Pétalos ➳ Cryle

¿Me quiere?

Como pude regresé a la sala y me senté en el sofá con la mente hecha un lío: ¿De verdad Craig solo me estaba utilizando para olvidarse de Tweek? ¿Eso era yo para él...? ¿Un reemplazo barato de Tweek, su lindo y adorable exnovio con el que estuvo siete años? Pero no lo entendía... Me había dicho que estaba desarrollando sentimientos por mí, y cada una de las cosas que hacía o decía parecían ser genuinas...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta siendo tocada con brusquedad. Me puse de pie y me dirigí hacia la puerta, para encontrarme con un molesto Stan.

—Ese imbécil de Tucker. —Escupió entrando y sentándose (más bien tirándose) en el sofá de tres cuerpos.

—¿Qué ocurrió, Stan? ¿Y Craig? —pregunté mientras lo seguía y me sentaba a su lado.

—Se marchó. —Soltó con molestia—. Dijo que no valía la pena seguir discutiendo con un idiota como yo. No sé qué se cree. Él es el más grande idiota de todo el instituto.

No pude evitar dejar escapar una pequeña risa, y es que era extremadamente difícil ver a Stan enojado, pues siempre se ha destacado por ser alguien tranquilo y alguien al que no le gusta el conflicto. Pensar en que Craig era capaz de sacarlo de sus casillas me causaba un poco de gracia, pero no se lo iba a decir.

—Mira Kyle... Sé que hace unos días te había dicho que te apoyaría con lo de Tucker... Pero creo que ahora me retracto. Después de que tu vida corriera riesgo por su culpa me temo que ya no puedo apoyarte.

—¿De qué hablaron exactamente? —cuestioné, temiendo no haber hecho la pregunta adecuada. Sabía que escucharlo me iba a doler, pero también era algo que necesitaba oír.

—Le dije que no se atreviera a jugar contigo... Que si solo te estaba utilizando para olvidar a Tweek te dejará en paz, que ya estabas pasándolo bastante mal con el tema del acoso. —Explicaba con suma seriedad, mientras miraba un punto fijo en la sala—. Pero ese imbécil me lo negó en todo momento. —Finalmente me sus ojos se posaron en mí; su ceño estaba fruncido, mas su mirada hacia mi persona reflejaba preocupación.

—¿Es en serio? —Traté de contener mi ilusión. Craig negó todas las acusaciones de Stan, pero eso no me aseguraba absolutamente nada.

—Sí, aunque no creo ninguna de sus palabras. —Stan tomó mis manos entre las suyas y añadió—: Por favor, Kyle. Tienes que alejarte de Tucker antes de que vuelva a pasar algo como lo de hoy, así quizás el agresor se detenga y te deje tranquilo de una vez por todas.

Abrí la boca y estaba por responderle de no ser porque fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta siendo abierta.

—Oh, hola Kyle, hola Stan —Era Clyde el cual venía ingresando a la sala con una sonrisa.

—Hola Clyde —Devolvimos el saludo separándonos con rapidez.

—¿Qué le pasó a tu pie, Kyle? —preguntó señalando mi pie vendado.

—Me caí durante la actividad de senderismo. —Le respondí mordiéndome el labio, deseando que no continuara haciendo preguntas.

—Auch, qué mal. Espero que te recuperes.

—Gracias.

­—¿Han visto a Craig? ­—Todos negamos con la cabeza para luego ver cómo se encogía de hombros y se marchaba rumbo a la segunda planta.

—Hola chicos, he vuelto. —Un sonriente Kenny apareció en la sala, lo miré con la ceja levantada—. Clyde dejó la puerta abierta. —Se encogió de hombros—. Como sea, Ky, hablé con el maestro y le comenté que te sentías mal y me pidió que te dijera que te quedes descansando por el resto de la tarde. No le conté lo de tu torcedura para no alarmarlo.