𝙀² - "𝙁𝙞𝙚𝙨𝙩𝙖"

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·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰ ♘ - フィエスタ

La fiesta había iniciado en la Mansión de los Zhou y Tzuyu ya estába lista. Se veía deslumbrante de pies a cabeza.

Como era de costumbre.

Ella siempre lucia bellísima.

Y ni hablar de Sana, quien captaba miradas sin siquiera quererlo. Su vestido rojo no pasa se ser persivido.

— Tzuyu, ve a recibir a Sana.— Le ordenó su Madre. Dándole un leve golpe en la cabeza.

La Japonesa acababa de llegar con la compañia de su Padre.

— ¿Qué? — Fruncio el ceño descolocada por lo que su Madre le había pedido — Para eso hay sirvientes.

— No se trata de eso, debes hacerlo porque es tu novia.— La regañó su Madre.

Su intención era que los invitados que estaban poniendo sus ojos sobre Sana pudieran ver que la jóven estába comprometida y no estába disponible.

— Maldita sea.— Se quejó.

Tzuyu caminó de mala gana, abriéndose entre la multitud para acudir a la mayor.

Llegó hasta ella y sin siquiera saludarla, intentó ayudarla a quitarse el abrigo que traía puesto.

— No te molestes, puedo hacerlo sola.— Dijo Sana poniendo su mano sobre la de Tzuyu, para detener su acción.

— Quédate quieta.— Le dijo seca.

Tzuyu le quitó el abrigo a Sana y colgó de la prenda en el perchero.

También ayudó al el Señor Minatozaki.

— Muchas gracias, querida.— Agradeció el hombre con una gran sonrisa.

Tzuyu sonrió en respuesta. Palmeó sus manos e inmediatamente un mozo apareció con una bandeja llena de copas con vino.

La menor tomó una y se la entregó al hombre. Quien la iba a aceptar gustoso, pero Sana se interpuso.

— Él no puede beber.— Dijo mirándola fijamente.

— Hija mía, es una fiesta y debo disfrutar.— El hombre intentó tranquilizar a su hija, sonriendole cálidamente y poniendo una mano sobre su hombro.

— Si Sana, deja que tu Padre disfrute, ¿no lo merece? — Rio levemente Tzuyu.

El hombre hace años que no probaba una copa de vino y se notaba.

— Tú, no te metas.— Respondió cortante la más baja.

— Sana.— Su ceño estába levemente fruncido, dando a entender que estába enojado.

Sana se cruzó de brazos y bufó, evitando el contacto visual con ambos.

— Bien, Tzuyu llevanos con tu Padre.— Le pidió el hombre.

— Sí.— Asintió sonriente — Acompañenme.

Tzuyu los guió donde estaban sus progenitores, quienes gustosamente recibieron a sus ahora, familiares.

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Sentada una al lado de la otra, Sana y Tzuyu ni siquiera se inmutaban de la presencia de la contraria.

Poco les importaba.

Preferían disfrutar de ver a las otras parejas en la pista de baile. Eso era realmente era divertido, algunos ni bailar sabían.

𝙂𝘼𝙈𝙀𝙎 𝙊𝙁 𝙏𝙃𝙀 𝙈𝘼𝙁𝙄𝘼 ˢᵃᵗᶻᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora