondió.

La loba entró al dormitorio al cabo de un rato y al verla, le preguntó que le pasaba.

—¿Prometes no decir nada?—ella asintió—se trata de Tn.

—¿Le ha pasado algo malo?—la gótica negó.

—Verás...

Miércoles le puso al día, las conversaciones con su madre y demás. Enid iba esbozando una pequeña sonrisa a medida que escuchaba la historia.

—Entonces...¿Te gusta Tn?—preguntó sonriente—oh vamos...es un buen chico.

—Solamente quieres que salga con él para que te siga dando bollos

—Bueno...eso aparte. Pero tarde o temprano debes afrontar los deseos de tu corazón. Entiendo que con Tyler te llevaste un chasco, pero Tn se ve bueno

—Demasiada buena persona...pienso encontrar la pieza que me muestre como es realmente

—¿Tienes que pensar mal de todo el mundo?

—Si, así me evito errores.

Charlaron un rato y se acostaron luego de cenar. Miércoles tuvo alguna que otra visión sobre Tn pero no terminó de recordarla al despertar.

En la tarde estuvo ya vestida cuando Enid le preguntó si quería que le prestase algo más colorido. Abrió su armario dejando ver su vestuario.

—Claro que no, no pienso ser un arcoiris humano—dijo ella—además, solo hago esto para dar con su auténtico ser.

La loba le dijo que un poco de color no le hacia daño a nadie. A pesar de los muchos intentos, la joven no logró convencerla. Cosa estaba leyendo mientras observaba la escena de fondo, le resultaba difícil asimilar el cambio de la amistad de ambas. Ahora Miércoles toleraba un poco más a Enid, aunque no tanto como le gustaría.

Llegó a Jerichó antes de lo previsto y avisó a Tn quien no tardó demasiado en aparecer con una sonrisa en su cara.

—Hola—dijo—aún queda un rato para que empiece la película.

—Vamos pues a tomar algo, tengo sed—dijo ella marchando rumbo a la cafetería.

Estando sentados, el chico estaba nervioso mientras que ella mantenía su fría mirada. Eran las dos caras de una moneda.

—¿Por qué yo y no Enid?

—¿A qué te refieres?

—A pedir una cita, yo odio el amor...detesto el amor

—¿Por qué?

—Te hace ser débil, patético e idiota.

Tn dio un sorbo.

—No creo que sea así, el amor puede con todo...te hace defender a todo lo que amas...y hay muchas clases de amor. Tus padres harían lo que fuera por ti por ejemplo, y eso es amor.

Mantuvieron ese tema de conversación hasta que llegó la hora de la película.

Tn había elegido una de aventuras cómica ya que de miedo no había. Miércoles tuvo que aguantar ver aquello, una sala de cine riendo, aplaudiendo y divirtiéndose. Para Tn era algo entretenido mientras que para ella era una tortura. Algo que en cierto modo...le gustó.

Al salir, estuvo escuchando los comentarios de Tn sobre la película. Hasta que llegó cierto comentario por parte del chico.

—Oye, tengo un regalo para ti en mi casa, ¿quieres verlo?—ella le miró durante unos segundos.

—Está bien, aún quedan un par de horas para irme—contestó de manera seria.

Al llegar, saludó como siempre a los padres de este y fueron al cuarto. Allí vio la cama y de nuevo tenía esa visión. No podía creer que de nuevo le viniera...estaba ya cansada de ello.

—Aquí está—dijo sacando un libro.

Pero no era cualquier libro, sino uno del autor favorito de Miércoles y encima una edición muy difícil de conseguir. Tn le dijo que un amigo de su padre tenía una biblioteca y que se lo dio ya que este autor no era tan de su gusto.

—Realmente has logrado sorprenderme—comentó mirando el ejemplar.

Ambos se sentaron en la cama tras dejar el libro y le preguntó si quería algo de bollos. Ella negó pues había comido antes palomitas y no quería comer nada.

Miércoles se levantó y se puso frente a Tn, mirándolo.

—¿Ocurre algo?

—Tn...¿eres un excluido?, quiero que seas sincero

—No, soy un normie...¿por qué la pregunta?.

La pelinegra no dijo nada, solamente le miraba de esa manera tan suya. Tn empezaba a ponerse nervioso y se rascaba la mejilla.

—Miércoles...me estás asustando

—No entiendo lo que pasa conmigo...desde que te conozco...todo ha cambiado

—Espero que a mejor je,je.

Recordaba esa escena en su mente, la cabeza no dejaba de repetirla. Entonces, se sentó sobre este.

—Quizás me haya vuelto loca y caído a un abismo de locura—Tn se puso rojo al tenerla encima—solamente hay una forma de comprobarlo.

—¿Y cuál es?

—Está...—susurró mientras lo tomaba de la camisa para besarlo.

Tal vez se había vuelto débil o tal vez era que estaba ya cansada de las visiones hasta tal punto que su cuerpo y mente dijeron basta. Miércoles pensó que esa sería la única manera de averiguar de una buena vez lo que le pasaba a su corazón.

El chico por su parte estaba muy sorprendido pero no le molestaba. Poco a poco fue besando más profundamente a la joven que le susurraba algo que ya se repetía en su mente desde las visiones.

—Más—dijo—quiero más besos.

Le mordió los labios y luego besó el cuello de la gótica el cual estaba frío mientras ella alzaba la cabeza dejando escapar algunos suspiros. Tras unos pocos minutos, Tn se quitó la camisa y ella igual pero también la falda. Ahora estaba en ropa interior.

—No puedo dejar de besarte—le susurró ya dejándose llevar.

El chico deslizó sus manos por la espalda hasta llevarlas al cierre de su sujetador.

—Hazlo—le exigió la chica.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

PD: Lamento sino actualizo más seguido pero estos días, cosas personales y demás apenas tengo mucha inspiración para escribir.

Un normie entre excluidos- Miércoles x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora