¿Alguna vez has escuchado sobre la transmigración a novelas románticas? Bueno, has de cuenta que me ocurrió algo parecido. Solo que en realidad no fue a una novela en sí, sino a una película de la cual probablemente muchos conozcan. Dato interesante es que, como toda buena transmigrante tuve que morir.
Si. Morir.
Y no de cualquier forma. Muchas son por exceso de trabajo, otras por un auto, otras por circunstancias un poco más graves y algunas otras porque... la verdad no recuerdo pero murieron de una manera digna de una transmigrante. No digo que morir sea algo digno, sino que digamos que es lo más "cliché" en este tema. En mi caso fue algo parecido a esto:
Salía del cine después de ver una película que había esperado tanto tiempo para ver. Era plena tarde, lo sé porque el sol hizo que entrecerrara los ojos cuando salí de la oscura sala. Camine hacia la calle y ¡tracas! Arrollada por un camión. Y no cualquier camión. Fue el camión de agua Salita, agua cien porciento purificada con la más alta tecnología. La venimos trayendo hasta la puerta de su hogar a tan solo diez pesitos, escucho bien, agua Salita a solo diez pesitos.
¿Qué? ¿Ustedes no se aprenden los anuncios de los camiones? Entonces son fresas.
Volviendo al tema. Cuando la conciencia volvió a mi cuerpo lo primero que sentí fue frío y la miradas de varias personas sobre mi. El primer rostro que observé fue el de un señor que lucía como Rodolfo el reno por la tan notoria nariz roja que le adornaba por encima de la bufanda, además de un escurrimiento nasal que le pegaba a los vellos del bigote. Si. Esa misma expresión fue la que yo hice. La gente parecio perder el interés en mí una vez vieron que no me encontraba muerta y siguieron con su camino como si hubiesen visto a un borrachito haber despertado después de una buena cruda.
Bien. Ahora aquí estaba el dilema de todas las transmigrantes: ¿dónde carajos estaba y quien era yo? Ya saben, cuando alguien transmigra es normal que posea el cuerpo de una protagonista o villana de belleza inigualable y termine siendo la enamorada del protagonista o co-protagonista de la historia. Solo que en mi caso, seguía siendo yo. Me sentí como payaso.
Mire alrededor. Lugar desconocido, calle desconocida, edificios antiguos y desconocidos, incluso los billetes que llevaba habían cambiado a dolares. ¿Sería posible que realmente no haya muerto y en mi inconciencia hubiese sido raptada por unos secuestradores que querían utilizarme para ganar dinero con mi cuerpo pero en el transcurso me haya salido del camión donde me llevaban y haya terminado aquí varada, en la frontera, sin pasaporte ni documentos, en la espera de que llegue la migra y me lleve a la cárcel y termine enamorándome de un maleante que hace un pozo con una cuchara para escapar y terminemos viviendo una vida de peligro, romance y lujuria?
No.
En definitiva estaba en algún lugar del mundo, pero no en mi mundo.
Me levante sacudiendome el trasero después de un suspiro de la realidad. Si era una transmigrante a algún tipo de novela pero ni había poseído a un personaje, ni era el mundo de una novela rofan que tanto me hubiese gustado estar, ni siquiera sabía dónde me encontraba. Probablemente debería estar reaccionando de otra manera un poco más dramática pero seguía con la mente en el señor con mocos en el bigote.............mientras más lo pienso más asco me da.
Fui hacia una tienda cercana, por lo menos podría saber en qué fecha me encontraba en algún periódico o algo. Al pasear por el pequeño local me encontré con productos que sin duda alguna no reconocía. Una señora se encontraba pagando en la caja mientras conversaba con el dueño. No es que fuese alguien chismosa que le guste escuchar conversaciones ajenas, no siento interés en saber la razón por la cual el hijo de la señora no la ha ido a visitar desde las vacaciones de verano en las cuales le había marcado por teléfono para decirle que no iría porque estaba conociendo a alguien. Bueno, puede que haya escuchado ligeramente de más.

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Una vida de chocolate (CANCELADA)
FantasíaSi no habías tenido suficiente con historias de transmigración, aquí te traigo una que sin duda será muy diferente a lo que habías leído. Todo en una vida llena de chocolates de los mejores chocolateros. Veras cosas dulces y otras no tan dulces. *...