Capítulo 69.- Vi como la miraste.

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Había llegado mi hermana de vacaciones, estarían algunas semanas, ya que Edson tenía incapacidad y sus vacaciones, que envidia.

Llegamos al club América, Edson había estado insistiendo en ir, quería volver a su nido (como él lo llamaba)

-Que onda hermano.- dijo Edson saludando a Henry.

-¿Ya regresaste a tu casa?.- dijo Henry sonriendo.

Llegamos cuando estaban entrenando, Jardine se acercó a saludar a Edson y presentarse, sabía de él, Edson se había ido en muy buen momento a Europa.

Vi que Kevin venía caminando hacia mi, nuestra relación... no habíamos vuelto a tener problemas o pleitos, pero aún estábamos algo distanciados.

-Hola.- me saludó Kevin con un beso corto.

-Hola amor.- respondí.

Esa fue nuestra única charla en ese momento, no sabía si se notaba la tensión entre nosotros.

-Ya quédate aquí cabron.- dijo Emilio llegando a saludar a Edson.

-Estoy esperando que te vayas carnal.- se abrazaron.

-Ya sabes que yo nací en águilas y me quedo en águilas.- sonrío Emilio.- Hola Sofi.- la saludo.

-Emi.- lo abrazo.

-Hola Nati.- se acercó a saludarme con un abrazo.

Quería preguntarle en ese instante ¿qué le había pasado? ¿por qué me evitaba? Pero hacerlo delante de todos, sería algo extraño.
Pero lo extrañaba, supo que regrese a vivir a la Ciudad y no habíamos hablado para nada.

Siguieron un rato platicando, saludando a todos, pasamos un par de horas en el Club, Edson se emocionaba cuando le preguntaban acerca de su experiencia en Europa, volverse a encontrar con algunos compañeros, recordaba las veces que acompañaba a mi hermana a sus partidos, cuando eran novios, Edson se merecía estar donde estaba ahora, se había esforzado mucho por ello.

-Te esperamos en la noche.- dijo Kevin despidiéndose de Brian.

El asintió y se subió a su auto.

Habíamos organizado una reunión en nuestra casa, hace meses que no sucedía y el pretexto perfecto era la visita de mi hermana y mi cuñado.

Le había prestado mi auto a Edson, ellos irían a visitar a sus padres y yo me regresaría en el auto de Kevin.

-¿Cómo te sientes?.- preguntó Kevin sin dejar de ver el camino.

Un día antes me había levantado por un dolor en mi vientre, pero me había tomado una pastilla y se calmó, aún así, la incomodidad seguía presente.

-Bien, ya no es tanto.- respondí.

-Haz una cita con tu doctor.- dijo viendo el camino.

Yo asentí.

Extendió su mano, sabía lo que significada, yo coloque la mía en la de él y él terminó de entrelazarlas. Eran los pequeños actos que tenía días sin hacer.

-Vamos a comer, tengo ganas de arroz frito.- dijo sin dejar de ver el camino.

-Si, está bien.- respondí.

En menos de 5 minutos ya habíamos llegado al lugar, bajamos del auto y Kevin camino hacia conmigo entrelazando nuestras manos.

-Espera.- me detuvo.

-¿Qué?.- volteé con el.

Se acercó a mí y tomó mi cara entre sus manos, acercándola a la suya y dándome un beso en los labios.

Nuestro contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora