Capítulo 25.- Noches en Ámsterdam

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Narra Natalia

Por fin mi hermana y Edson habían llegado, nos felicitaron por haber dejado la casa en una sola pieza.

-Ahora les toca a ustedes, salgan a conocer la ciudad, diviértanse, vayan a cenar, a algún bar...- dijo Sofía.

-Vamos los seis, ustedes ya conocen Ámsterdam, sirve que nos dicen que hacer.- dije antes de comenzar a comer mi plato de ensalada con pollo.

-Por eso mismo, ya conocemos, aparte no podemos entrar a todos los lugares con las niñas.- dijo Edson.

-Sirve que se conocen más.- dijo Sofía.

-Si nos conocemos.- respondí.

Sofía me miró mal.

-¿Cuál es el color favorito de Kevin?.- preguntó Sofía.

-¿el amarillo?.- dije dudosa.

Kevin negó riendo.

-¿Cual es la película favorita de Natalia?.- preguntó Edson.

-¡Capitán América!.- dijo Kevin orgulloso.

-¡Claro que no!.- reclame.

-¡Me dijiste que te gustaba!.- exclamó Kevin.

-¡El actor!.

-Bueno, por favor salgan, Edson y yo les reservamos un restaurante en forma de agradecimiento.- dijo Sofía suplicando.

Kevin me volteo a ver.

-Está bien.- suspire.- Me enoja cuando traman algo así.

Me puse de pie y fui a lavar mi plato.

-¡Rápidos y Furiosos! Y ¡La caída de la casa blanca!.- gritó Kevin orgulloso.- Esas son tus películas favoritas.

-¡Tenemos un ganador!.- dijo Sofía.

-¿Estabas pensando en eso?.- dijo Edson, Kevin asintió inocentemente.- No mames wey.

(...)

Salimos de la casa de mi hermana y comenzamos a caminar por las calles nevadas de Ámsterdam, prácticamente todo quedaba cerca, no más de 25 minutos caminando.

Kevin y yo no hablamos mucho, yo iba más preocupada por que hacía bastante frío.

-Mira.- señaló Kevin discretamente.

Volteé a ver y eran unas casas con ventanas muy grandes y chicas semidesnudas detrás de ellas.

Bailaban y hacían movimientos sexis, bastantes hombres entraban.

-¿Quieres ir? Yo te espero.- dije riendo, las muchachas hacían trabajo de... ustedes ya saben.

En Ámsterdam, al parecer, la prostitución era legal.

-Anda.- dije dándole codazos "discretamente"

-Si tú entras a esos.- dijo señalándome la otra calle, había chicos en boxer, atrás de unas ventanas.

Los dos nos reímos.

-Que loco está eso.- dijo Kevin caminando.

-Mira ese señor.- dije susurrando, un señor de más de 60 años acababa de entrar a una de esas casas de prostitución.

-Tiene más acción que yo.- decía Kevin.

-Pero la última vez fue buena ¿no?.- pregunté con sarcasmo.

-Mmmm...- Kevin tenía las manos en los bolsos de sus pantalones.

-¡Oye!.- reclame.

-Fue buena, quedé con rasguños algunos días.- dijo Kevin.

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