Zafira es una niña increíble, desde su nacimiento ella ha sido una bendición y ahora que ya tiene 8 años puedo decir que me ha enseñado a ser un adulto responsable de una vida, a querer ser mejor cómo ser humano y hacer todo para que una pequeña persona crezca sana y feliz; nuestro sistema familiar consiste en que mi madre sea quién la lleva y trae de la escuela, de las actividades con otros niños y pasa la mitad del día en casa de mis padres mientras hace toda su rutina diaria; el resto del día está en casa con nosotros.
Tomamos la decisión de que sea de esta forma porque lamentablemente no podemos decirle a la sociedad de Haidar que somos una famila homoparental y no queremos exponer a nuestra hija a ningún tipo de situación complicada en ningún aspecto de su vida, pero en casa le damos todo el cariño que necesita, los tres salimos de vacaciones a lugares divertidos para ella como Disney, hacemos todo para compensarle muchas cosas, como la ausencia de su madre y el hecho de no poder estar ambos con ella en algunas ocasiones; pero mi niña es tan buena que siempre nos regala una sonrisa y entiende muchas cosas.
Las primeras noches de su estadia con nosotros fueron difíciles, ella no dejaba de llorar y era un milagro cuando lograbamos calmarla, Zafira extrañaba a su madre, solo tenía seis meses y la necesitaba demasiado; poco a poco se fué acostumbrando a nosotros, Fernando lograba dormirla cantándole con su hermosa voz y la bebé sólo se quedaba tranquila de esa manera, yo la sostenía poco porque conmigo si se inquietaba, pero había momentos en que me aceptaba, hasta que en una ocasión cuando ya tenía ocho meses de edad, Fernando se enfermó de influenza y tuvo que aislarse por el bien de la niña; entonces yo me quedé a cargo.
Mi madre me acompañó cuanto pudo pero en un momento de la noche me quedé completamente sólo con la bebé y ella despertó llorando, yo la tomé de la cuna y la arrulle cómo pude, le dí el biberón e increíblemente aceptó todos mis cuidados aunque yo tenía miedo de hacer alguna torpeza que la inquietara y la hiciera llorar; pero eso no pasó, zafira estaba risueña y tranquila, se quedó despierta por un rato y me miraba con sus grandes ojos turquesa heredados de su sangre Bielorrusa, yo la alzaba juguetonamente mientras ella se reía y me daba golpecitos con sus manos diminutas en la cara, esa noche me gané su confianza y desde entonces sólo hay armonía en nuestro hogar.
Zafira es una niña muy inteligente, ella sabe quién es su madre, sabe que sus abuelos maternos son muy distantes con ella; también entiende que nuestra familia no se parece a las de sus amigos de la escuela o de sus otros familiares, desde muy pequeña hemos procurado explicarle porque su madre no está con ella y la razón del porque no podemos hacer muchas cosas juntos como familia; nuestra pequeña es...demasiado comprensiva para su corta edad.
-Abi, tu amas a papi Fer verdad? Ustedes se quieren mucho cierto?-. Ella me pregunta mientras armamos un rompecabezas y me observa atentamente esperando mi respuesta.
-Thurwati yo amo a Fer, él y yo nos queremos muchísimo; por supuesto el centro de todo ese cariño eres tú, desde que naciste has llenado nuestros días de felicidad, nosotros somos una familia muy especial y tenemos amor que es lo más importante, nunca lo olvides hija mía-. Ella me mira fijamente por unos segundos y después me abraza.
-Yo también los quiero Abi, también quiero a la abuela Samira, al abuelo Hamad, a la abuela Fernanda y al abuelo Austin; también estoy contenta de que hoy dormire en casa de los abuelos Meera y Zaid, ellos no me llaman casi nunca y quiero conocer la casa de mi Omi; aquí no hay muchas cosas de ella y quiero ver más fotos y sus cosas, ellos me lo prometieron-. Ella habla con mucho entusiasmo, yo estoy feliz de que ame a mis padres y a los de Fernando, todos nos hemos esforzado por darle un hogar con un núcleo familiar sólido; sin embargo, sus abuelos maternos siempre fueron distantes y nunca se han preocupado por estar en su vida, ahora de la nada quieren convivir con ella.
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EL DESEO PROHIBIDO DEL PRÍNCIPE
RastgeleTareck es un príncipe árabe multimillonario que puede tener lo que quiera con solo pedirlo, pero ahora quiere algo que no puede tener, porque desear a su amigo esta prohibido y lo más peligroso es que su deseo es correspondido.