El amor se vuelve peligroso cuando te enamoras de la persona que más te odia, porque tus sentimientos quedan expuestos a su completa manipulación. La línea que divide al amor y el odio es bastante estrecha, y nuestras protagonistas danzan sobre ella...
Este capítulo es para Bi_Rebel, para que no se pierdan las buenas costumbres 😂💜
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Sábado 5 de Marzo, 2016 (mañana)
El reloj marcaba las ocho en punto cuando su alarma comenzó a sonar. Con pereza, Adora la apagó para seguir durmiendo otros cinco minutos. Después de un rato, sus madres no tardaron en aparecer en su cuarto.
- Adora, cariño. -Hope tocó antes de entrar. Al no recibir respuesta, abrió la puerta.-
- ¿Aún sigues acostada? -Mara de un salto se recostó a su lado.-
- Agh, mamá. -Se quejó la rubia mientras se ocultaba bajo las sábanas.-
- Ya es hora, tienes que levantarte. -Hope seguía de pie viendo a sus dos personas favoritas.- Prometiste que serías rigurosa con tu entrenamiento de ahora en adelante.
- ¿Sino cómo quieres que te acepten en la Escuela de Policías? -Mara empezó a quitarle las sábanas de encima.-
- Ya sé, ya sé. -Dijo sonriendo aún media dormida.- Bajo en un minuto, lo prometo. -Dijo empujandola de su cama.-
- De acuerdo. -Ambas madres salieron del cuarto de su hija.-
Ayudar a las personas y hacer lo correcto siempre ha sido la vocación de Adora, simplemente es parte de su esencia. Hace algún tiempo había decidido que quería ser policía, pero ahora que sólo quedaban un par de años para que su sueño se volviera realidad, debía empezar a entrenar y trabajar duro para lograrlo. Tenía la suerte de que sus madres la apoyaban en cada decisión que tomaba.
Se levantó y se puso su ropa de entrenamiento para luego bajar a la sala, donde la esperaban Hope y Mara.
- Bien, ya estoy lista. -Hope le lanzó una manzana.- Gracias.
- Siempre recuerda que no es bueno entrenar con el estómago vacío.
- Pero tampoco con el estómago pesado. -Agregó Mara, mordiendo su propia manzana.-
Cuando terminaron de comer su pequeña colación, la familia Griffin salió a correr alrededor del vecindario para empezar su calentamiento. Adora tenía suerte que su madre Hope fuera entrenadora deportiva, así que ella era quien lideraba y armaba sus rutinas de entrenamiento.
A la rubia le encantaba que sus madres entrenaran con ella, porque así podían pasar más tiempo juntas. Era muy entretenido competir y jugar con su madre Mara, aunque su madre Hope las regañara por distraerse tanto. Después de un par de horas dieron por concluido el ejercicio y entraron a casa para desayunar.
- Estaba delicioso. -Adora se estaba levantando de su asiento para irse.- Muchas gracias.
- Hija. -Llamó su atención Hope antes de que se fuera.- Sólo quería decirte que... Lo estás haciendo bien. -Mara le sonrió a su esposa y tomó su mano.- Si sigues esforzándote así y eres constante, no me cabe ninguna duda de que alcanzarás todo lo que te propongas. -Una apenas perceptible sonrisa se asomó en su rostro.- Estoy muy orgullosa.
