Un normie entre excluidos- Miércoles x Tn

4-Negación

La comida aquel día sería tranquila, a diferencia del año pasado, no habría detenidos ni nada. Tn estaba terminando de repartir las cajas y sacando todo de su interior para dárselo a los trabajadores que los iban colocando en platos para servirlos. Ese año con el ingreso de los nuevos estudiantes y plazas, eran muchos más, por lo tanto la cantidad era superior.

—Vale, eso va allí—dijo Tn ayudando a los trabajadores—¡Enid deja de intentar coger esos bollos!—le dijo a la loba que se había acercado a una de las cajas.

La familia Addams comía tranquilamente, Miércoles miraba al chico quien estaba trabajando y a la vez pensaba en todas sus visiones. ¿Cómo iba a acabar estando con un normie tan débil, patético e indefenso?, ¿y sino era un normie?, ¿estaría usando algo para engatusarla?. La visión de ambos besándose no dejaba de aparecer en sus sueños. Eran tan reales y poderosas que podía sentir en su espalda las caricias del joven.

—Miércoles, te noto muy pensativa—dijo su madre interrumpiendo sus pensamientos.

—No es nada—contestó mientras la mujer la miraba con una sonrisa.

La familia le contaba a la joven las noticias en su familia. Su tío seguía en busca y captura, Pugsley no había sido molestado de nuevo y la fortuna de la familia no hacia otra cosa que crecer por los negocios familiares.

Tras terminar el trabajo, Tn se acercó a la familia.

—Espero que todo se encuentre a su gusto—comentó sonriente.

—He de decir que está todo delicioso, dime algo, ¿lo haces tú?—preguntó la mujer.

—Si—asintió—nuestra pastelería es conocida y la directora siempre encarga todo a nuestro negocio. Tratamos de darles la mejor calidad posible a nuestros clientes.

—Que caballeroso—dijo el padre—espero que nuestra hija no te haya torturado.

—No, no sabía eso—miró a Miércoles—¿torturas personas?.

—Por supuesto, es mi pasatiempo favorito—su leve sonrisa daba miedo.

—Yo creo que en el fondo no eres tan fría—al decir eso a Pugsley se le cayó un bollo—creo que bajo esa coraza se esconde una chica dulce como estos pasteles—esbozó una gran sonrisa.

Los padres de Miércoles se miraron y luego a su chica. Miércoles le miró enfadada por aquellos halagos. La joven intentó tomar el cuchillo pero cuando quería hacerlo...no pudo. La mirada del chico en lugar de provocar un odio, generaba todo lo contrario.

—No soy dulce, no te confundas—dijo enojada—podría matarte si quisiera.

—Ya veo...—dijo este—lamento si te he ofendido.

—Enid está tratando otra vez de robarte—él miró.

—¡Enid!—dijo molesto.

—¡Oh por favor, solo uno más!—él decía que las garras quietas.

Miércoles se alegró de que se fuera pues no sabía como iba a salir al paso de aquella situación.

—Me cae bien ese chico, sincero y amable—dijo Pugsley.

—A mi no—se cruzó de brazos—es débil. No duraría mucho en la mansión.

—¿Acaso quieres que venga a casa?, ese es un gran paso—dijo Morticia.

Miércoles se percató de ese error.

—Podríamos apostar a ver cuanto dura—miró a otro lado—ahora sigamos comiendo.

La despedida de los padres de Miércoles fue tal y como esperaban, recibiendo los cortantes y fríos comentarios de su hija. La mujer tuvo con ella una conversación y le dijo que por mucho que tratase de evitar el destino, al final de una manera u otra acabaría sucediendo.

—No pienso estar con el normie—dijo ella enfadada por el tema—no necesito a nadie a mi lado para ser lo que los humanos llaman felicidad.

—Mi tormenta de veneno, ese chico puede ser la llave que abra tu corazón a un mundo de color

—Esa es Enid, y mira como le va, siempre tan alegre y optimista que dan ganas de vomitar.

Ambas se miraron y Morticia negó con la cabeza.

—Tarde o temprano tus visiones se harán realidad, si te has visto besando con ese chico...

—El amor es para débiles y estúpidos, y ya lo comprobé.

Pugsley le dio un abrazo.

—Adiós Miércoles, cuida de ese chico, se le ve buena persona

—Lo voy a torturar de tal manera que deseará morir, pero eso es lo mejor, que no ocurrirá—esbozó una sonrisa.

Tras la despedida y abrazo con su padre, la joven se marchó al interior cuando vio a Tn descansando con Enid. Él finalmente le dio unos cuantos bollos para que dejase de intentar robarlos de las cajas.

Lo vio reír, sonreír...esa maldita y asquerosa sonrisa tenía algo que desataba una furia en su interior. Estaba dispuesta a averiguar el motivo. No podía ser amor, se negaba a ello, debía ser un excluido entre normales...como Tyler.

Tn se despidió de ambas al cabo de un buen rato pues debía volver a Jerichó.

Enid llegó agotada y se tumbó llena sobre la cama. Decía que Tn era casi tan dulce como sus bollos, lo que provocó un poco de celos en ella.

—Tn es débil

—Es simpático, te pega como pareja

—Enid...no digas tonterías.

La joven loba le fue contando cosas que había descubierto sobre él. Realmente era una chismosa, mejor conocida como reina de los chismes.

Tras unas horas más, se fueron a dormir.

Esa noche Miércoles soñó que estaba con Tn. Otra vez una visión o un sueño. En este, ambos disfrutaban de una película en su casa, en la habitación...cuando sintió la mano del chico posarse sobre sus caderas y arrimarla a él para besarla.

Ella, en lugar de alejarse, lo disfrutaba y se colocaba encima, pidiendo ser besada más veces a lo que él respondía únicamente con una gran sonrisa. La intensidad de los besos era tal que se iban desprendiendo de la ropa hasta quedarse en ropa interior. Miércoles le mordía el labio, deseaba comerse a ese normie.

Justo cuando le iba a desabrochar la parte de arriba, despertó. Estaba sudando, se miró y estaba en su cama. Aquello no podía ser el futuro, se negaba. Sentía un sudor recorrer su cuerpo mientras se examinaba. El corazón le latía con fuerza.

—No...no puede ser...¿qué me está pasando?.

Enid seguía dormida y trató de volver a conciliar el sueño. Las visiones eran muy reales, incluso el tacto era casi real. Tn tenía algo que captaba su atención. Cuanto más negaba, más fuerte eran las visiones.

—Esto no puede estar pasando.

A la mañana siguiente se fue a Jerichó, debía encontrar algo que le ayudase a comprender por que Tn era ahora su debilidad. Le iba a investigar.

Continuará...