EL DESEO PROHIBIDO DEL PRÍNCIPE

UN LUGAR SEGURO

Mis padres están entrando al hotel en este momento, puedo sentir como la ansiedad crece en mí, por un lado estoy feliz de verlos, sobre todo a mi madre pero por otro lado su presencia es resulta algo inquietante sin mencionar el hecho de que Fernando y yo debemos ser más cuidadosos que de costumbre.

Cuando la puerta se abre lo primero que entra es un pequeño remolino con vestido de tul color rosa y largos rizos negros dando saltos y gritando "sorpresa tío Tareck", se trata de mi pequeña sobrina Daniah de cinco años que vino con sus abuelos de manera inesperada; ella es la hija de mi hermano Ibrahim quien es el segundo hijo de mis padres y quien se casó primero, ésta pequeña dulzura es la primera nieta de su generación.

-Daniah barak allah fik mufaja'atan jamilatan ya eazizi! (Daniah es hermoso verte)-. Exclamo mientras la atajo en mi brazos cuando llega corriendo hacia mi, su presencia es como un bálsamo en este momento, al menos con ella aquí habrá más alegría.

Suelto a Daniah y me dirijo hacia mis padres, los saludo con un abrazo y un beso a cada uno, mientras se instalan nos ponemos al día y luego saludan a Fahad que se lleva a la niña a pasear y así podemos hablar mas temas solo los tres; como es de esperarse mi padre me hace una detallada exposición de los planes que tiene para mí y lo que espera de mi papel como Ministro de Seguridad Interna e Inteligencia, por lo que veo tendré una agenda muy ocupada, mi hermano el Rey quiere reformar el cuerpo policial, hacerlo mas moderno y cuenta conmigo para prácticamente reconstruirlo desde cero; pero al menos sabiendo esto podré planear mejor mi vida con Fernando en Haidar, no sera facil, sobretodo al principio, pero se que saldremos adelante.

Después de pasar un rato juntos y hablar todo esto se retiran para descansar del viaje, al salir del salón principal nos encontramos de frente con Fernando que acaba de llegar de la Universidad, él se queda paralizado cuando nos ve, pobrecito mi amado, está nervioso, yo voy a su lado y pongo mi brazo alrededor de sus hombros para que se tranquilice.

-Fernando! Recuerdas a mis padres? Acaban de llegar de Haidar, papá... mamá...Fernando se está quedando aquí con nosotros, se toparan seguido con él-. Digo mirando a mis padres y a Fernando a la vez.

-Buenas tardes, es un placer volver a verlos-. Dijo Fernando con un tono casual pero respetuoso.

-También es un gusto volver a verte Fernando, es una agradable sorpresa que estés aquí-. Comenta mi madre mirando a mi padre de reojo.

-Tareck hijo nosotros no teníamos idea que este joven está viviendo aquí, bueno al menos me escuchaste cuando te dije que debes cultivar amistades verdaderas-. Dijo mi padre con una sonrisa extraña, no parece estar comodo y eso me llama la atención.

-Dejame verte de cerca muchacho, cuando estuviste en Haidar estábamos tan agitados con las celebraciones que no tuve oportunidad de conocerte mejor-. Mi madre se acerco hasta Fernando y lo detalló con la mirada, luego puso las manos en su rostro y empezó a apretar sus mejillas.

-Que bonitos ojos verdes, eres un jovencito muy guapo; mira nada más esas mejillas regordetas y esos hoyuelos, también tienes una boca muy bonita; en fin eres un chico muy lindo. Cuantos años tienes?-. Fernando estaba rojo como una cereza, parecía un gatito resignado mientras mi madre le da esta dosis repentina de afecto que francamente me sorprende, ella es una mujer atenta y cariñosa, pero también algo reservada y el hecho de que haga esto con él me hace pensar que mi amado tiene un efecto especial sobre la gente.

-Gra...gracias, es usted muy amable, yo tengo 21 años-. Dijo Fernando algo apenado, yo sólo observaba sonriendo sin poder evitarlo y mi padre también miraba pero serio y en completo silencio.