Bang Chan entro a la biblioteca cargado con una bandeja con cosas para comer, quería vigilar que Innie tomara algo, ya que el joven llevaba todo el día estudiando la moneda que había traído Changbin. Incluso, había sacado un antiguo rollo de la caja fuerte y lo había desplegado en la mesa, y eso era poco común. Ya que el único que sabía la combinación de la caja era él.
Observo que en un rincón estaba Seungmin sentado en el piso mirando atentamente la pequeña caja donde habían guardado la moneda. No sabía porque, pero se veía terriblemente inquieto. A su vez Changbin estaba estratégicamente ubicado entre ambos jóvenes, con su laptop apoyada en las piernas buscando algún tipo de información que Innie le había solicitado.
-¿Alguna novedad?- Pregunto pasándole una taza de café.
Changbin negó mientras tomaba un sorbo y él tomaba asiento cerca para poder retomar su trabajo, tomo un libro y su libreta, también sacó su móvil para mirar las fotos que Innie había compartido sobre todos los lados de la moneda, buscando alguna interpretación.
Desde el rincón Seungmin miraba detenidamente a Innie, el joven estaba sumido en el pergamino mirando los símbolos. Sin duda él tenía un talento innato para aquellas cosas... Además... Sin él habría muerto... Si seguía vivo fue porque Innie lo había contenido más de una vez.
-¿Como está tu hebreo Chan?- Pregunto Changbin rompiendo el silencio.
El mayor lo miro, mientras recibía la información en su móvil, ya que Innie había prohibido que leyeran en voz alta o siquiera en susurros algún texto.
"אני אפתח את הדלתות" Chan miro la frase y arrugo la frente. Luego mando la frase a Innie, quien leyó el mensaje y miró a sus mayores.
-Tenemos que buscar ese lugar e ir apenas sepamos la fecha - Ordenó Innie enrollando el manuscrito y volviéndolo a dejar en la caja fuerte.
Chan y Binnie afirmaron mientras buscaban más información.
Seungmin cerró los ojos cansado, no había dormido durante la noche, así que además de lavar la ropa, la había doblado. Y no. No había puesto el blanqueador, ya que la menta con chocolate lo había refrescado, pero se sentía débil, tanto, que aquel susurro nuevamente llegó a sus oídos y lo hizo recordar un pedazo de su niñez...
Estaba sentado en medio de un pentagrama, habían ciento de velas a su alrededor y estaba tan asustado... ¡Repite lo que se te enseño! Grito alguien y él se encogió en su lugar... Las lagrimas resbalando por su cara... miro las cadenas alrededor de sus manos y subió la mirada para fijarlas en aquella persona que lo había gritado... Había rogado tantas veces que no lo lastimaran, pero era imposible razonar con ellos...
¡Repítelo!... Grito otro a su espalda mientras tiraba de la cadena que rodeaba su cuello... Cayó de espaldas y miro hacía el oscuro techo, vio entonces su imagen, como si hubiera algún espejo ahí... Se vio así mismo pero en una versión grotesca y furiosa, sus ojos negros lo absorbieron y sonrió... אני אפתח את הדלתות (Abriré las puertas) Susurró.
Las velas alrededor del pentagrama se apagaron y cerró los ojos... Luego escucho los gritos... No sabía si eran de él o de otro niño.
Paso solo un poco de tiempo cuando pudo abrir los ojos... Ahora estaba en el suelo, sin cadenas y con un niño de su edad frente a él con la mano extendida como si quisiera alcanzarlo... Él extendió su mano tocando la punta de sus dedos. Entonces una corriente de energía lo golpeó .
Fue lo último que recordaba de aquel día, porque cuando despertó sentía que había dormido por muchos días, Además, estaba en otro cuarto oscuro, pero estaba acostado en una suave cama, su cuerpo adolorido envuelto en sabanas frescas, con una temperatura agradable y un aroma suave a su alrededor.
Giro para mirar al niño que había visto anteriormente, él estaba leyendo un libro y al darse cuenta que ya estaba despierto, le sonrió y se levantó.
-Hola ¿Como te sientes? - Preguntó acercándose - Mi nombre es Innie - Se presento y luego señalo su cuello - Siento lo del collar, pero es más seguro para ti... Seguramente te están buscando y eso hará que la gente mala no sepan donde estas...
Las manos de Seungmin tocaron el collar en su cuello, era de plata, y tenía un pequeño símbolo grabado...
Se sentía caliente... y al tocarlo esta vez cayó al suelo como si lo hubieran cortado.
Todos en la sala lo observaron y se pusieron en alerta. Era casi imposible que el collar se abriera, estaba sujeto con un sello perfecto puesto por el propio Innie.
Seungmin se levantó y camino hacía el escritorio, Innie rápidamente tomo la caja de la moneda y la guardo en su bolsillo trasero, retrocediendo hasta que su espalda dio contra el muro de libros de la biblioteca.
Los ojos de Seungmin siguieron sus movimientos hasta que nuevamente escucho el susurro.
- Es una puerta - Le dijo - Esa moneda es la llave.
Innie afirmo y miro a Chan, quien se puso adelante de él cortando la conexión de su mirada.
Changbin se puso frente a él, tomo la cadena del suelo y la puso otra vez en su cuello.
-Minnie, mírame - Le ordeno.
El joven giro su mirada hacía él, mientras todos notaban aquellas venas azules que aparecían alrededor de sus ojos.
Innie, lo observo detenidamente e iba a acercarse, pero Chan lo saco de la biblioteca susurrando.
- Vete a tu cuarto ahora, y cierra con llave... Te avisaré cuando esto pase.
El joven afirmo y subió la escalera dirigiéndose rápidamente a su cuarto.
-Tengo que bajar - Susurro Seungmin refregándose los ojos.
-¿Y dormir en el piso otra vez? - Pregunto Binnie mientras lo tomaba de su mano y lo arrastraba con él agregando - Olvídalo, vamos, te darás un baño y te meterás a tu cama.
- Puedo ser peligroso - Susurró Seungmin tratando de detenerlo.
Binnie miro a Chan disimuladamente y éste afirmo mientras salía a cerrar la puerta principal.
-Vamos a mi cuarto Minnie - Dijo Binnie mientras lo llevaba de la mano - Te darás un baño y dormirás en mi cama, así te vigilaré y estarás más seguro.
Seungmin afirmo y se dejó llevar por el mayor al cuarto del primer piso, en donde después de un baño, se tomo una infusión y fue arropado.
Luego de que el joven se durmió, Binnie se sentó en la cama y lo observo, esas venas parecían que querían avanzar por el rostro de Seungmin. Mientras el joven respiraba agitado, quitándose las mantas y gimiendo, entonces Binnie sujeto su cara y susurro en su oído.
-Déjalo en paz, o seré yo lo ultimo que veas antes de irte al infierno.
Fue entonces que Seungmin se quedo quieto, las venas azules desaparecieron lentamente de su rostro y se quedo profundamente dormido, Binnie cerró la puerta con llave y después de un mensaje a Chan, se quedo en el sofá, hasta que a él también le entró el sueño.
Bang Chan en cambio ocupo el primer cuarto del segundo piso, el que estaba al lado del de Innie, y dejo la puerta abierta en caso de que algo subiera. Recibió el mensaje de Binnie y sonrió, estaba aliviado de que Seungmin estuviera durmiendo tranquilo. Le escribió a Innie, agregando que debían deshacerse de aquella moneda, pero para hacerlo, debían usarla y detener lo que quisiera pasar. Ahora solo tenían que buscar el lugar en donde sería usada.
*
Félix miró la moneda que había encontrado entre las cosas de su hermano y la envolvió guardándola en la misma caja en la que estaba, envuelta en un papel con una fecha y una dirección.
Miró el calendario y puso una marca, para no olvidarlo.
*
Han, suspiro mirando marca en el calendario. Luego miro el baúl en donde guardaba "aquellas cosas" que habían dejado sus padres, y sonrió mientras miraba un pequeño espejo cubierto de tela transparente murmurando.
-Ya pronto nos veremos otra vez.
ESTÁS LEYENDO
Invocadores
FanfictionBangchan y Changbin han sido adoptados de las calles por una familia muy especial. Ellos buscaban a dos chicos fuertes que pudieran defender y crecer al lado de Innie, un invocador natural y su amigo Seungmin (un receptor), que están aprendiendo...