Nonsense Stories 🤪

4. La vaquera

Hoy

Me movía de arriba abajo en él como nunca lo había hecho antes. El mero pensamiento de no poder hacerlo en vaya a saber cuanto tiempo, me hacía estar... hambrienta por esto.

Siempre que estoy a punto de acabar, me vuelvo loca. No sé que me pasa, es interesante, he leído sobre el tema, pero no lo termino de comprender. Es una reacción inconciente del cuerpo al estar sintiendo mucho placer, entonces lo haces más rápido, para evitar que no se vaya, para sentirlo más tiempo.

Me podría ir con él, en serio podría, lo consideré. Pero, viviría con él en un autobús por varios días, ya me da a pareja y no me gusta.

Terminé y ahí me quedé, sobre él.

-¿Una más?- pregunté, sin poder respirar, pero no me importaba.

-Cinco minutos- contestó igual que yo.

Me bajé de él y me acosté a su lado, tapándome con la sábana.

Me acerqué y pasó su brazo por detrás de mí para abrazarme y acariciarme. Sonreí, acurrucándome en su pecho y escuchar su corazón acelerado.

Ross es bastante perfecto. Pero, ¿sabes por qué? Porque no sé absolutamente nada de él. No conozco como es en una relación, no conozco a su familia, no sé exactamente que es lo que hace.

Es perfecto, porque no es novio.

Si fuera mi novio, quizás llegaría a odiar todo esto. No a él, él es inodiable. Pero, pensar que cualquiera lo estaría mirando, que justamente estaría lejos de mí por un tiempo. Si fuera mi novio, sería una persona muy miserable.

Por eso, yo no tengo relaciones románticas con nadie. Nunca tuve novio, ni novia. Ni siquiera sé que sexualidad tengo y no podría importarme menos, no necesito una etiqueta. Por el amor de Dios, soy una persona y punto final.

-¿Puedo llamarte algún día solo para hablar?- preguntó.

-Puedes- sonreí.

Y minutos después, él estaba encima de mí otra vez, haciendo lo que sabe hacer tan bien, sintiendo esa fricción tan placentera. También, yo volví a estar arriba. También, me volví loca a punto de acabar.

Y así una vez más. Tres veces en total, jamás había hecho algo así. Ya con dos veces me costaba llegar al orgasmo sin cansarme o con querer parar, porque no tenía sentido.

Wow.