Nuestro contrato

Capítulo 62.- Salvado por la campana

Narra Natalia

Terminaba de arreglar mi cabello, me pondría mi vestido negro y ya estaría lista.

Kevin me había invitado a salir de antro con sus compañeros de equipo, al igual que Carolina, la esposa de Igor y la verdad, tenía ganas de fiesta.

-Todavía no estás listo.- le reclamé a Kevin cuando lo vi sin playera y solo una toalla rodeando su cadera, se acababa de duchar.

-Solo me pongo mi ropa.- se acercó a donde yo estaba, enfrente del espejo y me abrazó por la espalda.

Sentir su... ajá, fue imposible, ya que mi short tampoco tenía muy gruesa la tela que digamos.

-Yo ya estoy.- susurré, terminando de poner mi último arete.

Kevin comenzó a darme besos en el cuello, fue imposible no soltar varios suspiros.

-Se nos hará tarde.- solté antes de que me volteara hacia el.

-Les decimos que estábamos en otro asunto.- sonrío y comenzó a besarme.

El beso se fue tornando bastante apasionado, tanto que me subió en el espacio libre a un costado del lavamanos, dejando un hueco entre mis piernas para el.

Coloque mis manos en su nuca, exactamente donde tenía su tatuaje. El por su parte, de encargo de quitarme la playera que tenía, dejándome en lencería.

-Ya nos están hablando.- dije entre suspiros al escuchar mi celular en tono de llamada.

-Los odio.- susurró Kevin dejando su cabeza entre mis pechos.

Sonreí.

-Salvada por la campana.- dije riendo.

Kevin soltó un "puta madre" bajito, dio un beso entre mis pechos y me ayudó a bajarme.

-Estoy listo en 5.- asentí y el salió del cuarto de baño para ir hacia su clóset.

Volteé a verme en el espejo, era evidente que mis labios habían sido atacados.

(...)

Sonaba "Candy" de Plan B de fondo, no podía describir la emoción que sentía al escuchar esas canciones, la sed de alcohol que comenzaba a sentir y las ganas de bailar, que inundaban mis caderas.

Kevin envolvía mi mano, el de seguridad se encargó de dirigirnos al área donde ya estaban nuestros amigos.

-¡Hasta que llegaron! ¿Muy ocupados?.- dijo Carolina con doble sentido.

Yo negué riendo, Kevin soltó mi mano y comenzó a saludar a sus amigos.

-Hola Igor.- salude al esposo de mi amiga.

-Hola Nati ¡bienvenida!.- dijo sosteniendo la botella de tequila, dándome inmediatamente un shot.

No me iba a negar a tomar nada en esa noche.

Salude a otros y comenzaron las charlas y las risas.
Habían ido Brian, que no era novedad, Leo y su novia, María, solo la había visto un par de veces, pero era muy linda, al igual que la esposa de Jonathan Rodríguez, Sindy, que ella era un poco más reservada, pero siempre era amable, algún día quisiera ser como ella y Carolina, mamás que toman sus días para divertirse, me encantaba.

El reggaetón antiguo era una obra de arte, no tenía idea del lugar donde estábamos o el nombre de él, pero había sido una buena elección.

Carolina y yo bailábamos y cantabamos sin parar, vimos que María se subió a la mesa y bailaba "Privado" de Nicky Jam, todos apoyábamos el baile, incluso le entregué un vaso con un shot de tequila.