𝙂𝘼𝙈𝙀𝙎 𝙊𝙁 𝙏𝙃𝙀 𝙈𝘼𝙁𝙄𝘼 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝙀³ - "𝙃𝙤𝙨𝙥𝙞𝙩𝙖𝙡"

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰ ♘ - 病院

Llevó horas sin comer ni beber algo, sinceramente no me da para hacerlo.
Estoy tan abrumada y preocupada que es posible que vomite si ingiero cualquier tipo de alimento.

Quiero saber lo que piensa el Doctor sobre ésto.

Ví al Doctor encargado salir de la habitación de mi Padre hojeando un par de expedientes y resultados. Luego, se acercó a mí.

— Sana-chan, ¿cómo estás? — Hizo una leve mueca de felicidad al verme.

Nos conocíamos. Él es el Doctor personal de mi Padre en éste Hospital que le pertenece, hay confianza entre nosotros crecí siendo muy cercana a él.

— Estoy cansada, pero quiero saber el estado de mi Padre.— Comenté agobiada.

Miró nuevamente los exámenes y se centró en mí otra vez.

— Ha pasado años sin tratar su enfermedad, siendo sincero no comprendo cómo ha podido hacerlo.— Hizó una pausa — Se ve que él sufre.

Asentí en silencio.

— Según los exámenes, él tiene un par de meses más.— Pasó su mano por la cabeza. Detestaba decir esas cosas — Es muy tarde para iniciar un tratamiento, solo haríamos que sufra más, es mejor que disfrute el tiempo que le queda en calma.

— Entiendo.— Bajé lentamente mi cabeza, para esconder las lágrimas que querían escapar de mis ojos — Muchísimas gracias, en serio.

— No te preocupes Sana, sabes que por tu Padre haría lo que fuera, ésto no es nada.— Sonrió — Puedes pasar a verlo.

Sonreí, claro que lo sabía. Mi Padre lo había ayudado a pagar sus estudios cuando era un jóven universitario, solo porque le encantó su entusiasmo y amabilidad.

Entré en la habitación. Ahí estába mi Padre, dormía plácidamente a pesar de todo lo que había pasado.

Me senté a su lado y tomé su mano. Él estába más pálido de lo normal.

Padre...

No recuerdo el momento exacto en donde la apariencia de mi Padre se convirtió en esa. Siempre fue un hombre muy esbelto y definido, luego del diagnóstico de cáncer, a pesar de su intensa lucha por mantenerse en forma, era más que obvio para todo aquel que lo conociera, que ahora él solo era la sombra de lo que solía ser.

Está más delgado...

Aunque no se distinguiera a simple vista. Esos detalles más mínimo podían ser percibidos por mí.

Ésta situación de gran estrés me hacía sentirme muy tensa todo el tiempo y ser excesivamente observadora.

— Debo dejar de pensar tanto...

Acomodé su cabello y acaricié su mejilla con dulzura.

El sonido de mi móvil interrumpió el momento de tranquilidad que estába teniendo.

𝙇𝙇𝘼𝙈𝘼𝘿𝘼.

- Hola...

Contesté sin muchos ánimos.

- Jóven Sana, los Señores Zhou se encuentran en la entrada, desean visitar al Jefe..

- Déjalos entrar, no te preocupes.

- Sí, señorita.

𝙁𝙄𝙉 𝘿𝙀 𝙇𝘼 𝙇𝙇𝘼𝙈𝘼𝘿𝘼.

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