Decir que estoy enojado es poco, la sola idea de que quieran que vaya a la fiesta para presentarme a una candidata a esposa me molesta mucho, literalmente estan obviando todos los protocolos tradicionales de nuestra cultura para imponerme a una muchacha; la verdad es que me intriga el saber porque tanta prisa, al menos con la oportuna advertencia de Fahad puedo idear un plan para obviar ese encuentro.
-Gracias por advertirme Fahad, al menos ya se a que atenerme de hoy en adelante, ahora entiendo muchas cosas; han tenido mucha insistencia con eso del matrimonio desde que regresé...yo...estoy empezando a pensar que sospechan algo, han estado muy extraños desde hace meses y estoy preocupado-. Le dije a mi primo comentándole lo que pienso sobre la forma en como actua mi familia últimamente, no dicen nada pero actúan y no todo el tiempo logran disimular.
-Que vas a hacer ahora primo?-. Fahad me pregunta con cara de preocupación, los pensamientos pasan por mi cabeza como una lluvia de estrellas fugaces y la verdad no soy capaz de responderle, justo ahora solo tengo una idea fija en mi mente y es evitar el matrimonio a toda costa.
-No lo sé, de lo único que estoy seguro ahora es que debo encontrar la forma de evadir esa situación-. Le digo a mi primo mientras ambos salimos de la casa, mi teléfono vibra y al ver la notificación es Fernando, me envió una foto tumbado en el sofá con la frase "Aftaqiduk hibi...suf 'astahimu baynama taeud 'iilaa almanzili" (Te extraño mucho mi amor...tomaré una ducha mientras llegas a casa). Mi sol a estado practicando el Árabe con entusiasmo, siempre trata de comunicarse conmigo usando mi idioma, es adorable verlo equivocarse con las palabras y reírse mientras se sonroja por los errores de pronunciación.
Fernando es la única persona en el mundo en éste momento con quien me siento completamente tranquilo, justo ahora quiero regresar a casa con él y hacerle amor para luego dormir abrazados y estar juntos sin que nada nos alcance; yo contesto su mensaje con una foto mía también se la envío con la frase "Ana fi tariqi aljamil" (Voy en camino hermoso), no pude evitar sonreir, me despedí de Fahad y subí de inmediato a mi automóvil, pase a comprar rosas porque Fernando ama las rosas rojas; es pleno medio día y el calor es tan intenso que resulta casi imposible estar en las calles de Haidar; por lo que estaba todo solitario, solo los comercios permanecen funcionando.
Recorrí parte de la ciudad en el auto y al horizonte se distinguen edificios hechos de concreto, acero y vidrio; asi como zonas mas tradicionales y mezquitas de marmol tan blanco que parecen perlas, poco a poco empieza a aparecer el complejo hotelero y las islas artificiales con el mar de fondo; al llegar bajo rápidamente del auto y una vez dentro del edificio tengo que hacer uso de una paciencia extrema para no ser grosero con las personas que me saludan y me retienen para hablar, sobretodo gente que quiere conversar de negocios o política.
No puedo evitar suspirar aliviado cuando entro en mi ascensor privado, pero luego grito de rabia al ver que olvide las flores en el auto y tengo que regresar a buscarlas; de nuevo vuelvo a armarme de paciencia porque quienes no me habían visto entrar quieren hablarme y yo solo me limito a ser amable poner mi mejor cara y gritar por dentro. Cuando al fin estoy de nuevo en el ascensor vuelvo a suspirar esta vez de cansancio y expectativa por que al fin vere a mi amado después de casi un mes.
Cuando llegue a la puerta introduje la clave digital de la cerradura y entro a mi verdadero hogar, todo está en silencio y en orden; pero me sobresalte al sentir que algo suave acariciaba mis pies, miro hacia abajo y me topo con la mirada azul de un gato persa que me mira curioso y empieza a maullar; no pude evitar acariciarlo, tiene un collar que dice "Bombón", que nombre tan gracioso, de seguro mi amado lo adoptó para no sentirse solo. Dejo atrás al felino y me dirijo a nuestra habitación, además del gato también compró un pecera grande que colocó en la sala de estar, Fernando estuvo ocupado sin duda.
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EL DESEO PROHIBIDO DEL PRÍNCIPE
AcakTareck es un príncipe árabe multimillonario que puede tener lo que quiera con solo pedirlo, pero ahora quiere algo que no puede tener, porque desear a su amigo esta prohibido y lo más peligroso es que su deseo es correspondido.