20. Ángel de nieve

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16 de diciembre de 2023

-Lola, este café es asqueroso- se quejó Sabrina, al probar mi orden de siempre: cappuccino helado con crema, no tanto café.

-¡Hey!- no me gustaba que insultaran mis bebidas.

Probé la suya: caramel macchiato, extra crema. Deciliciosa, probablemente uno de los mejores cafés que he probado.

Para tontear un poco, fuimos a Starbucks y nos pedimos la bebida que siempre pide la otra. Después, salimos a simplemente caminar, hacía mucho que no nos relajábamos nosotras dos solas.

-¿Y bien?- me preguntó, al seguro, notar mí cara de satisfacción.

-No está tan bueno- negué y ambas comenzamos a reírnos, porque si.

Así éramos: ridículas, con un sentido del humor similar, súper sensibles, fanáticas de las tonterías y muy honestas desde el primer momento. Quizás, por eso congeniábamos tanto.

Nos conocimos a través de Madison, y al principio, solo teníamos el mismo grupo de amigos. Creo, que recién el año pasado, hubo un click que hizo que nos volviéramos mejores amigas de la noche a la mañana.

Lo único, en lo que creo, diferenciábamos era que, Sabrina, sentía que todos los chicos con los que salía, eran su alma gemela. Ella iba en serio, aunque no se note. Yo vivía diciéndole, que una chica tan hermosa como ella, debería disfrutar de varios, pero está bien, le gusta estar de novia y no tengo porque juzgarla. Ella, jamás lo hizo conmigo, y vaya, que tengo para que me critiquen.

Sabrina es preciosa, en verdad. Es la chica a la que todas le tienen celos, los chicos mueren por ella. De hecho, la he besado en el juego de la botella en una fiesta y besa increíble.

-¿Fuiste al fin?- me señaló la tienda de música enfrente, cuando pasamos de largo y sonreí mirándola- ¿Ya sabes tocar algo?

Volví a ella.

-Toqué tantas cosas, que no sé cual es mi favorita- le respondí con honestidad- Me encanta el piano rojo.

-Si, a mí también- concordó- Pero... ya no creo poder ir a esa tienda- agregó.

-¿Por qué?- pregunté confundida.

-Mi ex trabaja ahí- contestó- No conrtamos en malos términos, ni nada. Solo es incómodo, ya sabes- explicó- Es un chico de rulos, quizás lo hayas visto- No- Joshua, se llama.

Necesitaba que mis sentimientos, no transformaran mi cara. NO PODÍA SER. Me cogí al ex novio de mi mejor amiga. Esto no tenía que pasar así, esto no tenía que ser así. Lo personal, no se tenía que mezclar.

-Me lo he cruzado- dije finalmente, tragando con dificultad el enorme nudo en mi garganta y las ganas de llorar.

Perder a Sabrina por esto, o por cualquier otra cosa, no era una opción. No lo sabía, si lo hubiera sabido, ni siquiera le hubiera hablado. Puedo tener la fama que sea, pueden decirme cualquier cosa. Pero cualquier persona que haya estado ligada a una amiga, está prohibida.

¿Qué hago ahora, entonces?

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