Capítulo 10.- Conociendo al Ame.

2.9K 137 21
                                    

Narra Natalia

Escuché el timbre, ya se me había hecho muy tarde.

-Hola.- dije abriendo la puerta.

Kevin me miro de abajo hacia arriba.

-No se que ponerme.- dije bastante fastidiada.

Ya estaba mi maquillaje y cabello, solamente faltaba outfit, traía una bata puesta.

-¿Quieres mi ayuda?.- dijo Kevin entrando a mi casa.

Asentí con una sonrisita.

-Vamos.- dijo Kevin.

Cerré la puerta y subimos a mi habitación.

Que mal se escuchó eso.

-Ah mira, si recuerdo tu habitación.- dijo Kevin señalando la cama.

-Kevin.- lo mire mal.

-Me quedo callado.- asentí.

Nos dirigimos a mi cuarto de baño, a un costado había una puerta que era el closet.

-¿Que se ponen normalmente en esa cena?.- le pregunté a Kevin.

-Pues normal...- comenzó a decir.

Nuevamente vi a Kevin mal.

-Nat, no es que traigan el gran vestuario ¿que te pones cuando vas a una cena con un novio?.- pregunto.

Lo vi con seriedad.

-¿Que? ¿nunca haz tenido novio?.- dijo sorprendido.

-¡Si he tenido! Pero no es que salga a este tipo de eventos.- dije cruzando los brazos.- Aparte, que te tengo que estar diciendo.

Kevin sonrío, después comenzó a ver mi closet.

-¿No tienes nada rosa?.- dijo confundido.

-Odio el rosa.- respondí.-¿Que se ponen las novias falsas de futbolistas?

-No lo sé.- respondió murmurando, el siguió viendo la ropa.

-¿Nunca has llevado a una novia a un evento?.- el se quedó callado.- ¡Nunca haz llevado a una novia!

-¿Y? Debes de sentirte especial por eso.- me miro.

-Lo haré, el gran Kevin Álvarez por fin presenta una novia formal.- sonreí.- ¿Que sentirán tus ex novias al saber que una novia por un contrato si es más formal? ¿que tan especial es eso?

-Por eso, es por contrato, no porque yo quiera.- respondió.

Sentí un golpe en el estómago, eso de alguna forma había dolido.

Me quede callada y seguí buscando.

Encontré un vestido que me había regalado Luis, sabía mis gustos, ese creo que era perfecto para la ocasión.

-Ya se que ponerme.- susurre.

El asintió y salió de la habitación.

Cerré la puerta, tomé el vestido y me lo puse.

Aún sin cerrar el cierre de la espalda, ya que me era imposible.

Comencé a ponerme mis aretes, opté por joyería dorada, un dije y mi reloj con una pulsera.

Me coloqué mi labial y perfume.

Me sentía linda, el vestido era color beige de seda, me llegaba a media pantorrilla.

Me vi al espejo y suspiré fuertemente, nunca había tenido alguna pareja que quisiera tanto como para llevarla a mis eventos, o que el me invitara a los suyos y ahora que la tenía, todo era falso, tenía esos detalles pero no eran reales.

Nuestro contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora