Vida Ingrata

8

Un mes después

—Por el poder que me da la iglesia, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia

Roberto tomó a Laura de la cintura y le planto un dulce beso en los labios, todos aplaudían muy felizmente pero a Roberto no le importaba nadie más que aquel hombre de grandes anteojos que los miraba con una sonrisa.

—¡Vivan los novios!

Gritó Tavella y luego beso a Gustavo, este último correspondió y lo abrazo.

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La fiesta estaba siendo muy tranquila, los invitados bailaban y otros felicitaban a Laura y Roberto por la gran decoración de todo, la comida y más cosas.

De un momento a otro Roberto fue hasta la cocina debido a que estaba un poco ansioso de ver tanta gente, el cuarteto estaba en su mesa mientras se cagaban de risa de los chistes que Ricardo contaba.

Cuando Roberto llegó hasta la cocina se encontró con Gustavo, quien estaba perdido mirando a un punto fijo.

—¿Gus?, ¿Qué haces acá?

Gustavo lo miró por unos segundo y negó suavemente con la cabeza.

—Ahm, es que ya me iba, solo me bugie

Rió suavemente y se acercó hasta Roberto.

—Felicidades Rober, Laura es una gran mujer... Decile a Tave que me fui

Beso la mejilla de Roberto y luego cuando estaba por irse, Roberto lo tomo de la cintura y lo atrajo hacia él para posteriormente besarlo con todas las ganas del mundo.

Gustavo correspondió mientras sentía lágrimas salir de sus ojos, lo abrazó con algo de desesperación mientras Roberto lo subía sobre la mesada y bajaba sus besos hasta el cuello de su amante.

Claro que está vez ninguno de los dos había imaginado que alguien había entrado a la cocina.

—¡¿Qué mierda hacen?!

Gritó Ricardo y ambos amantes se separaron rápidamente, Gustavo se bajó de la mesada y miraron con sorpresa a Ricardo.

—¡Yo sabía!...

—Riki... N-no es lo que parece

—¡¿No es lo que parece?!, ¡Te estás cogiendo al esposo de tu mejor amigo!

Ricardo comenzó a reírse con amargura y Gustavo solo optó por irse luego de unos minutos.

—M-me voy Rober...

Rápidamente salió de la casa y Ricardo le dió un fuerte golpe en la mejilla al mayor haciendo que se cayera inmediatamente al suelo.

—¡Levántate marica!, ¡Dale!

Se puso sobre Roberto y comenzó a golpearlo reiteradas veces, Ricardo estaba más que molesto, luego sintió el llamado de Alvin quien intentaba quitarlo de encima de Roberto.

—¡Ricardo lo vas a matar!

—¡Es lo menos que merece, el hijo de puta!

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Nadie en la fiesta se había percatado de la ausencia del novio, ya que estaban un poco ocupados bebiendo y bailando.

Alvaro limpiaba las heridas del mayor mientras trataba de tranquilizar a Ricardo, quién aún estaba molesto.

—Ricardo, cálmate por favor, después te agarra un ataque de pánico y nos olvidamos tus pastillas

—Alvaro, que te diga que es lo que hizo, el hijo de...

Ricardo se calló cuando vio a Tavella y a Marrero entrar a la sala.

—Bo, ¿Qué carajo le pasó a Roberto?

Preguntó Santiago mientras miraba la escena.

—Tuvimos una pelea con Riki, él ganó

Dijo Roberto.

—Andate a la reconcha de tu vieja, hijo de una camioneta de putas

Habló Ricardo y luego tomó su saco para irse lo más rápido posible de la casa de su hermano.

—Bueno, que incómodo ¿No?

Marrero habló pero la situación ya era mucho más que incómoda, todos estaban muy tensos en especial Alvaro que aún no sabía que había pasado.

                          ____

Llegó la noche y con ella la ausencia de todos los invitados, Laura aún no entendía a qué se debía aquella pelea que había tenido su ahora esposo y su cuñado.

—Solo hubo un comentario desubicado de mi parte y Riki se molestó, estaba ebrio...

—¿Seguro fue por eso, Roberto?

Roberto asintió mientras se desprendía la camisa.

—¿Me ayudas con el vestido?

Preguntó Laura con un suave sonrrojo sobre sus mejillas, Roberto se levantó de la cama y caminó hasta su esposa, cuando estuvo detrás de ella le bajó la cremallera del vestido, dejándola completamente desnuda.

La noche era joven y la pareja recién casada lo sabía.

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—Y después Riki se fue azotando la puerta, fue la pelea más épica que ví, digo, no es la primera vez que veo a Los Musso pelearse pero está vez parecía en serio

Comentaba Santiago mientras miraba a su esposo.

—Amor, hablemos de otra cosa ¿Si?

—Si si, ¿De qué?

—De lo guapo que te veías con ese traje

Santiago se ruborizó y sintió como su esposo se sentaba sobre su regazo.

—¿Si?, yo creí que me veía normal

Y los besos callaron sus pensamientos.

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—¡Te digo que lo ví!

Ricardo caminaba de un lado a otro, su molestia no se había quitado con suaves besos y un lindo baño.

—¿Me crees?

Miró a Pintos quién aún estaba atónito por todo lo que su amigo le había contado.

—Yo te creo

Ricardo se sentó sobre el sofá y luego dejo caer su cabeza sobre el regazo del de menor estatura.

—¿Que debería hacer?

Preguntó Ricardo mientras cerraba sus ojos debido a las caricias de Alvaro.

—Tienes que hablar con Roberto, se que ahora no quieres verlo pero creeme que tienes que hacerlo, nunca sabrás toda la verdad

—¿Qué verdad?, los dos son unos mentirosos hijos de...

De pronto Alvaro lo sentó con tranquilidad sobre el sofá e hizo que lo mirara, tomó sus mejillas y con una sonrisa en sus labios le planto un beso.

—Tranquilo Riki, entiendo que estés molesto pero debes tener la madurez que cultivaste por tantos años, cuando estés listo vas y hablas con Roberto, ¿De acuerdo?

Ricardo miró a Alvaro y asintió suavemente para después besarlo nuevamente, se hubiera vuelto loco si no estuviera Alvaro con él.