Invocadores

Capitulo 8

Changbin, estaciono la moto en la cochera de la propiedad y luego digitó la clave para entrar a la casa mientras escuchaba el leve ruido de la cámara moverse. Luego de que sonó el cerrojo de la puerta, sacó su llave y la introdujo en la cerradura para que se abriera.

Al cerrar la puerta dejo la llave en su lugar y volvió a digitar le clave para activar la seguridad de la casa. Giro y fue a la cocina por una botella de agua. 

- Hueles a puta oscura - Dijo una voz.

Changbin se detuvo y miro a su alrededor, vio a Seungmin sentado en la escalera, se veía serio y molesto. Lo peor era que sabía que no era él, sino que alguno de sus demonios.

Se acerco más, para mirar a Seungmin con más atención, mientras su mano iba hacia atrás y tocaba su celular apretando una tecla.

-¿Así que apareciste otra vez? - Dijo Changbin, preguntando luego - ¿A que debo el honor?

- No creo que conozcas el significado de honor cuando caes tan bajo como para impregnarte al aroma de una zorra que juega con velas - Respondió Seungmin con una sonrisa taimada apoyándose en la escalera - ¿Usamos otra palabra?

Changbin respiro molesto al reconocer a la entidad. 

- ¿Solo dime que quieres? - Preguntó molesto.

Seungmin bajo la escalera, se acercó a él sonriendo y susurro acariciando su abdomen bajo.

- ¿Porque no me dejas probar lo que le diste a la furcia de hoy?

Changbin vio aquellos ojos negros y las líneas oscuras que  adornaban la piel a su alrededor. Odiaba a esa entidad con toda su alma, había tenido algunos encuentros con esta, pero nunca se había atrevido a tanto.  Así que se acercó su cara, hasta casi rozar sus labios y dijo en un susurro.

- Acércate más.

Seungmin simplemente tomo la cara de Changbin y lo beso, mientras él lo abrazaba de tal manera que lo inmovilizaba, dejando que Bang Chan se acercara y le inyectara algo en el cuello.

Seungmin se soltó y girando pateo a Chan con fuerza, este cayó de espaldas, mientras Changbin era arrojado a un lado.

Y fue tarde cuando se dio cuenta de que estaba parado justo en medio de un pentagrama, las finas líneas se veían levemente iluminadas, miro hacia un rincón en donde Innie lo miraba con lastima y la mano apoyada en la línea del circulo.

- Vete a tu lugar - Ordenó Innie.

Los ojos del demonio en Seungmin cambiaron levemente de color y luego se dejo caer de rodilla mientras gritaba y se desplomaba en el piso.

Changbin corrió hacia Seungmin y lo giro lentamente para ver que no se hubiera lastimado. Mientras Innie gritaba preocupado.

- ¡No puedes entrar al circulo hasta que te lo diga! - 

Changbin lo sabía, se lo habían dicho muchas veces, pero no podía ver a Seungmin así en el suelo. Lo aterraba pensar que no respirara, que se golpeara muy fuerte o que se hiriera. No le importaba sentir ese calor abrasador del pentagrama, solo le importaba que Seungmin estuviera bien.

***

Félix abrió lentamente los ojos, estaba recostado en un sillón y la brisa fresca se sentía en la casa, se sentó con dificultad, y miro a su alrededor. En eso apareció un joven de su edad y se miraron fijamente.

-¿Quien eres? - Preguntó.

- Lo mismo debería preguntar yo, estas en mi casa y en mi sofá. Además te salve de un oscuro... Así que tú primero - Dijo Han tomando asiento y poniendo una taza de liquido frente a él.

- Me llamo Félix - Dijo mientras trataba de salir del mareo - ¿Que me ocurrió?

- Yo soy Han - Se presentó el joven acercando el tazón - Bebe eso, te sentirás mejor, es amargo pero es efectivo, especialmente cuando un oscuro trata de acabar con tu maná.

Félix entonces recordó algunas cosas, y aún bajo el estado de sueño, decidió beber la infusión.

-¡Dios es horrible!

Han sonrió, y espero que terminara el brebaje.