𝙂𝘼𝙈𝙀𝙎 𝙊𝙁 𝙏𝙃𝙀 𝙈𝘼𝙁𝙄𝘼 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝙀³¹ - "𝙀𝙭𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙎𝙖𝙠𝙖𝙞"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰♘ - 堺の滅亡

Un grupo de vehículos se detuvo fuera de la gran Mansión.

Luego de unos minutos, silenciosamente eliminaron a los guardias que rondaban alrededor de la casa. Se detuvieron en la entrada y bajaron de sus vehículos.

— Osaka, Kyoto y Hiroshima por la parte trasera.

...

—Yokohama, Tokio y Nagoya conmigo, no quiero a nadie con vida.— Ordenó Sana.

— Si Señorita.

Contó mentalmente hasta tres e hizó una señal con su mano. Abrieron la puerta de una patada y otro grupo  se abrieron paso a través de las ventanas.

Los disparos comenzaron. La abrupta entrada causó que los individuos dentro de la casa no reaccionaran a tiempo.

— Sana.— Tzuyu se acercó a ella. La acompañaba en esa misión — Me encargaré de la parte superior.

— Bien.— Asintió — Si los encuentras, no lo asesines.

— No lo haré.— Sonrió antes de subir al otro piso.

Sana comenzó a caminar por la Mansión en caso de que alguien hayan quedado con vida, llegó a la sala y un cuadro llamó su atención.

Se acercó curiosa y lo tomó, en él aparecía la Familia Sakai.

Akihide, Hiro y la Señora Sakai. Ambos hombres resplandecientes de felicidad, pero a pesar de la sonrisa en los labios de la dama, las ventanas de su alma la delataban.

— Señorita, debe ver ésto.— Uno de sus hombres interrumpió su momento de apreciación.

Se dejó guiar por el muchacho y caminaron hasta el sótano.

Era muy profundo y extenso, al final solo había un gran cuarto con una mujer encadenada de muñecas y pies a la pared.

— Es la Señora Sakai...— Pronunció sorprendida.

Sana la miró detenidamente llena de confusión y asombro.

Esa mujer realmente estába viviendo un infierno. No entendía absolutamente nada, pero ella no la dejaría ahí y mucho menos en ese estado.

— Liberenla.— Ordenó.

— Señorita, no tenemos cómo hacerlo.

— Encuentren una forma.— Le dijo con obviedad.

La mujer despertó a causa de los murmullos y los miró con atención.

— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó con una voz llena de paz.

— Liberandote.— Respondió Sana.

— No se preocupen.— Se a abrazo a sí misma — Es mejor que se vayan, Akihide y Hiro pronto estarán aquí, se enfadaran conmigo si los ven en este lugar.

— No te preocupes.— Sonrió — Estoy ansiosa de su llegada.

— Jóven Sana, Sakai y su hijo han llegado.— Informó otros de sus hombres.

— Espléndido.— Sonrió con malicia - Las cuadrillas permanezcan en el primer y segundo piso, eliminen a sus hombres.

— La jóven Zhou se está haciendo cargo.— Agregó.

— Entiendo.

Sana rápidamente comenzó a buscar entre los escombros y herramientas tiradas con la esperanza de encontrar algo útil, luego de uno segundos halló un pequeño traladro.