Extra 2.

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La luna se escondió y el brillante sol salió, indicando el nuevo horario que llegaba iniciando un nuevo día en la cotidianidad ilimitada que se presentaba.

Harry y Louis dormían profundamente, abrazados sin la necesidad de soltarse, sin embargo, los rayos del sol interrumpieron su descanso, causando que se despertarán casi a la vez.

Louis fue el primero en abrir sus ojos, siendo consciente de que el día que tanto había esperado finalmente llegó: El día en que sería el partido de la final de Inglaterra.

Seguidamente, Harry imitó su acción, removiendose en la cama, mientras estiraba sus extremidades en un intento de dejar ir la somnolencia que se apegaba a su cuerpo.

–Buenos días, amor –Saludó Louis, mientras abrazaba más el cuerpo de Harry. 

–Buenos días, Lou –La voz ronca de Harry hizo presencia, causando una sonrisa automática en Louis.

–¿Sabes qué día es hoy? –La emoción se apoderó del ojiazul tan pronto como despertó.

–Uhm, no lo sé, ¿Un veinte de enero común y corriente?

Harry fingió que no sabía la razón del entusiasmo de su esposo, claro que sabía que día era, Louis se encargó de recordarle constantemente las últimas semanas lo que pasaría ese día.

–¿Común y corriente? –Louis se sentó repentinamente en la cama, luciendo ofendido.

–Si, ¿O me equivoqué? ¿Qué se celebra hoy?

–¡La final de Inglaterra contra Italia! –Gritó el ojiazul haciendo que Harry se carcajeara.

–Lo sé, Lou, te has encargado de recordármelo todos los días desde que fue tú cumpleaños.

–Entonces, no hagas bromas malas –Pidió Louis mientras sonreía y le daba un beso.

–Bien, lo siento, lo siento –Dijo Harry en un ademán de rendición.

–No hay tiempo para disculpas, ve a darte una ducha, mientras yo hago el desayuno.

–¿Por qué no te duchas tú primero?

Louis se levantó de la cama con entusiasmo, sin dejar de sonreír, estaba seguro que ese sería uno de los mejores días de su vida.

–Porque yo no me demoró casi una hora y media en el baño –Comentó Louis mientras salía de la habitación.

–¡Oye, no exageres! –Esta vez fue Harry el que se levantó de la cama, dirigiéndose al baño.

Louis exageraba respecto al tiempo que demoraba Harry en el baño arreglándose, si bien era cierto que el proceso de higiene personal del rizado era más complejo que el de Louis, no significaba que se demorará una hora y media, tal vez solo una hora exacta, y unos minutos para apreciar su apariencia en el espejo…

Pero vamos, a Harry le encantaba cuidarse a sí mismo, consentir su piel era su actividad favorita del día, la sensación de cómo los distintos productos de cuidado facial se adentraba en su piel, proporcionando suavidad, hidratación y humectación, era simplemente satisfactorio, pero también poder masajear sus pómulos y mejillas en suaves toques que repasaba con la yema de sus dedos era tan placentero que podría quedarse ahí todo el día.

Respecto a ducharse, se demoraba ya que tenía que aplicar múltiples productos para sus rizos, dándoles esa definición, brillo y sedosidad que tanto los caracterizaba, además, de que se permitía relajar sus músculos mientras a sus oídos llegaba la melodía de alguna canción que se estuviera reproduciendo, sintiendo la lluvia artificial cálida acogerlo y calmarlo de cualquier aflicción.

The Park | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora