Capítulo 22

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─ Bueno, bueno, ¿qué hora son estas? ─ Noey dijo cuando Freen entraba en la casa.

Freen sintió que sus mejillas se ponían rojas de inmediato y suspiró mientras echaba un vistazo al pasillo, viendo a Noey recostada en una silla, mirándola con las cejas levantadas. Parecía demasiado engreída para el gusto de Freen, y se estaba debatiendo si podría o no subir las escaleras y cambiarse de ropa antes de que Noey comenzara a bombardearla con preguntas, pero no tuvo tanta suerte.

─ Entonces ─ dijo Noey ─, te quedaste a dormir.

Cerrando los ojos mientras sonreía, Freen agachó la cabeza y se frotó la nuca, sintiéndose un poco nerviosa.

─ Lo hice.

─ ¿Y?

─ La amo ─ admitió Freen, encontrando sorprendentemente fácil decirle a Noey la verdad sobre sus sentimientos.

─ Así de bueno, ¿eh?

Soltando una carcajada, Freen se encogió de hombros. Puso los ojos en blanco ante las cejas arqueadas de Noey y le dirigió una mirada mordaz.

─ Lo que pasó o no pasó es entre Rebecca y yo, y tú... ─ dijo Freen, deteniéndose para besar a su hermana en la parte superior de la cabeza ─ deberías preocuparte por tu propia novia.

Noey se burló, frunciendo ligeramente los labios mientras observaba a Freen servirse un poco de jugo de naranja.

─ Bueno, de cualquier manera estás de muy buen humor, lo cual es agradable de ver. ¿Supongo que lo de volver a casa está descartado?

Apretando los labios, Freen caminó hacia la mesa y se dejó caer en un asiento, dándole a Noey una mirada incierta. Ni siquiera ella estaba segura y pensó que tal vez su hermana podría darle un buen consejo.

─ No lo sé. Realmente no hemos hablado de eso. Lo intentamos ayer, pero... las cosas están bien ahora. No quiero estropearlo siendo demasiado insistente. No puedo pedirle que se mude allí conmigo después de un par de meses de noviazgo. Y sé que Rebecca tampoco me pediría que me quedara.

Dándole una mirada comprensiva, Noey extendió la mano y le dio un apretón rápido en el brazo.

─ Bueno, al menos estás siendo cautelosa esta vez.

Freen echó la cabeza y cerró los ojos mientras pensaba en James.

─ Uf, por favor no me lo recuerdes. ¡Aunque esta vez es diferente! Todo se siente... diferente. No siento que esté apurando nada o que a ella no le importe. Siento que... ni siquiera puedo describirlo.

─ Sientes que el sol está a tu alrededor en todo momento, incluso cuando no puedes verlo ni sentirlo. Ella te hace sentir cálida y segura, y aprende cosas sobre ti, no para juzgarte, sino para aprender cómo necesitas ser amada, y simplemente reír con ella es uno de los mejores sentimientos. Lo sé. Sé exactamente cómo te sientes ─ murmuró Noey suavemente, con una mirada perdida.

─ Lo siento ─ el corazón de Freen dolía por su hermana.

─ Está bien; tomé mi decisión. Aunque ahora me siento cómoda con ello, como si estuviera exactamente donde debería estar. Creo que quedarme con ella... no me habría sentido a gusto después de un tiempo. Ahora he aceptado que tomé la decisión correcta y no importa si a veces todavía la quiero porque sé que al menos he sido honesta conmigo. Pero tú... deberías disfrutar la sensación, porque está ocurriendo.

─ ¿Entonces crees que debería quedarme?

─ Creo que... deberías hacer lo que te haga feliz, Freen. Nadie más puede decirte lo que te hace feliz; sólo tú puedes decidir eso. Aún te extrañaré si te quedas, pero al menos sabré que tienes a alguien que cuida de ti.

Siempre nos hallamos en el mar  | FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora