Capítulo 24.- Niñeros.

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-Aquí dejé sus pañales, su crema para rozaduras, crema humectante, por favor, ponle ropa térmica y su pijama que dejé doblada en su cuna, no le pongas algo incómodo, ya que no se podrá dormir.- indicaba Sofía.

Yo asentía, pero sabía que todo se me iba a olvidar.

-Les dejé los horarios de las niñas en el refri, también lo que les gusta y no les gusta comer.- indicó Sofía.

-Si Sofía, todo estará bien.- dijo Kevin.

-Cualquier cosa, nos marcan, llegamos súper rápido.- dijo Edson.- Los números de emergencia están anotados cerca del teléfono, que no salga Valentina sin su gorro y su bufanda, el frío le reseca mucho sus mejillas.

-¡Si! Ustedes tranquilos.- dijo Kevin.- Las niñas estarán bien.

-No tememos por las niñas.- dijo Edson.

-Tememos lo que las niñas les hagan a ustedes, queremos esta casa enterita.- exigió Sofía.

Kevin y yo asentimos como niños chiquitos.

-Por favor, cualquier cosa, de verdad cualquier cosa nos dicen.- dijo Sofía.

-Si, ustedes disfruten, gocen estos días.- dije sonriendo.

Sofía iba con los ojos llorosos.

-Éxito chicos, nos vemos mañana en la noche.- dijo Edson.

-Amor y si nos llevamos a Emilia...- decía Sofía.- Mira su carita...

La niña estaba dormida a metros de ellos.

-Sofi, van a pasar día y medio como cuando eran novios, les hace falta.- dijo Kevin y ella pareció entender.

-Tienen años que no pasan días así, ustedes disfruten y váyanse sin pendiente.- ellos asintieron muy a la fuerza.

-Por favor, estaremos muy atentos a nuestros celulares...- decía Edson.

-¡Ya váyanse!.- gritamos Kevin y yo.

Mi hermana y mi cuñado se despidieron y se subieron a su camioneta para marcharse.

Kevin y yo convencimos a Sofía y Edson para que tomaran al menos una noche solos, nosotros nos encargábamos de mis sobrinas. Pero no lo pensé bien, ya que ambos nunca habíamos cuidado de niños.

Bueno, yo cuide a Sofía, pero hace bastanteeees años.

-Espero que se la pasen bien.- dijo Kevin.

-Conociendo a Sofía, me pedirá fotos de sus hijas al menos 100 veces al día.- respondí.

Kevin asintió, nos dispusimos a hacer nuestro trabajo de niñeros.

La bebé estaba dormida, Valentina jugaba un rato con Kevin a las muñecas.

Me parecía de lo más tierno, Kevin se dejaba hacer todo lo que quisiera Vale.

-Que guapo.- dije sentándome en el suelo junto a él.- Te queda bien esa bufanda.- Kevin sonrió.

- Evin, mila.- señaló una corona de princesa, Valentina se la puso a "Evin"

-¿Cómo me veo?.- dijo sonriendo.

-Bapo.- dijo Valentina.

-Guapo.- respondí.

Valentina siguió jugando con Kevin, él era su juguete más bien.

Emilia era un amor, se la pasaba la mayor parte del día dormida.

Hasta que se levantó y todo se fue al carajo...

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