18-Tn enfermo

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Miércoles se despertó la primera y vio que el joven seguía durmiendo. Abrió las ventanas dejando entrar la poca luz del sol que había en ese lugar. Al mirar que el chico no decía nada, ni siquiera se movía, decidió despertarlo.

—Será mejor que te pongas en pie—al voltear, vio que estaba respirando lentamente, le costaba respirar. Y al abrir los ojos estaba como agotado.

—Miércoles...me encuentro mal—dijo tratando de hablar.

—¿Qué ocurre?—al tocar su frente vio que estaba algo caliente—ya veo, tienes fiebre. Voy a hablar con mi madre para que preparé algo.

Ante la sorpresa de este, Miércoles le dio un pequeño beso en la frente antes de marcharse.

—Realmente ha cambiado un poco—pensó sonriente antes de acomodarse.

Tras un rato, Miércoles apareció acompañada de su madre y algo de comer. Ella comprobó la temperatura y efectivamente tenía fiebre.

—Solamente necesitas reposo, te he preparado algo—dijo ella.

—Siento que se tomen estás molestias—el chico se reincorporó un poco.

—No es nada—a la que fue a darle de comer, su hija la detuvo.

—Yo lo haré—la sorpresa fue para ambos.

—¿Seguro qué no tienes fiebre tú también?—ante ese comentario, Morticia se echó a reír.

—Cierra la boca y deja que te alimente, no eres diferente a alimentar una mascota.

La mujer los dejó a solas. La chica le fue dando como a un niño pequeño ante la mirada sonriente del chico. Tn estaba siendo cuidado por ella, algo que la hacia muy feliz.

—Gracias—le dijo este.

—No es nada.

Tras tomar la comida que estaba muy buena, Tn se echó un rato para descansar mientras Miércoles se quedó tumbada a su lado, leyendo un libro en silencio. De vez en cuando le miraba de reojo, le cambiaba la toalla húmeda de la cabeza o le tocaba la frente para comprobar su temperatura. En otros tiempos a esa persona la habría asfixiado o apuñalado, pero al verlo lo único que podía sentir era felicidad. Algo que nunca le pasaba sino era torturando a gente o llevando a cabo una venganza.

Al cabo de unas horas, el chico se sentía algo mejor aunque todavía estaba con calor y todo el cuerpo sudado. Le ayudó a bañarse porque este solo no podía. Tn se sentía demasiado inútil y le pidió perdón por ello pues sabía que la chica en ese aspecto odiaría hacer esa clase de cosas.

—No importa, como digo, es como bañar a una mascota—dijo ella fría como el hielo.

—Cuidado donde tocas—estaba algo avergonzado.

—¿Aquí?—preguntó ella agarrando cierta parte.

—Si...

Ella le dio un beso en la mejilla.

—Deja de decir cosas así te puedo cuidar.

El chico se levantó ante su sorpresa.

—¡Aunque tenga fiebre estoy listo para los mimos!—tanto él como su amigo estaban listos y armados.

Ella suspiró y bajó al chico del brazo que se volviera a tumbar en la bañera.

—Tú y tus hormonas...ahora deja que te lave, ya queda poco.

Fueron dos días de cuidados pero finalmente Tn se recuperó y le dio unos pocos besos a la chica tras ello. 

—Gracias mi pequeño escorpión—la abrazó.

Un normie entre excluidos- Miércoles x TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora