Un normie entre excluidos- Miércoles x Tn

5-Investigando

Miércoles se quedó desde la distancia cuando vio al chico acompañado por unos amigos, como siempre sonriendo a estos y pasando un rato divertido. Tras un rato caminando, se separó de ellos para volver a casa. En su camino ayudó a una mujer a la cual se le cayó unas bolsas e incluso la acompañó hasta su portal. Luego fue hasta la tienda-casa. Su madre estaba algo ocupada así que enseguida se puso a atender a las clientas para reducir la carga de trabajo.

Hasta el momento no había visto nada extraño en él, pero deseaba seguir investigando. No se iba a dar por vencida, pensaba que en algún punto mostraría su verdadera cara o que tendría poderes de excluido. Pero nada de nada, quedándose desde su sitio miraba a este atender con esa maldita, asquerosa y estúpida sonrisa. Pero era algo que no podía dejar de mirar.

—Hola—dio un salto y miró atrás—lamento haberte asustado, ¿no eres la amiga de Tn?.

Enseguida lo reconoció, era el padre de Tn.

—¿Vienes a verlo?—ella estaba en silencio—venga, seguro que se alegra de verte.

Ella aceptó para seguirle el juego, por lo menos no había descubierto que lo estaba siguiendo y observando todas sus acciones..

Al entrar, saludó a todos y a su esposa. Enseguida se metió al horno no sin antes decirle a Tn que se había encontrado con su amiga.

—Hola—dijo—enseguida estoy contigo.

Miércoles se sentó en una de las sillas cercanas mientras miraba al joven trabajar, hablar y ser amable con los clientes. Desde su posición, era lo mejor ya que así lo podía investigar de cerca al poder ver todo. Miraba sus ojos, esperando que diera muestras de poder o recitase un conjuro en voz baja de tal forma que no lo pudieran escuchar.

Tras atender a todas las personas, el chico respiró para relajarse.

—Perdón por la espera—dijo—¿quieres tomar algo?, acabamos de hornear algo.

—Ciertamente tengo algo de hambre, espero que no sea molestia—respondió con su habitual mirada. No quería levantar sospechas así que aceptó.

—Ok, vamos a mi habitación.

La gótica pensó que era buena idea, quería ver la habitación de este para saber más de él, ¿qué mejor forma que ver su habitación?.

El lugar era limpio, ordenado y algo parecido al de Enid. La joven se sentó en una mesa que tenía para jugar a juegos de mesa. 

—Enseguida te traigo algo—dijo feliz y sonriente.

Al salir, ella revisó unos cajones y papeles, pero nada que saliera de lo común. Lo hizo rápido y enseguida regresó cuando escuchó las pisadas de las escaleras. Por un segundo, sus ojos se fijaron en el borde de la cama y enseguida aparecieron las imágenes en su cabeza de los besos y caricias. Tn al entrar le preguntó si se encontraba bien al verla tan seria y pensativa.

—Si, estaba pensando en unas cosas—dijo.

—Aquí tienes—el olor de la comida inundó la habitación.

—Gracias.

Se pusieron a comer mientras el chico le iba contando cosas del instituto hasta que se percató de que ella no había dicho nada desde hacia un buen rato.

—Lo siento, no he parado de hablar de mí—dijo avergonzado.

—No te preocupes—replicó.

—¿Y qué has venido a hacer aquí?, ¿a la biblioteca?—ella asintió—si que te gustan los libros je,je. Ah, cierto, querías ser escritora.

Enseguida Miércoles le dijo que quería saber la clase de libros que tenían en la librería de Jerichó, simplemente curiosidad y que tras ir pasó por la calle de la tienda de Tn. Una buena tapadera que Tn se tragó. Miércoles necesitaba urgentemente saber de él, ¿por qué no podía dejar de tener esas visiones?, se negaba a pensar que podía enamorarse de ese normie.

—Voy a cerrar la ventana—comentó poniéndose en pie—empieza a hacer algo de frío.

Luego encendió la estufa un poco.

—¿Tanto odias el frío?

—No, pero no quiero resfriarme

—Entiendo, eres débil

—No soy tonto, no quiero morirme

—Todos morimos

—¿No eres muy sociable no?

—Por supuesto que no, odio a la gente

—¿Me odias?.

Al preguntar, puso una cara y ojos que Miércoles sintió una punzada de dolor en su pecho. Normalmente amaba ese dolor, pero ahora no podía sentirlo. Le dijo que no, que no le odiaba, pero que a mucha gente sí. Salvo a algunos de la academia y él, el resto de personas resultaban ser bastante molestas y odiosas.

—Pues menos mal que no trabajas cara al público—dijo este—creo que matarías a alguien.

—No suena tan mal—replicó.

Estuvieron un rato charlando, Tn le contaba cosas sonriente sobre sus gustos y películas a la par que le preguntaba a ella que le parecían.

—Mis gustos son peculiares, prefiero las de miedo, sangre y donde la gente acaba muerta—dijo tan relajada que Tn se impresionó.

—Vaya...increíble...eres tan diferente a Enid

—Enid es demasiado inocente y optimista, pero me he acostumbrado a ello

—Aunque comes mucho igual que ella.

Ese comentario a otro le habría costado un ojo, en cambio no podía hacerle nada. Se sentía incapaz. 

La lluvia empezó a caer sobre los cristales y este bajó la persiana. 

—Según el tiempo lloverá unos cuantos días—dijo—¿necesitas que te lleven a Nevermore?.

—No, pillaré el autobús—contestó—gracias por preocuparte—lo dijo para mantener las apariencias.

Al decirle la hora vio que aún quedaban unas cuantas horas.

—¿Quieres ver una película de mucho miedo?—preguntó con tono escalofríante.

—Claro.

Ambos se tumbaron sobre la cama y se taparon. Miércoles solamente por seguirle la corriente. El chico le dio al play y enseguida comenzó.

Miércoles no podía negar que disfrutaba con toda la sangre y horrores que veía en la pantalla. Al mirar a Tn, se percató que estaba dormido, seguramente por todo el trabajo. Se le quedó viendo durante un buen rato, dejando la película y los gritos de lado. 

—Tn—pensó—¿qué eres?.

Extendió su mano y acarició su cabello para luego hacerlo propio con sus mejillas. 

—¿Estaré realmente enamorándome de ti?—pensó mirándolo.

Tn se movió y se apegó a la joven abrazándola por sorpresa. Miércoles se le quedó viendo.

—Sería tan fácil asfixiarte...pero por algún motivo no puedo...

Dejó al chico estar así durante el resto de la película hasta que se despertó y estiró.

—Lo siento, estaba agotado...—dio un bostezo—¿te ha gustado?.

—Ha sido muy...entretenida y me ha dado ideas para mi libro.

Después de eso la acompañó hasta la parada. Ya no llovía y obvio le dio pasteles para ella y Enid quien los recibió con una gran sonrisa.

No obtuvo respuestas pero si que pasó una buena tarde con Tn.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.