CAPÍTULO 8. CELOS

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Sergio se preguntaba que mal estaba pagando. Tenía a Max abrazado a él (tanto como podía ya que guardaba cierta distancia para no hacerle daño a Pato) mientras le daba besos en el cuello suavemente.

— Que te quites de encima, pinche empalagoso.

— No... dejaste que Fernando te abrazara y te diera un beso — Max sonaba molesto y eso se reflejaba en las manos que tomaban posesivamente la cadera de Sergio — Hueles a leche...

— No sé si estás loco o está pendejo — Max parecía estar mucho más manso que de costumbre. Según lo que leyó en uno de los libros de maternidad, en ocasiones el otro padre solía sentirse más apegado y protector debido al estado de vulnerabilidad tanto del feto como de la madre.

Quería quitarse a ese ser empalagoso antes de que la gente comenzará a soltar congeturas estúpidas sin embargo, Max no cooperaba en lo absoluto. Era como si quisiera que todos supieran que Checo era suyo.

— No sé lo que estás diciendo... Lo único que sé es que hueles como a leche y a bebé — Poco a poco fue dejando una fila de besos que hacían sentir a Sergio incómodo.

Max no le gustaba. Lo vio alguna vez como un amigo pero ahora solo era su compañero de trabajo.

— D-Detente Max, alguien podría entrar y malinterpretar la situación.

— ¿Que van a malinterpretar? Que me gusta como hueles y por eso estoy dejando besos en tu piel.

— M- Max.

Sergio sabía que si dejaba que Max avanzara más de esto, correría peligro.

— ¡Max Verstappen! ¿Dónde mierda estás?

Los dos se sobresaltaron al escuchar esa voz.

Jos Verstappen estaba ahí.

Sergio empujó a Max lejos de él mientras se acomodaba la ropa y cubría su vientre aterrado.

Checo no le tenía miedo a Jos en su estado normal pero estando embarazado y sabiendo los antecedentes de ser un hombre violento con su esposa y sus hijos pequeños... Pérez le tenía terror.

— ¿Qué haces perdiendo el tiempo con el mexicano? — Max se tensó automáticamente y bajó la mirada — Contesta.

— Estábamos hablando sobre las ultimas carreras... Sergio quería felicitarme por haber ganado tanto en esta temporada — Mintió sin alzar el rostro.

Checo sintió su interior removerse. Eran escenas como esa las que le recordaban que Max seguía siendo un niño asustado de su padre, un niño que había sido maltratado psicológicamente y el cuál aún tenía un fuerte trauma.

— Ya íbamos de salida, los dejaré solos — Sergio se despidió sintiendo que no podría hacer mucho más pero al pasar cerca de Jos este lo tomó de la mano. — ¿Disculpe?

— ¿Por qué te ves más gordo? Que acaso no los ponen a dieta para que cuiden su peso — El hombre soltó con desden mientras examinaba al mexicano.

Sergio trató de que ese comentario no le hiciera daño pero no pudo. Era consciente de que su traje comenzaba a marcarse por su vientre y podía perfectamente sentir como su cuerpo se hacía cada vez más grande.

— Me retiro, Señor. No me quedaré a escuchar más comentarios acerca de mi físico — Checo intentó soltarse pero el mayor hizo más presión — ¿Podría soltarme?

— ¿Quién dijo que podías irte?

— No tengo porque pedirle permiso a nadie Sr. Si tenía algo que decir sobre mí, ya lo dijo. Tengo que prepararme para la carrera— Sergio intentaba zafarse del agarre del mayor, se giró para pedir ayuda a Max pero este se veía muy asustado.

BASTA [CHESTAPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora