EL DESEO PROHIBIDO DEL PRÍNCIPE

ANIVERSARIO EN PARÍS

Odio dormir en el sofá teniendo a mi pareja bajo el mismo techo, pero me niego a pedir otra habitación en el hotel, es la primera vez que peleamos y me siento mal, quiero la reconciliación pero Fernando esta vez se enfadó mucho y no voy a presionarlo; estábamos perfectamente bien hasta que Hans decidió que le gusta mi novio, cuando el delivery con el arreglo de flores apareció perdí los estribos, tomé el regalo y lo arroje por el balcón de la habitación, cuando lo hice y miré las caras de Fernando y el muchacho repartidor me di cuenta de que cometí un error. Fernando estaba evidentemente enojado mientras que el otro muchacho que aún tenía las manos alzadas de cuando todavía sostenía el ramo de flores, sólo estaba palido y talvez un poco asustado.

-Tareck Hamad Al Karim, no abras la boca y quédate en donde estás!-. Exclamó Fernando enojado llamándome por mi nombre completo, yo decidí hacerle caso, mientras él se dirige a una mesa, toma dinero y se va a donde está el chico repartidor.

-Lamento todo esto, por favor toma esta es tu propina, eres muy jóven, seguro eres estudiante-. Fernando habla con el muchacho que parece recobrar la compostura y le sonríe tímidamente, no debe tener mas de 18 años, realmente se ve muy jóven.

-Ehh...si señor, estudio música clásica, este es mi primer empleo, comencé hoy, decidí hacerlo porque los instrumentos son muy caros y mis padres trabajan mucho, yo solo deseo ayudarlos con los gastos-. El chico cuenta su historia pero yo apenas lo escuché, el enojo que sentí en ese momento al pensar en el atrevimiento de Hans es muy grande, él no sabe sobre Fernando y yo; pero aún así lo siento como una amenaza, pues él tiene muchas cosas a su favor, para empezar en Países Bajos no lo repudiarian por tener una relación con un hombre; sé que Fernando lo rechazó y el problema no es mi amado, es sobre Hans que se atrevió a mirarlo de manera inapropiada, si lo tuviera de frente lo golpearía.

-En serio estudias música y tu instrumento favorito es el violín? Que casualidad que yo también soy musico; espera un segundo, no te vayas-. Fernando sale corriendo a nuestra habitación, él chico se incomoda con el silencio y mi presencia, yo solo permanezco de pie con los brazos cruzados, luego Fer regresa con el violín que había comprado hace poco y se lo da al jóven en sus manos diciéndole "ten tomalo como una compensación por el mal momento, sé que le darás un buen uso" .

-Pero yo no puedo aceptar esto, es mucho-. Dijo el chico apenado, Fernando se lo regaló de corazón, estoy seguro de que ese jovencito solo trata de salir adelante, mi amado tiene un corazón de oro, él es generoso, eso es algo que yo aprecio, la generosidad. El chico ante su insistencia acepta el regalo y se despide dándole las gracias con mucha ilusión en sus ojos, luego Fernando cerró la puerta y me miró con enfado, yo me quedé quieto en mi lugar pues el nunca me había visto de esa forma.

-Que sucede contigo? Tareck no debiste lanzar las flores así, pudiste lastimar a alguien afuera; sin mencionar que asustaste a ese pobre chico en su primer día de trabajo, además yo tengo controlada esa situación, fui muy claro diciéndole a ese hombre que no estoy interesado y que además tengo pareja-. Debo admitir que merezco el regaño, pero el problema no es Fernando, el problema son los otros hombres y su descarado atrevimiento al mirar a mi novio.

-Yo no soporto a Hans, tu le dijiste que tienes pareja y aún así se atrevió a enviarte flores y escribirte diciendo que quiere volver a verte, es obvio que no le importa si tienes pareja o no-. Le dije enojado, Fernando sólo me miró moviendo la cabeza de un lado al otro a manera de negación.

-Pero es que ni siquiera me diste la satisfacción de devolverle su tonto regalo con una nota en donde le dejaría muy en claro que tengo pareja y otras razones por las que no me interesa estar con él, ahora creerá que recibí su obsequio y talvez sentirá que puede volver a hablar conmigo nuevo, Tareck entiendo que estés furioso, yo también lo estoy, pero tienes que dejar de ser tan impulsivo y controlarte-. Él tiene razón al decir esto, pero en ese momento no pensaba con claridad.