Capitulo 6

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Han se había sentado en una mesa en medio del oscuro bar con una cerveza en la mano, su espalda apoyándose en la pared  esperando que alguna cosa importante ocurriera. Sabía que si tenía suerte, la puerta que había  al fondo del lugar se abriría, y si podía colarse iría al sótano, que era el lugar donde las cosas interesantes pasaban.

De pronto observo que la luz de la vela que alumbraba su mesa bailaba, y alguien frente a él tomaba la silla girándola para sentarse y  mirarlo de frente con cara de pocos amigos, los brazos del recién llegado apoyados en el respaldo de la silla  mientras  apagaba la vela  con sus dedos llevándose la escasa luz que alumbraba su rostro. 

-¿Que haces aquí? - Pregunto Han a su invitado no deseado.

-Lo mismo debería preguntar yo - Respondió Minho - Te advertí de no venir a este lugar.

Han sonrió y giro su dedo alrededor diciendo.

-Me refiero a como saliste a este plano, no hay espejos aquí.

- El baño - Respondió Minho burlón - No puede faltar uno en un baño... Y hay mas de un buen samaritano dispuesto a ayudarte con la entrada. 

Han hizo una seña de acordarse de haber visto uno allí, y luego miro a Minho preguntando.

-¿Que quieres? Creo que te dije que no necesitaba de tu compañía.

Minho sonrió con burla mientras miraba a su alrededor y respondía.

-Humano egocéntrico - Luego fijo sus castaños ojos en él agregando con una sonrisa - Este es un lugar libre, con asientos libres... Así que puedo estar en el lugar que se me dé la gana.

-¿Y el infierno no tiene buenos lugares? - Pregunto Han en voz baja sonriendo.

Minho lo miró fijamente y levanto sus hombros en respuesta.

-No sé... Aún no lo conozco.

Han afirmó burlón mientras guardaba silencio y miraba al fondo creyendo haber visto algún destello rojizo en los ojos del tipo de la mesa.

- Hay más de un oscuro en este lugar, no es seguro para ti.- Comentó Minho en un susurro - Dime Han ¿Que buscas con tanta desesperación?

Han lo observo unos segundos y luego miro hacia la puerta de entrada murmurando que no lo entendería. Minho soltó un suspiro de cansancio mientras miraba a Han y luego al joven rubio que entraba.

-Lo que faltaba - Soltó entre dientes mientras movía la botella de cerveza de un lado a otro.

*

Hyunjin había tomado asiento en el fondo del bar, acostumbraba sentarse ahí, porque no llamaba tanto la atención y además tenía una amplia vista del lugar, incluyendo el techo, un lugar que le encantaba a Jeff para esconderse y descansar, las vigas eran anchas y podía observar todos los movimientos del bar. Aún no entendía porque le gustaba tanto el lugar.

Saludo a Jeff con una disimulada sonrisa y él hizo lo mismo, luego volvió a mirar a todos como si de un gato perezoso se tratara. Todo parecía ir en calma pensaba mientras analizaba a sus potenciales fuentes de alimentación, fue entonces que alguien saliendo del baño llamó su atención, se puso tenso mientras miraba al techo desde donde Jeff también observaba con seriedad.

-¿Viene contigo? - Pregunto luego haciéndole señas.

Hyunjin niega con cara de incredulidad, luego ve como el joven se levanta y camina hasta desaparecer por la puerta escondida del segundo piso.

Nuevamente mira hacia la mesa, incrédulo de estar en la sala con aquel personaje, y es entonces que la puerta de entrada se abre y un aroma llama poderosamente su atención. Una sonrisa se instala en sus labios no creyendo su suerte. 

Aquel aroma pertenecía a aquel exquisito joven que acababa de entrar.

Y no... no estaba perdido. 

Sus ropas y ojos esfumados dejaban claro que estaba ahí por decisión propia... 

Y por decisión propia le alimentaría.

**

Changbin vigilaba desde una distancia prudente, la entrada de aquel lugar. Su informante no le mentía, había podido ver la entrada de un par de oscuros y quizás cuantos más habían llegado antes que él.

Prendió el GPS de su móvil y lo dejo en modo silencio mientras entraba al bar siguiendo a un joven rubio de ojos esfumados y que portaba un collar con un símbolo conocido entre algunas sociedades.

No se sorprendió para nada del aroma a oscuridad que tenía aquel lugar, que se disimulaba entre perfumes, cigarros e inciensos,  camino hasta la barra en donde pidió una costosa cerveza y se apoyo  para mirar alrededor. No había espejos a la vista, y aún así sentía la vibración oscura en su piel.

Luego de beber media cerveza espero pacientemente quien daría el primer paso en falso.

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